Capítulo Ocho

352 47 0
                                    


SiZhui vio a unas Omegas que empezaron a correr rompiendo la formación.

—¡No! —intentó decirles él, pero no hubo forma de detenerlas. A-Qing intentó ir por ellas cuando a la distancia se oyó un grito de júbilo:

—¡Por este camino!

Vampiros pensó SiZhui. Habían llegado demasiado rápido o ellos iban demasiado lentos.

La pequeña en brazos de Wen Ning empezó a llorar y A-Qing que había ido tras las omegas regresó a su lado.

—No llores, te protegeremos

SiZhui pasó su brazo frente al cuerpo de JingYi y lo colocó detrás de su espalda.

—No te alejes de mí.

—No lo haré —le respondió.

Wei WuXian se adelantó a todos ellos.

—¿Lan Zhan? —Llamó.

SiZhui vio a Lan WanfJi y a su abuelo intercambiar miradas antes de regresarla a ellos.

—Sigan avanzando. Tenemos ventaja todavía. Vamos.

SiZhui no esperó, tomó la mano de JingYi y avanzaron lo más rápido que podían. Detrás el sonido de una espada chocando con algo duro sonó. El líder que iba delante entonces ordenó:

—Corran.

—Sigan. Son solo dos —SiZhui escuchó decir a la voz de su abuelo. Entonces—. ¡Mierda! ¡Cuidado, se me escapó!

El corazón de SiZhui cayó en picada, aun más cuando delante de él su bisabuelo se detuvo al igual que su padre Wei WuXian y giraron, susurrándole juntos:

—Sigan.

Y la transformación de Wen WuXian se dio. A su lado, escuchó a JingYi sorprenderse. Le gustaba que en el caos aun pudiera hacer eso, le decía que alguien atento. SiZhui sonrió y avanzando le dedicó una mirada y una sonrisa, susurrandole:

—¿Grande, cierto?

—¿De verdad es un Omega?

Lo era. Usualmente el lobo Omega solía ser más bajo, mas flaco que un lobo Alfa, pero el lobo de Wei WuXian no solo era alto, sino que era firme en músculos y negro como la noche más densa. Intimidaba a todas las castas. Sus ojos rojos ayudaban a ello. Una vez SiZhui le había preguntado si en su cuerpo anterior su lobo había sido así. Wei WuXian había reído hasta llorar.

—A-Yuan, mi lobo anterior era un Beta. Era grande. Pero no tan aterrador. Era marrón oscuro. Cuando desperté en este cuerpo y supe que era un Omega, me entrené. Día y noche. Siendo aún mi alma beta, tenía un orgullo que proteger.

Tal vez pudiera contarle eso a JingYi. Su compañero decía que su Omega era pequeño, pero también que no tenía entrenamiento. Él no estaba en contra de un lobo pequeño. De hecho, cada vez que intentaba imaginarlo su...

No, no sientas lujuria ahora. Estamos huyendo.

SiZhui echó una mirada rápida a su lado. Wen Ning lo alcanzó con su beba en brazos.

—No te separes —le pidió.

Sabía que el resto detendría al intruso. Ahora era él quien protegería a los Omegas y menores. Sería el único Alfa en formación.

Detrás, el rugido se Wei WuXian llegó junto una nueva explosión de transformación

—Wen Qing —susurró Wen Ning. SiZhui asintió, apretando más fuerte la mano de JingYi.

1 Serie: Lobos y VampirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora