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Deku (Reescrito)

Katsuki sangraba.

Se encontraba escondido en unos escombros, la pelea había cesado... de momento. Junto a él estaban Yaoyorozu, Uraraka, Todoroki y Kirishima. Todos presentaban heridas como el, y miraban hacia una dirección.

<<Deku>> penso.

En efecto, sentado en una piedra, estaba no otro que Izuku Midoriya, pero totalmente cambiado; Ya no era más un niño, su complexión, que denotaba que tenía unos veinte años, era bastante atlética. Vestía una camiseta elegante blanca, unos pantalones negros y un par de zapatos elegantes.

Contrario a ellos, Izuku no los miraba; usaba el tiempo de tregua para mirar hacia un par de cadáveres. Su expresión era de preocupación, aunque al estar de espaldas a sus enemigos ellos no notaron esto.

- ¿Dónde están los refuerzos? – Kirishima rompió el silencio, preguntando con una voz algo temblorosa.

- No lo sé – contesto Momo -. Tenemos suerte de que aún no nos hayan visto; si no, probablemente ya estuviéramos muertos.

- No tardaran en hacerlo – replico Ochako -. Debemos idear un plan para distraerlos mientras los refuerzos llegan; no debe faltar mucho.

- Pero, ¿Qué haremos? Deku y sus compañeros nos superan en fuerza y numero, no hay forma de que les ganemos – Momo hablo, sus labios temblaron un poco.

- Yo lo distraeré – Katsuki dijo, ganando miradas de sorpresa de todos sus compañeros -. Él no me matara hasta haberme torturado lo suficiente – añadió viendo que Kirishima abría la boca para protestar -. Además, sé que puedo distraerlo lo suficiente antes de llegar a eso.

Nadie protestó ante esto, pero tanto Kirishima como Shoto miraron a Bakugo con preocupación, Momo con miedo; Y Ochako solo le lanzo una mirada de desdén.

Viendo que todos aceptaron su idea, Katsuki se levantó, y entre temblores se dirigió a Izuku.

. . .

- Deku-sama.... Deku-sama... - Himiko se acercó un poco a Izuku -. ¿Qué hacemos? – pregunto, pero Izuku le hizo un ademan para que guardara silencio, Toga obedeció al instante.

Él podía percibirlo, el don de Ragdoll le decía dónde estaban... pero quería esperarlo.

Una voz le grito:

- ¡Izuku!

Toga dio un respingo y miro asombrada al hombre que estaba detrás de Izuku; El, sin embargo, no lo hizo. Se giró y vio al hombre que tanto daño le hizo durante su infancia, y quien lo convirtió en lo que era ahora.

- Hola, Katsuki.

. . .

- ¿A qué has venido? ¿A matarme? ¿A encerrarme? – pregunto Midoriya arqueando las cejas.

- He venido a hablar – contesto Katsuki.

- ¿Hablar? – se mofo Izuku -. Tu fuerte jamás ha sido hablar, Katsuki, creo que ambos recordamos bien eso.

6 años antes.

- Muy bien... veamos... - el maestro revisaba las postulaciones a las respectivas academias de héroes de cada uno de sus estudiantes -. ¡Oh! Bakugo, ¿quieres postularte a la U.A? – pregunto con orgullo - ¡Estoy seguro de que te aceptaran!

- Gracias – contesto Bakugo sonriendo vanidosamente.

El profesor siguió revisando las solicitudes de los alumnos, y cuando llego a la de uno en particular no pudo evitar soltar un <<¡Wow!>> de sorpresa.