Capitulos 427 y 428

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"Escúchame atentamente, yo siempre tengo la razón. Ella golpeó la muñeca de madera mientras pensaba que te era usted".

"¿Enserio?"

"Si, incluso te dio varias pistas pero Su Majestad no capto las indirectas. Por eso esta enojada".

"¿Por qué Reina es tan cruel... Es ella cruel?"

"Todo el mundo tiene un lado duro. Soy muy amable por fuera, pero cuando veo a su Alteza, a veces me comporto muy duro". Dijo McKenna.

"..."

"¡Tienes que trabajar más duro! "

McKenna, que agitaba las manos y hablaba apasionadamente, de repente sonrió y cambió sus palabras.

Heinley sonrió y lo felicitó.

"Eres muy lindo, McKenna".

Mckenna lo miró seriamente y preguntó 

"Estás bromeando, ¿verdad?"

Heinley negó con la cabeza con una dulce sonrisa.

"Lo digo en serio".

Mckenna se estremeció y se frotó las manos .

"Oh, no digas nada asqueroso, da miedo".

Heinley, quien lo vio, se rió y luego se cruzó de brazos con una expresión seria.

"Parece que algo extraño esta pasando..."

Al ver su apariencia, McKenna bajo el brazo con alivio y dijo en voz baja.

"Tal vez..."

"No se trata de la pintura".

"Yo tampoco estoy hablando de la pintura. Durante el día, El Emperador Sovieshu visitó de forma oficial a la Emperatriz".

Heinley levantó una de sus cejas al escuchar eso.

"¿Enserio?"

Heinley se levantó, empujando su silla y esta cayo.

"Yo no estuve allí por mucho tiempo, pero pude ver al Emperador Sovieshu salir y entrar de la Habitación. Cuando salió se veía infeliz".

"¿En serio? Así que Reina lo trato con mucha frialdad".

"Supongo pues uno se molestaria si lo tratan con frialdad".

"Sí, es posible, ¿entonces por eso estaba usando la espada?"

Heinley asintió, levantó la silla que se había caído y se puso la capa que se había quitado.

"Mejor me voy".

"¿A donde?"

***

"¿Heinley?"

Todavía quedaban unas horas más para cenar.

Cuando salí del baño despues de bañarme con el agua con pétalos, descubrí que Heinley me estaba esperando.

Puso una taza de té delante de él.

Heinley sonrió y saludó con su mano, como lo hizo antes, lo que me hizo reír.

cuando se acercó a mí y tomó mis dedos, me beso mientras me abrazaba con fuerza.

"Me haces cosquillas".

Mientras susurraba, me dio otro beso y se rió.

"Me haces cosquillas".

Continuó besándome y mientras yo sonreía y me retorcía, Heinley extendió sus brazos detrás de mí, me tomó y se acostó mientras abrazaba mi cuerpo por detrás y con ambas manos abrazándome fuerte cerré los ojos y descansé mi cuerpo. Puse mi cabeza en el hombro de Heinley.

TelaFlan, La Grandiosa Emperatriz que un Bolasecas no supo valorar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora