Capítulo seis

439 48 7
                                    


—Tío.

JingYi escuchó atentamente la historia que Lan WangJi y su compañero Wei WuXian tenían para contarle.

—Habíamos salido porque una manada pidió ayuda con unos cazadores que se habían colado en su zona. Nosotros siempre ayudamos a quienes lo necesitaban y siempre nos pedían ayuda. —dijo Lan WangJi despacio y tranquilo. Wei WuXian suspiró y agregó:

—Nos tomó alrededor de un año, porque en el camino nos muchas manadas destruidas. Cuando regresamos... nuestra manada no existía.

—Busqué a mi tío, a mi hermano, a su compañero, a ti.

—No sé si lo recuerdas —agregó Wei WuXian—, pero tu padre omega era mi hermano. Nuestros hermanos estaban vinculados —se señaló a sí mismo y luego a su compañero.

JingYi lo miró. Su atención se centró en el listón rojo en el cabello de WuXian y algo hizo flash en su cabeza

—Creo que me recuerdo jugando con ese listón de tu cabello ¿Es el mismo?

Wei WuXian rió y asintió feliz.

—Así es. Así es —repitió—. Ambos los buscamos, pero en el camino hayamos cada vez más cuerpos conocidos. Para cuando la noche llegó, solo podíamos aspirar a encontrar cuerpos.

—No encontramos nada que nos indicara sobrevivientes —interrumpió Lan WangJi—, pero pasamos el primer año buscando entre las manadas y refugios más cercanos

—Para entonces muchas manadas se habían escondido incluso de los suyos o sido aniquiladas. Una de las que desapareció fue la de Nie.

JingYi asintió. Él había contado algo al Omega, pero no al Alfa. Él lo miró.

—Mi tutor me contó que ante la noticia de manadas poderosas siendo aniquiladas decidieron esconderse de los suyos. El líder pensaba que alguien de los nuestros había vendido las ubicaciones.

Wei WuXian asintió.

—Es lo más probable. No solo sabían la ubicación exacta. Para aniquilar una manada así necesitas saber cuántos miembros, armas, defensas y puntos débiles tienen. Por ello en nuestra búsqueda nos ocultamos. Sabíamos que el fuego era signo de los cazadores Jin. Jin padre era un cazador feroz y no temía mostrar su odio a la raza Lobo. Con Lan Zhan dejamos objetos nuestro entre los escombros de la manada, por si regresaban. Estaba claro que no quería a ningún Lan vivo. Creo que los engañamos.

JingYi se sintió aliviado de que en ese momento SiZhui tuviera su mano alrededor de la suya. Si no hubiera sido así se habría desarmado de miedo. De hecho, cuando habló, su voz tembló un poco.

—Por eso me persiguió. Me quiere muerto porque soy un Lan, para él puede que el último.

—Podríamos haber llegado a esa conclusión —se apresuró a decir Wei WuXian—. Pero es errónea.

JingYi se movió y se acercó involuntariamente al cuerpo de SiZhui, buscando su calor.

—-¿Qué quieres decir? ¿Cómo puede ser errónea?

—Tenemos información de que te quiere, sí, pero vivo. Eso es raro, porque no entendemos muy bien la razón.

El cuerpo de JingYi tembló muy fuerte.

—¿Querría matarme él mismo?

SiZhui sobó su espalda.

—Bebé, tranquilo —le susurró. Pero JingYi negó.

—He escuchado rumores en las calles. Hay cazadores que se guardan presas, trofeos ¿Creen que quiera sacar mi pelaje él mismo?

—No lo sabemos. Es una posibilidad —admitió Wei WuXian.

1 Serie: Lobos y VampirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora