Mi niña.

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Dónde trabajo son tan...hijos de puta que nisiquiera sirven para hacer una llamada de emergencia. Les pido que hagan algo para que ellos puedan tener un 5% más en su paga y parece que esperan a que yo me descuide para poder hacerme la vida imposible. —dije mirando a mi psicólogo frustrado— no entiendo la razón de hacerlo.

Ok, dime... ¿Cómo vas con tu relación?. Así no tienes que frustrante tanto. —dijo mi psicólogo—

Una mierda, mi esposa no sabe hacer algo bien sin que yo esté al rededor de ella. Mi hija quien aunque sea mi todo también es un problema más en mi vida. Es frustrante verla hacer los mismo errores una y otra vez pensando que tendrá mi aprobación en ello. —dije para después agarrarme mis cabellos con algunas mechas plateadas por la vejez y el estrés—

Ok... —empezo a escribir en una libreta que tenía sujeta desde que entré— ¿Y con su nueva amiga?.

Oh bueno... Ella.. es un Sol, me trata como si fuera un rey apenas entró a su habitación. Es una persona que daría la vida con tal de tenerla siempre. —dije rascándome un poco la nuca—

Oh entiendo. —dijo para después escribir rápidamente— ¿Intento separarse de su actual esposa señor Hernández? —dijo él para después acomodarse sus anteojos y mirarme—

No puedo separarme. Estor amarrado a esa bestia hasta que mi hija tenga sus 18 años. Es abrumador esperar minutos,segundos tras segundos esperando a que llegue el momento en el que me pueda separar. —dije mirándolo a mi psicólogo con enojo—

Sonó una alarma en el teléfono de mi psicólogo.

Su turno acabo señor Hernández, venga mañana a la misma hora. —se levanto de el sillón en el que estaba sentado para guardar su libreta—

Si, ¿Usted que dice sobre todo esto?. —lo miré mientras me ponía mi chaqueta de cuero—

No diré nada hasta que usted pueda volver a tomar sus pastillas señor Hernández. De apoco veo como usted no puede dormir por el estrés. —dijo para después darme una receta— tome, esto hará que solo pueda obtener el 30% de descuento.

Gracias. —dije agarrando la receta—

Al irme de ese lugar en mi auto acomodando mis pensamientos y esperando que a llegar a mi casa pueda descansar. Solo pude encontrar gritos dentro de el lugar al cual tengo que llamar hogar.

Al salir de mi auto entre a la casa con las llaves asignadas a su trabajo. Al entrar solo encontré a mi esposa con su amante.

Dorian.¿Y la comida? —dije mientras la veía jugar con la crema que había preparado derramándola sobre ella para que él le lamiera—  te dije que preparas la comida para así yo poder llevar a la niña a su primer día de primaria. Hola Damián. —dije son ganas mirando al amante de ella al cual solo me saludo pronunciando mi nombre—

Perdón, es que me distraje con este bombón. —dijo para después lamer sexymente la crema que chorreaba sobre ella exitando ese acto a Damián—

Dorian, la niña está literalmente al lado tuyo, tengan un poco más de respeto con ella. —dije para después sacar a la niña de ahí— perdón bebé, te compro algo en el camino para tu desayuno. POR QUE MAMÁ NO PODRA HACERTE UN SIMPLE SANDWICH CON JAMÓN POR QUE ANDA DE CALENTURA. Dije afirmando mi voz para que ella me pueda escuchar—

Ella solo me miró con enojo mientras se comía a su amante adelante mío. Bueno. Detrás.

Caminamos hasta su primaria que no quedaba tan lejos mientras mi niña jugaba con las baldosas del suelo y cantaba canciones de cuna.

Al llegar las madres se acercaron a mi para tratar de hacer conversación al ser el único hombre de ahí.

Que linda tu niña, parece emocionada por estudiar. En cambio mi hijo no quería ni levantarse. —dijo una de las madres un poco enojada con lo último que dijo—

Mi niña también. No quería levantarse nisiquiera para ir a desayunar, te tuve que llevar la comida a la cama. —dijo la otra madre—

A Luci solo le gusta estar lejos de nosotros. —dije yo mientras todos los niños se iban a a dentro de la escuela— un gusto chicas. Adiós. —dije mientras me iba caminando a mi supuesta casa escuchando a las madres quejarse sobre lo que dije—





Atte: el creador.

Publicado: 1/9/22

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Your Stress DollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora