1 Serie: Lobos y Vampiros

Capítulo Cinco

Wei WuXian vio a SiZhui retirarse. Lo había sacado con toda la intención de aquel comedor. Solo cuando desapareció volvió su mirada hacia la Alfa.

—¿Qué harás ahora, Wen Qing?

—¿A qué te refieres?

Lan WangJi se movió en su asiento y miró a la Alfa.

—Xue Yang está esperando un cachorro. Y él acaba de encontrar a su compañero.

Wen Qing suspiró.

—Debí saber que ustedes se darían cuenta de ello.

Wei WuXian asintió.

—Tenemos un olfato más desarrollado. Ni el líder se ha dado cuenta. Estoy seguro que no se lo espera, después de todo ¿Cuántas posibilidades tiene un Beta de concebir?

—Una en un millón —respondió WangJi de forma automática. Wei WuXian le sonrió.

—Y ni siquiera quedamos tantos.

—-¿Pero es posible? —Interrumpió Wen Qing en voz histérica por primera vez—. ¿Un lobo y un vampiro?

Wei WuXian se balanceó en su silla y acomodó con una mano su listón rojo en su cabello.

—Dijo que fue convertido. No es puro después de todo. Tal vez antes fue un lobo, tal vez sobrevivió al veneno de la ponzoña del vampiro. O tal vez fue humano. Pero en su camino se encontró con un vampiro que le arrebató la vida —Wei WuXian se encogió de hombros—. No preguntamos su edad real. Tal vez tenga 100 años, tal vez sea 1000 años más grande Xue Yang. Es cierto que nunca vi un vampiro y un lobo, pero sabemos que esto de las parejas funciona fuera de toda lógica. Además, considerando como traicionó a su especie después de que Xue Yang considere este su hogar, no creo que se interponga entre ustedes y el cachorro.

Wen Qing hizo un mohín.

—No, sólo me odiará más. Pero sé que al cachorro y a Xue Yang jamás —ella suspiró—. ¿Crees que Xue Yang se lo diga al lider?

—Oh, sí —sonrió Wei WuXian—. Será la forma de mantener a Xiao XingChen con vida.

Wen Qing entonces se derrumbó.

—No buscábamos un cachorro. Confiamos en que un Beta no puede concebir. Y mucho menos pensamos en que alguno encontraría su compañero.

—Dos compañeros en menos de una semana —recordó Lan WangJi. Wei WuXian asintió.

—¿Será una señal de que los tiempos estén cambiando? —preguntó a nadie en específico.

***

Wen SiZhui se despidió de las Omegas que habían estado custodiando la puerta de su habitación. Las chicas ya le habían dado ropa y preparado la bañera a JingYi y también habían limpiado la habitación.

—Gracias —les dijo esperando a que desaparecieran antes de dar cara a la puerta. Vaciló un instante. Era su habitación pero del otro lado había un Omega que acababa de pasar por tres días de celo. Suspiró antes de convencerse que lo mejor era golpear primero—. Soy yo, creo que sabes que no voy hacerte daño ¿Puedo entrar?

Su corazón martilló contra su pecho mientras esperaba la respuesta. A pesar de que estaban separados por un muro de solida madera, SiZhui notó el rico olor a brisa y loto.

Mío gritó internamente. Se preguntó si JingYi al otro lado pensaba igual.

—S-sí, puedes pasar.

La respuesta llegó en tono avergonzado. Cuando SiZhui entró, JingYi no miraba en su dirección, pero estaba sentado sobre la cama, acomodándose el cabello detrás de la oreja. SiZhui olfateó de nuevo.