Capítulo 33: "La fiesta de Mark"

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Calliope
Algo típico en Mark, eran sus ganas de siempre tener una fiesta nueva, hace algunas semanas me había hablado sobre hacer una para los empleados de la empresa. No tenía tiempo de oírlo, por lo que dije que si y me retiré, esperando que lo olvidase, cosa que no hizo.

En cuanto recibí un mensaje de texto del hombre, supe que estaba perdida. Aunque no quería asistir sola, por lo que fue la excusa perfecta para invitar a Arizona. Luego de la dura pelea con Christopher, decidió ir a casa y no volvimos a vernos.

—¿Arizona vendrá? —pregunta Mark en cuanto ingreso en la fiesta y dejo el vino sobre la mesada de la cocina.

—Hola a ti también, yo estoy bien y ¿tú? Aún no lo sé —susurré lo último, realmente quería verla.

La casa en la que estábamos, era la misma de aquel día en el que por primera vez besé a Arizona, sin saber que eso sería el comienzo de algo gigante y hermoso. Olía como en ese tiempo cuando éramos jóvenes, me gustaba, era como si hubiese sido ayer.

—¿Escuché que preguntaban por mí? —la voz de la rubia se hizo pasó en la habitación.

Ella se veía sonriente, llevaba un vestido negro al cuerpo, contrastaba con mi vestido blanco de ceda. Su cabello estaba recogido en una coleta despeinada.

Nuestras miradas se juntaron en cierto punto, como consecuencia, ambas sonreímos aún más. Su mano se paseó hasta mi cintura y permaneció allí, posesiva y dulcemente, tal y como me gustaba.

—Este es el momento en el que prefiero irme —murmuró nuestro amigo y salió.

—Vaya, te ves tan jodidamente hermosa —acarició mi cadera. —Me gusta como se te ve el blanco.

—Tú también te ves preciosa... Pensé que no vendrías, no he sabido nada de ti en toda la semana —susurré.

—Lo sé, lamento haber desaparecido, necesitaba desconectarme y hablar conmigo misma —suspiró.

—¿Y qué te dijiste? —reí para alivianar la tensión.

—Ella me dijo que debería llevarte a bailar, a Arizona le gusta pasar tiempo con Callie —habló en tercera persona, bromeando.

—A Callie también le gusta pasar tiempo con Arizona, Callie está esperando que Arizona la invite —reí.

La rubia sonrió enormemente y me tomó de la mano, dirigiéndonos hacia el living, donde la fiesta estaba en su punto más alto. Allí nos encontramos con el resto: April, Alex, Addison, los hermanos Shepherds, Cristina, Mark y Lexie. Se sentía como si el tiempo no hubiese pasado, como si volviéramos a ser los típicos adolescentes que jugaban al qué prefieres.

—¡Callie! —gritó Amelia. —¿Qué prefieres? Besarle el trasero a mi hermano o tomar 10 shots de tequila —todos estallaron en carcajadas.

—¿Dónde está la botella?

—Calliope no beberá tanto, luego no hay quien pueda con ella —espetó Arizona.

La desafié con la mirada, tomé la botella de tequila y vacié por lo menos, la mitad de esta en mi boca. La rubia me observó con los brazos cruzados mientras negaba, era un claro "Niña no querrás desafiarme". No le tenía miedo en lo absoluto.

—Arizona, ¿qué prefieres?, —gritó Cristina. —Besar a Lexie o 15 minutos en el paraíso con Calliope —se burló, como si la respuesta fuese fácil, de hecho, lo era.

En cuanto vi a la ojiazul mover su cabeza de lado a lado en busca de Lexie, me enfadé y me llené de celos. La tomé por el ante brazo y la arrastré al que era el cuarto de Mark. Estaba roja de la furia.

—¿Estabas buscando a Lexie? ¿Ahora quieres con ella? Joder —grité.

Arizona
Solo me limité a reír ante su ataque de celos. Claro que no iba a buscar a Lexie ni mucho menos besarla, solo estaba molestándola como ella suele hacer conmigo. Me acerqué lentamente a Calliope, mientras la latina retrocedía y se pegaba más a la puerta de la habitación.

—Solo... me gusta jugar contigo —sonreí maliciosa.

—¿Este era tu plan? ¿Traerme a la habitación para coquetearme?

—Técnicamente, tu me arrastraste hasta aquí —reí.

—Ya, podemos bajar entonces, todos deben de creer que estamos peleando.

Intentó abrir la puerta, mi mano se dirigió a esta y rápidamente le puse el pestillo.

—Podríamos pelear —acerqué mi nariz a su cuello para luego depositar un beso.

Mis manos acariciaron desde sus muslos hasta su cadera, subiendo su vestido sin problema. Mientras mi cuerpo buscaba más calor del suyo, acercándose. Mi boca rápidamente pidió probar el sabor de la suya, tomando entre mis dientes su labio inferior y tirando de él.

—Arizona...—murmuró.

Una vez más, mi mano izquierda bajó hasta su muslo, acariciando hasta llegar a su entre pierna.

—¿Sí? —la observé a los ojos. —¿Quieres pelear conmigo?

—Pensé una forma más romántica para tener sexo, como un reencuentro —intentó hablar mientras la acariciaba.

—Calliope —susurré en su oído. —No te toco hace años, ¿tienes una idea de lo impaciente que estoy?

Negó.

—Enséñame —dijo por lo bajo.

Con cuidado, me quité mis tacones. Mientras me arrodillaba, mis manos acariciaron su cadera y la tomé posesivamente, como sabía le gustaba. Bajé su ropa interior y la quité.

Mi rostro apenas se acercó a su entrepierna cuando un jadeo se escapó de sus labios. Comencé a besarla y chuparla, mientras su mano tomaba mi cabello y hacia presión en la zona. Sus gemidos comenzaron a ser agudos y cada vez más repentinos.

—¡Arizona! —gimió.

Coloqué su pierna sobre mi hombro para poder tener más acceso a su cavidad e introduje donde de mis dedos con cuidado, no era mi intención hacerle daño.  En cuanto su cuerpo se acostumbró, comencé a moverme dentro de ella cada vez más rápido, mientras mi lengua seguía haciendo su trabajo.

No tardó en venirse, aunque me hubiese gustado escucharla en mi oído. Me puse de pie y limpié apenas mis labios con mi mano. Pude ver sus ojos cafés en llamas, sabía que esta noche seria larga y eso me encantaba.

Calliope quitó su vestido blanco y lo tiró por allí, para luego acercarse a mi y estrellarme contra la pared, para besarme fogosamente, mientras me tocaba y me hacia explorar sentimientos que había olvidado que podía tener.

Same Old LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora