𝗔𝗋𝖼𝖺𝗇𝖾 - [𝖮𝗻𝗲 𝖲𝗁𝗈𝘁𝗌]

Jinx

Resumen: es tu primera noche trabajando en The Last Drop. las historias de que Jinx es un cliente... interesante son ciertas

Era tu primera noche de barman en el Last Drop. El bar de Silco. Es dueño de muchos, casi de todos en la Ciudad Subterránea. Este resulta ser especial. Antes era el local del Sabueso del Subterráneo. Ahora Silco reside orgullosamente en su interior.

Su futuro compañero camarero, Thieram le advirtió sobre la hija de su jefe. Que era un comodín y que si te veías envuelto en su ira no podías escapar hasta que ella decidiera dejarte salir. Como en una tela de araña, sólo podías esperar que te soltara y no te comiera vivo. Tener piedad.

Aunque insiste en que Jinx no tiene ninguna.

Tiene... algo de razón decides. Aún no ha hecho ninguna locura. Pero desprende cierta energía, una que grita que tengas cuidado, que no le des la espalda.

Parece bastante inocente en este momento, al menos comparada con el bar que está en plena ebullición. Música a todo volumen, juegos peligrosos, cuerpos que bailan... ¿quién podría creer que ésta es la chica que atormenta a Thieram a diario? Quizá no sea tan mala...

Te estás contradiciendo, te das cuenta. Es sólo la primera vez que se ven, no deberías formarte una opinión sobre ella todavía.

Se sienta en la mesa del bar, mueve las piernas y te mira expectante.

Tragaste saliva, "¿Puedo ah... ayudarte?"

"Sí puedes, toots. ¿Te importaría traerme mi bebida?"

Maldita sea Thieram. No te dijo lo que ella pide. ¡¿Pasó tanto tiempo advirtiéndote sobre ella y aún así no pudo simplemente darte lo que ella bebe?! ¿Y si se enfada porque no lo sabes y se desata...?

"¡Tierra a Toots! Yoohoooo" su mano se agita agresivamente en tu cara, chasqueando un par de veces.

Te quedas parada en tu sitio, completamente estupefacta, con los ojos muy abiertos y el pulso saltando.

"Eh... ¿cuál es tu bebida?". Tu voz es mansa y cuidadosa (y un poco temblorosa), te sentías como si estuvieras pinchando a un oso con un palo. Estúpida, estúpida, estúpida.

Jinx carcajea de repente y muy alto.

"Me parto de risa. Sólo es sangre en una botella."

¡¿Bebe sangre?! ¡Thieram! ¿Cómo pudo no mencionar...?

Tratas de ser lo más indiferente posible a pesar de que se te hiela la sangre.

"¿Así que eres como un... vampiro? O...

Ella se ríe en tu cara una vez más, "Oh, pobrecita", se dice bastante burlonamente, "¡es una broma! Estabas totalmente convencido!"

Parpadeas una, dos veces y sacudes la cabeza. Como si eso fuera a borrar la imagen de un Gafe chupasangre. Tu sangre... de tu cuello. Una imagen muy gráfica que tu mente desgraciadamente conjuró.

Como si ella no fuera lo suficientemente intimidante, sabiendo que está cargada con armas y bombas en todo momento. ¡¿Imagina que fuera un vampiro?! Estarías condenado.

Sin embargo, ahora sientes curiosidad, ¿y si tuviera colmillos? Tal vez podrías echar un vistazo...

"Mi bebida es el gabinete de abajo frente a ti. Tiene un lugar especial para el cliente favorito de Chuck".

¿Chuck?

Te agachas en busca de su bebida, alcanzas la solitaria botella, "Oh um, ¿quién?"

"¡Oh tienes que conocer a Chuck! Es divertidísimo. Un amigo mío, no mi mejor amigo, por supuesto. Es un poco raro, puedes decirle que he dicho eso".

Asientes con la cabeza, aterrorizada por la amenaza de ojos azules (uno de los muchos apodos que le ha puesto Thieram, estás de acuerdo. Aunque incluso pensarlo te preocupa, ¿y si puede oír tus pensamientos?). Hablando de Thieram, ¡oh! Es de él de quien habla.

"Vosotros dos debéis llevaros bien", si las historias del hombre en cuestión sirven de algo, dirías que no se llevan bien. Él no disfruta de su compañía, pero ella sí disfruta de la suya. Atormentándolo.

Sólo esperas no acabar en el mismo barco que él.

"Oh, definitivamente lo hacemos, toots. ¿Quién iba a pensar que una chica como yo podría hacerse amiga de un miedoso como él? Yo diría que también seríamos buenos amigos algún día. ¡Quizás mañana!"

"¿Qué se supone que significa eso?" Porque para ti suena como una amenaza. Si te conviertes en un buen "amigo" para ella como lo es Thieram, ¿significa que recibirás el mismo trato? ¡¿Y tan pronto como mañana?! Apenas llevas unas horas trabajando en este lugar, ¡y ya está planeando atormentarte para mañana!

No responde a tu pregunta, sino que señala (lo que supones que es) su taza. Por los coloridos garabatos. Y una pajita justo al lado. Al menos no has tenido que buscarla.

Asientes, tragando saliva. Esperas complacerla, no caerle mal.

Jinx sube los pies al mostrador, los cruza y los sujeta con las manos, balanceándose juguetonamente hacia delante y hacia atrás.

Está peligrosamente cerca del borde, un movimiento mal calculado y se estrellará contra el suelo pegajoso.

¿Quizás eso la haga entrar en razón? Bien, eso es grosero.

Le pasas la bebida en silencio y le colocas la pajita.

Jinx salta de la barra para sentarse en el taburete, encorvada sobre la mesa del bar para beber. Se relame los labios, como si estuviera probando el sabor. Admite que estaba un poco nerviosa, ¿y si se le olvidaba algo en la bebida? ¿Y si se la sirves mal? ¿Se enfadaría por ello?

Después de unos segundos, sonríe y asiente maníacamente: "¡10 sobre 10! Sirves un buen zumo, cariño".

Exhalas aliviado, decidiendo seguirle el juego, un poco de humor podría calmar tu ansiedad seguramente, "Gracias, ¿ya soy mejor que Th- Chuck?".

"Desde luego eres más guapa que él".

"Oh."

Te quedas en blanco, sin saber qué hacer con esa información. ¿Sentirte halagada? ¿Aterrorizarte? ¿O estaba siendo sarcástica? Le sigues el juego,

"La adulación no te llevará a ninguna parte", bromeas y sólo esperas que tenga éxito.

"Me conseguirá una copa gratis", enarca las cejas.

"¿No te regalan bebidas automáticamente? He oído que el último tipo que te pidió que pagaras desapareció misteriosamente".

"Has oído bien, cariño".

Tragas saliva, ¿cuántas veces has hecho eso esta noche? Es genial haciendo sudar.

"Fue genial conocerte, pero soy una chica ocupada. Tengo que irme, ¿crees que estarás bien? ¿Sabes qué? Parece que puedes aguantar aquí, ¡por si acaso!"

Jinx te da un fuerte abrazo, que termina antes de que te des cuenta.

Pero espera, ¿qué ha sido ese ruido detrás de ti? Ese peso repentino en tu espalda...

Oh, oh.

Y una explosión estalla sobre ti, y por un segundo crees que todo ha terminado.

Pero no, es simplemente una bomba de colores y purpurina. Aunque el daño ya está hecho, estás sudando a mares. Y tu pobre corazón, prácticamente pide salirse de tu pecho.

Hay una nota en el mostrador, ¿es demasiado optimista pensar que es un "lo siento por la bomba que acabo de poner en tu espalda"?

No. Es simplemente un guiño en tinta morada.

Y no puedes evitar preguntarte... ¿está coqueteando contigo?

Qué enfermo y retorcido..