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CUATRO

Tener a Jimin entre tus piernas, es el sueño de toda mujer, y quien me diga lo contrario, lo mato a palazos. Me sentía en el cielo, con mi vista nublada y un calor arrasador en todo mi cuerpo, gimiendo a todo pulmón cuando Jimin succiona mi clítoris para torturarme, me encontraba muy cerca, al borde del abismo.

Me había traído a su apartamento (mucho mejor que el mio diez veces) y me había dado comida mientras hablábamos trivialidades, claro, eso duró hasta que me sentí repleta y ya tenía fuerzas para mejores cosas que una conversación. Como por ejemplo, esto. La lengua de Jimin pasaba por mis paredes succionandolas a su paso hasta llegar a mi entrada.

—Ah ah ah —se que se ríe cada vez que gimo, es como si le diera gracia tenerme tan a sus pies, a ver, yo me reiría igual si fuera él el que gimiera y yo la encargada de hacerle gemir, porque eso se llama orgullo de lo que haces bien, y Jimin es bueno en esto, y sabe que me hace gritar con todo lo que me haga.

Su lengua hace embestidas falsas en mi entrada que me hacen soltar quejidos, porque a este paso no aguanto mucho más, solo que está el detalle de que Jimin conoce mi cuerpo mejor que yo misma, porque cuando ve que mi cuerpo empieza a tener espasmos leves producto al orgasmo que lentamente siento cada vez más cerca, se aparta de entre mis piernas para volver a colocarse encima de mi. Esta vez, ataca mi boca sin detenimiento, metiéndome la lengua hasta la campanilla (literalmente, obvio) sintiendo su dureza esta vez rozando mi intimidad. Mis gemidos esta vez se amortiguan con sus labios, tan suaves, tan gruesos, tan mullidos, Jimin aunque te bese con ganas siempre lo vas a sentir suave porque así son sus labios aunque su lengua sea una demoledora.

Estoy un poco desesperada porque no lo veo con muchas ganas de follarme de una vez, se dedica a besarme hasta quitarme el último aliento y por fin se separa, pegando su frente a la mía y respirando sobre mis labios con agitación, y muy muy caliente. Está jugando conmigo, lo se, a Park le gustan estos tipos fe juegos, en los que yo siempre soy la que pierdo y le pido que me folle de una vez, lo se cuando sus caderas se mecen hacia delante y su bulto, aún cubierto por el bóxer, impacta con una embestida lenta pero muy tortuosa que me hace gemir a todo pulmón cerca de su boca, le veo sonriendo, todo lo que puedo porque quiero cerrar los ojos a la segundo falsa embestida que hace imitando la anterior, a este paso, juro que me vengo antes de que haga algo. De verdad.

—Ji...min —le imploro junto con la tercera embestida que roca me clítoris y un espasmo recorre mi cuerpo entero porque se a encargado de dejarme muy pero que muy sensible. Mis manos están agarradas de su cuello que juguetean con el cabello que cae en esa parte, es sedoso es... —Jo-der —abro la boca para buscar oxígeno porque él sigue con su juego de torturarme, es una mierda, pero no lo voy a negar, me gusta esta mierda.

—No te escucho bien porque gimes muchísimo preciosa, ¿qué quieres? —pregunta, agitado pero manteniendo el control mucho más que yo.

—Que...que me la... ¡Ah! —es imposible terminar y mucho menos ahora que una de su manos a bajado hasta mi intimidad y con sus dedos hace círculos en mi clítoris, joder, de verdad que estoy muy cerca.

—¿Qué te la qué? Tienes que terminar la frase —lo.disfruta, le encanta tenerme así. Por eso yo reúno toda la fuerza que tengo y lo tiro con fuerza hacia bajo haciendo presión en su cuello hasta tenerlo labio con labio.

—Si no quieres que me corra y te deje tieso como una piedra, más te vale metérmela de una puta vez, Jimin —mascullo, y aunque prácticamente le he ordenado aquello, se ríe, pero me.importa bien poco que lo haga porque en un movimiento rápido, se aparta de mi hasta quedar de pie en el borde de la cama para quitarse el bóxer y seguidamente, entrar un condón en la mesita de al lado y colocársela.

Suspiro, no se si de alivio o porque estoy aguantando muchísimo, pero lo hago cuando Jimin vuelve a ponerse encima de mi con su punta en mi entrada comenzando a hacerse paso. El castaño acalla mis gemidos con su boca mientras se interna más en mi, se siente bien, se siente estupendo, había esperado ya mucho por esto, joder.