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TREINTA Y SIETE

Jungkook

Se habían llevado a Yun en un descuido, descuido por el cual me sentía más que culpable, porque pude haber sido más cuidadoso con ella y en vez de advertirle que no fuese sabiendo lo cabezota que era pude haberla acompañado y evitar esto que estaba pasando y que me ponía ansioso de sobremanera.

—Jungkook...

—Ahora no Heejin, necesito pensar, y se que Kyung me dijo que la íbamos a encontrar pero no puedo sentirme de otra manera —le dije, ella a pesar de que le había dicho de que no pasara, lo hizo, lo que me hizo suspirar a mi porque todo el mundo se pasaba por el culo mis órdenes.

—Lo se, y...no es el mejor momento para decirte esto que te vengo a decir pero también estoy ansiosa por lo que le puede pasar a Yun, lo que le puede pasar a ellos —la miré, arrugando mi entrecejo sin comprender nada, ¿de qué mierda hablaba? ¿ellos? ¿se habían llevado a alguien más y no me había enterado? ¿Hablaba de Hoseok, ese traidor? —Tampoco me corresponde decírtelo pero...

—Habla de una puta vez Heejin, me estas poniendo nervioso —espeté, con frustración, en un ojo parecía haberme dado un tick nervioso.

La chica se mantuvo callada por unos momentos, en los que me estaba comenzando a impacientar y a ponerme nervioso de verdad, como no hablase la iba a agarrar del moño y jalárselo hasta que hablase.

Tomó una bocanada de aire cerrando los ojos unos segundos y cuando la abrió me miró.

—¿Te acuerdas que Yun había estado vomitando y esas cosas? —preguntó.

—Sí, me dijo que estaba mal del estómago, le insistí en llevarla al hospital para que le mandaran alguna medicina pero ella se negó, me dijo que tú le habías dicho que tomar —respondí todo tal cual me lo había dicho Yun.

Ahora me comenzaba a preocupar más, ¿y si lo que tenía era grave e intentó mitigarlo para no preocuparme? Yun era capaz de eso, la conocía como la palma de mi mano.

La vi tomar otra bocanada de aire, vale, se me está derrumbando algo en el interior de la angustia.

—Y tuvo malestares, mareos y...

—¡Qué sí Heejin! ¡Joder! ¡¿Qué pasa?! ¡Me estoy volviendo loco! —le grité, aunque la chica ni se inmutó por mi reciente explosión cerró los ojos.

—Calmate por favor, necesito que estés calmado para lo que te voy a decir, ¿sí? —más vueltas le daba, de verdad que me iba a volver loco.

—Vale, estoy calmado, ahora habla —no estaba ni una pizca de calmado pero necesitaba que hablara de una puta vez o iba a perder la cabeza en los próximos cinco segundos.

—Yun está embarazada —sí, se me rompió algo dentro y no fue un hueso por un golpe.

Me quedé de piedra, sin siquiera respirar al oírla decir aquello. No sabía como reaccionar, qué decir o responderle. ¿Porqué Yun no me lo había dicho? ¿Heejin estaba de coña y lo que quería era ponerme peor? Porque lo estaba logrando, incluso mi corazón dejó latir por unos breves minutos.

No entendía nada, y tampoco podía formular palabra para preguntar lo que no entendía.

—¿Jungkook?

Me miró preocupada al verme que no reaccionaba sin mover un solo músculo de mi cuerpo.

—Joder, dime algo —pidió, aterrada.

—No estás de coña ¿verdad? —formulé al fin, pero todavía no me respondía el cuerpo.

Ella negó. Aquello fue suficiente como para que me pusiera de pie de inmediato y saliera disparado de la habitación. No podía ser, Yun no podía ponerse en ese tipo de peligro estando en ese estado, no lo iba a permitir, no iba a dejar que le pasase nada por nada en el mundo.

—¡Jeon! —cuando pasé por delante de la habitación de Kyung se asustó al verme pasar —Te iba a ir a buscar —dijo.

—Lo siento, pero...

—BamBam está en el teléfono y... Yun... —su cara tensa como ninguna otra, con preocupación me hizo temer lo peor.

—No.

—Ven —entré detrás de él a su habitación.

Allí estaban Namjoon y Yoongi haciendo su trabajo, lo que era intentar dar con la ubicación de BamBam por medio de la llamada. Kyung puso el teléfono en altavoz para que yo escuchara.

—¡Yun! —grité al instante al tener el teléfono delante.

—Ah, con que tuviste que ir a buscar a tu mejor soltado, que pena, porque no quería que escuchara como su novia sufre —mire a Kyung, preocupando.

—No le hagas nada —mencionó mi jefe.

—Creo que es tarde, ya tiene una costilla rota —tapé mi boca ante aquello. No lo podía creer, sufrí un colapso mental al escuchar e imaginarme a Yun, a mi Yun lastimada. Él no podía hacer eso —Escucha —sentí algo como un golpe y un grito de mujer me hizo tambalearme en mi lugar.

—¡Hijo de puta! ¡Pelea con alguien de tu tamaño! ¡Dime donde estás y nos matamos a golpe, pero dejala en paz! —grité eufórico. La risa de BamBam lo que hizo fue aumentar mi rabia.

—Okey, te estaré esperando, voy a mandar un auto, pero solo va a venir él, oírte Kyung, solo él, y vamos a ver quien mata a quien a golpes —no me importaba nada de lo que decía, lo único que quería era saber que Yun estaba bien, que ambos estaban bien.

No me importaba ninguna consecuencia que tuviera que pasar yo.

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