CUARENTA

1.7K 162 46
                                    

—Joder... —gemí.

La lengua de Jungkook me estaba succionando el alma y me sentía muy cerca, demasiado cerca, sin embargo, él se tomaba todo el tiempo del mundo para recorrer mi interior con su lengua y succionar mi clítoris para hacerme gemir, sabía que era como cuando apretaba un botón, uno que me haría chillar y él lo sabía de sobra y me estaba torturando.

Sin despegar sus ojos de mi intimidad sonrió con vicio. Mi respiración era irregular, me dolía el labio inferior de morderlo para aguantar gritar y me sentía la cara y el cuerpo extremadamente caliente. Se separó de mi centro y esta vez si me miró, su mano sustituyó su boca y comenzó a mover sus dedos en círculo sobre mi botón y se me torcieron los ojos casi completamente. Mis piernas comenzaban a temblar.

—Yun... ¿Qué tienes? Estás un poco roja —ví su sonrisa malévola y por un momento quise pegarle la plata del pie en la cara para que se callase, pero al sentir la intromisión de su dedo comenzando a hacerse paso en mi hendidura no tuve capacidad para pensar nada que no fuera las vibraciones de mi cuerpo, y Jungkook estaba disfrutando verme de esta manera —Habla, bebé, no se leer el rostro.

—Gilipollas —dije casi en un susurro pero supe que lo había escuchado cuando ensanchó mucho más sus comisuras —Otro —pedí y sus ojos se clavaron en los mios con intensidad.

—¿Sí? ¿Segura? —asentí desesperada y otro de sus dedos acompañó al que estaba dentro, necesitaba más, algo más, pero no pude hablar cuando comenzó a moverlos en mi interior.

Sus dedos entraban y salían con una facilidad alarmante gracias a lo mojada que me encontraba y el trabajo que él mismo había hecho. No podía negar que echaba de menos sentir a Jungkook, y que luego de una semana y estar nuevamente en mi casa, Jungkook ya no aguantaba más, porque era un idiota y porque era un desesperado. Pero en realidad ahora la desesperada parecía yo. Y no necesitaba sus dedos, necesitaba a su polla de una buena vez.

—No... —se detuvo al instante que me escuchó, lo agradecí en parte porque si seguía penetrándome con sus dedos iba a ser imposible elaborar una frase completa.

—¿Qué pasa? —preguntó, no parecía juguetón, al parecer le asustó mi repentino "no".

—Me...temela, por favor —pedí, Jeon sonrió y soltó un suspiro de alivio.

Sus dedos abandonaron mi interior y sentí un vacío, uno no muy grande pero lo sentí. Se colocó encima de mi y me dejó ver cada uno de sus músculos, era mucho más precioso sin ropa que con ella. Sonreí cuando alineó su punta en mi hendidura una vez se colocó correctamente entre mis piernas.

—¿Crees que esté bien? No quiero lastimarlos —sabía que se refería al bebé que aún no era bebé, y me enterneció oírlo preguntar por su bienestar, aún teniendo la polla más dura que un hierro preparada para atravesar mi interior.

—Hazlo suave ¿vale? —le pedí, más que nada para tranquilizarlo, porque conocía a Jungkook y no se iba a concentrar si le daba vía libre tan fácilmente, tenía al mejor novio del mundo.

Él asintió y cerré los ojos cuando su punta comenzó a hacerse paso dentro de mi. Me sentía más que preparada para sentirlo de golpe todo, pero me estaba aguantando y soportando la manera tan lenta con la que comenzó a entrar en mi, era una tortura que me estaba poniendo mucho más al límite, porque sentía todo su grosor con lujos de detalles abriéndose paso, y sufría espasmos que hacían gemir a Jungkook al sentirlo en su pene.

—Mierda, Yun... Así no... —replicó, sufría tanto como yo —Estas...

—Entra de una vez —pedí agitada.

—No, si los lastimo...

—No nos vas a lastimar —intenté sonar todo lo segura que pude, porque estaba al borde del colapso como no me follara de una vez —Por favor —y entró, y el chillido que me salió desde el fondo de mi garganta me quemó la misma.

Police › jjk, pjm ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora