𝗦𝗲𝘃𝗶𝗸𝗮

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Hacía tanto frío, sentía que en cualquier momento se congelaría, era tanto el frío que hasta quemaba su piel. Poco a poco pequeñas partes de su cuerpo desprendían gotas de sangre, pedazos de su propia piel caían al suelo, como si de nieve se tratase. Un peñisco en su delicada piel fué lo suficientemente doloroso para que despertara de un susto, su respiración agitada y una fina capa de sudor en su frente.

Suspiró mirando a su lado, se sorprendió un poco, era Sevika, ella le había dado un pequeño peñisco en el brazo. La morena estaba sentada en la cama junto a la ojiverde.

–¿Qué haces aquí?–Se acomodó en la cama, solo tenía su ropa interior, lo demás estaba tirado por la habitación.

Sevika traía un semblante serio, como siempre, seguro había entrado mientras dormía plácidamente, no entendía qué hacía aquí, todavía no estaba en su horario de trabajo, en tan solo unas horas comenzaba.

–Solo.. Agh ¡Qué te importa!–Dijo con frustración mirando hacía otro lugar en la habitación.

La pelirubia gateo sobre la cama para llegar hasta la pelinegra, abrazando su espalda, mientras dejaba besos y suspiros en el cuello de esta.

–¿Qué intentas hacer?–Su tono era uno serio, agarró una de las manos de la ojiverde deteniendo su tacto.

–Sé que éstas estresada, cariño. Puedes descargar tu ira en mí.–Susurró en la oreja de la contraria, soltando un pequeño jadeo para provocarla.–

–No estoy de humor.–Apretó la muñeca de la menor.

Suspiró y se sentó a un lado de ella en la cama, esta tomó su mano comenzando a jugar con esta, Sevika ya estaba medio acostumbrada a ese tipo de acciones por parte de la chica, le daba cierta ternura, aunque no lo aceptara.

La ojiverde se levantó de la cama, yendo hacia un pequeño mueble al lado de la misma cama, abrió y de ahí sacó una cajita, habían tres porros, sacó uno y lo encendió, dandole una gran calada, para luego exhalar el humo, dándoselo a la morena, para acto seguido sentarse en las piernas de la recién nombrada. Quien repitió la anterior acción para luego exhalar en humo.

–¿Mejor?–Acarició su mejilla lentamente mientras la miraba directamente a sus ojos, esas orbes grises que tanto amaba mirar cada vez que venía.

Sevika posó su mano en la cintura de la más baja, mientras que con su mano robótica sostenía el gran porro. La rubia los guardaba para la mayor, ya que ella solo consumía cigarrillos, era costumbre para ella complacer a sus clientes, le daba una extraña sensación de satisfacción.

–No me explicaste qué hacías aquí tan temprano.–Habló tiffany se acomodó en el pecho de la chica.

–¿Por qué tendría que darte explicaciones para venir a verte?–Preguntó molesta.

–Imagínate, que entre alguien a tu habitación mientras duermes y para colmo te peñisca para que despiertes.–Cruzó sus brazos soltando un bufido.

–Parecía que tenías un mal sueño..–Murmuró por lo bajo.

La rubia no pudo evitar soltar una pequeña risa, volviendo a mirar a la pelinegra, quién estaba algo sonrojada.

–¿Te preocupas por mí?–Levantó una ceja en busca de una respuesta, la cuál fué pequeño golpe en la cabeza que le dió Sevika, provocando un pequeño quejido por parte de la más baja.

–Oww, me dolió.–Acarició el lugar recientemente golpeado, así que le devolvió el golpe, un golpecito en el pecho.

–Golpeas como un bebé.–Soltó una carcajada, le daban risa las acciones de la ojiverde.

–¡Sevika!–Le lanzó una mirada enojada, provocando que la recién nombrada dejara de reír inmediatamente.

La pelinegra acarició el cabello de la chica, dejó un pequeño beso en la frente de esta, quien sonrió felíz ante la acción de la más alta.

–¿Tienes hambre?–

–Hm, no he podido comer desde ayer.–Rió levemente.

Ante tal respuesta sevika levantó una ceja cruzando sus brazos–Por qué.–Pidió explicaciones con su semblante serio de siempre, no le gustaba cuando descuidaba su salud, no era la primera vez, a demás de que tenía un cuerpo muy delgado, pareciera que en cualquier momento se rompería.

–Ayer vinieron demasiados clientes, no tuve tiempo ni para ir al baño.–Suspiró pesado mientras apoyaba su mentos en el hombro de la morena.

En la cara de Sevika se podía notar lo molesta que estaba, muchas veces había pensado en querer sacar a la chica que le gustaba de esta estresante vida, pero por el simple hecho de que le daba miedo cuál fuera su respuesta, o el ser rechazada le asustaba. Palmeó delicadamente la espalda de ma menor, se notaba que había dormido unas pocas horas, sus ojeras eran enormes y sus ojos rojos, casi parecía un zombie.

–No hagas eso. Me quedaré dormida, y en unos minutos tengo que trabajar.–Inconscientemente salió un bostezo de su boca.–Mieer-Daa~–Volvió a bostezar, esta vez cubriendo su boca con una mano, ahora tenía su boca contra el hombro de la morena. Caían pequeñas gotas de sus ojos por culpa de los bostezos.

–Tienes sueño ¿Mocosa?–Preguntó, pero nadie le respondió.

La pelirubia levantó su cabeza y miró a la chica, ahora robándole un beso, tierno y lleno de cariño, el cuál si fué correspondido por la morena.

[....]

Ambas se encontraban en la casa de la pelinegra, mientras esta cocinaba algo pequeño, Tiffany estaba hecha bolita en el gran sofá de la sala con una camisa de sevika, le quedaba algo grande, pero estaba más que cómoda, casi se quedaba dormida ahí mismo, sus ojos se cerraban lentamente.

–Ten.–le extendió el plato.

–Gracias.–Sonrió algo adormecida.

Sevika se sentó a un lado de esta, viendola comer lentamente, parecía que seguía durmiendo, ya que con su mínimo esfuerzo podía mantener sus ojos abiertos, a duras penas podía levantar el cubierto y abrir la boca para luego masticar.

Soltó una risa al verla en esas condiciones, le daba sentimiento, pero no podía evitar reír al ver a la chica cabecear, en cualquier momento se iría para adelante, y así pasó, cayó hacía adelante, pero fué alcanzada por Sevika, ahora tomando la en sus brazos, como si de una bebé se tratase. Suspiró para dejarla en el sofá, acostándose a su lado mientras acariciaba su rostro, corriendo unos cuantos mechones de cabello de su cara para poder admirarla mejor, sonrió como boba, para luego sacudir su cabeza de lado a lado suavemente.

La abrazó pasando sus manos delicadamente por su cintura, con cuidado de no despertarla. ¿Un ogro enamorado? Sevika solo tenía un trato especial con la ojiaverde, está perdidamente enamorada de ella, desde el primer día, haría cualquier cosa para poder darle una mejor vida, ahora si que lo haría. Sin importar el qué.

[......]

[1117 palabras]

Me pregunto ¿Qué personaje seguirá después?

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Sevika te amo. 💍🧎🏻‍♀️

𝗔𝗋𝖼𝖺𝗇𝖾 - [𝖮𝗻𝗲 𝖲𝗁𝗈𝘁𝗌]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora