Capítulo Siete

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Wen SiZhui estuvo al lado de Lan JingYi todo el tiempo. Lo ayudó a juntar las pertenencias más importantes a las y los Omegas, en especial a Wen Ning a quien ayudó a planear cosas de bebés. Después también estuvieron juntos cuando Wei WuXian explicó el plan, repartió los víveres y les comunicó la formación en la que huirían de las cuevas que habían sido su hogar por años.

SiZhui sabía que JingYi solo recordaba vestigios de su pasado, normal considerando que era un bebé de dos años en ese entonces, pero al verlo mirando a su padre adoptivo con ojos llenos de orgullo le calentó el corazón. Estaba seguro que si su padre biológico también se encontrará vivo JingYi lo miraría de esa manera. A ambos.

Suspiró. Al menos había podido presentarlos ya que se habían encargado de recoger las tablillas del templo le rendían homenajes. Allí, le contó a JingYi que hasta hace poco había una tablilla con su nombre y después lo acercó a la de sus padres para después llevarlo a los suyos.

—Ellos son mis padres biológicos —dijo, señalando el lugar—. Zhou ZiShu y Wen KeXing. Sus cuerpos no fueron encontrados, pero la masacre a nuestra manada fue en conjunto entre Jin padre y cazadores humanos —la voz de Wen SiZhui tembló—. Ellos eran una pareja destinada. Papá, padre... les presento formalmente mi compañero antes de partir al nuevo hogar.

La mano de Lan JingYi se cerró sobre la suya y levantó la mirada justo para verlo inclinarse.

—Mucho gusto, papá, padre —a SiZhui le gustó como los llamó—. Mi nombre es Lan JingYi —entonces sus mejillas se sonrojaron—, el compañero de su hijo. Ah, soy un Omega, un Lobo Omega. He vivido entre los humanos bastante tiempo, mi lobo es muy pequeño... pero descuiden, sé que soy débil pero me esforzaré en no ser un problema para SiZhui.

SiZhui negó y le apretó su mano.

—No es así. No eres un problema.

—Tú no has visto mi lobo, SiZhui.

SiZhui chasqueó la lengua y miró a sus padres. Lo que quedaba de ellos.

—Papá, padre. Lo encontré enfrentándose a unos cazadores vampiros dispuesto a todo.

—No, no fue tan así. Estaba huyendo... —SiZhui usó su otra mano para callarlo.

—Y no te rendiste. Además, sé que no me meterás en problemas. Basta con eso. Papá, padre ¿no es lindo mi compañero?

Las mejillas de JingYi se sonrojaron muchísimo en ese momento. Por un segundo, el Alfa en SiZhui se encendió. Tanto que se preguntó si el de verdad ya había arabizado su celo porque en ese momento sintió ponerse muy duro.

Frente a mis padres, pensó con horror, perdón, perdón.

Entonces alguien los interrumpió, asustándolo y bajándole la excitación de golpe.

—Me mandaron a ayudarlos. El líder está apurándonos a todos.

—S-sí —dijo SiZhui, mostrando reverencia a todos los caídos junto a JingYi.

***

Wei WuXian una vez más era quien estaba revisando la formación de todos. Pero esta vez, estaba repartiendo armas. JingYi vio como le entregaba a SiZhui una espada rápidamente acomodó en su espalda. Entonces, tendió una hacia a él, pero no la tomó de inmediato.

—¿Un arma? —preguntó—. ¿No somos lobos?

Wei WuXian asintió.

—Sí, lo somos. Bueno, excepto por el Vampiro. Pero a veces las armas son más efectivas. No son solo armas de chatarras, muchacho. He puesto en ellas varias cosas que la hacen letales. No siempre podemos ser lobos, no con niños entre nosotros. Y muchos somos muy grandes en nuestra forma de bestia para los túneles. Tú mencionaste que tienes un lobo pequeño. No confías mucho en él, aquí puede salvarte la vida, pero también pensé que un arma podría...

1 Serie: Lobos y VampirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora