Y con ese pretexto, regresó a ver a una de las accionistas de Ecomoda. Al llegar a su oficina, abrió la puerta muy bruscamente y le dijo a su amiga, quién por cierto no se la esperaba en el estado en el que llegó la secretaria de presidencia.
Patricia: (Gritando muy fuerte) ¡MARCE! ¡ARMANDO ESTÁ ARREPENTIDO DE HABERTE ENGAÑADO CON CLAUDIA BOSCH! ¡LO LOGRASTE AMIGA! ¡FELICITACIONES! ¡POR FIN LOGRASTE QUE ARMANDO SE ENAMORARA DE TI!
La gerente de puntos de venta, que se encontraba en ese momento revisando los reportes de los almacenes de la 46, se sobresaltó al escuchar semejantes alaridos de su mejor amiga.
Marcela: (Levantando la vista de los papeles que tenía en sus manos) ¡Ay, Patricia! Acaso en esos 6 semestres de finanzas, espera ¿En dónde era? Así, por lo que veo esos 6 semestres de finanzas en la San Marino no te sirvieron de nada porque no aprendiste a tocar las puertas antes de entrar.
Patricia: (Dando su característico golpe de melena) ¡Pero, Marcela! ¿Acaso no haz escuchado todo lo que acabo de decir?
Marcela: (Mirándola con reproche) Pues no, con semejantes gritos que pegaste quien te va a escuchar.
Patricia: (Haciéndose la interesante) ¡Ay, Marce! Que falta de atención la tuya. Fíjate que es algo ¡IM-POR-TAN-TI-SÍ-MO! Pero si no lo quieres escuchar, pues me voy y eso que era algo sobre ti, pero bueno (Haciendo ademán de irse).
Marcela: (Negando rotundamente) No, ahora te esperas Patricia Fernández, dime que sabes.
Patricia: (Regresando a sentarse enfrente de su amiga) ¡Esa es mi amiga! Mira, resulta que hace unos minutos que salí de tu oficina, justo cuando ya me iba a mi puesto ví que la bola esa de brujas del cuartel no estaban en sus puestos y...
Marcela: (Interrumpiendola) ¿Solo veniste a decirme eso? Porque si es así, ya te puedes ir que yo no tengo tiempo de ir a regañarlas, dile a Gutiérrez lo que sabes para que les haga un memorando con copia a su hoja de vida o yo que sé. (Regresando a leer los reportes de ventas) Tengo cosas más importantes en las que pensar, como por ejemplo, en estos reportes de los almacenes de la 46 que están presentando leves problemas o en... (Le muestra una página de internet sobre “COMO TENER FELIZ A TU PAREJA” que encontró) estudiar para la RECONCILIACIÓN con mayúsculas, como tú la llamas.
Patricia: (Quejándose) ¡March, espérate! Justamente de eso se trata a lo que vengo, bueno está muy pero que muy relacionado y creo que te va a gustar mucho la noticia, que digo gustar, te va a encantar. Te vas a morir mejor dicho.
Marcela: (Desesperandose) ¡Ya, peliteñida! ¡Dímelo de una maldita vez! ¡No me dejes así! ¿Qué pasó?
Patricia: (Acariciando su cabello teñido) Sin insultos, Marce, por favor. Ya te pareces a la bola esa de feas que me insultan a cada rato. Y si te vas a poner en ese plan, mejor me voy ya mismo, pero así mira (Y hace un chasquido de dedos).
Marcela: (Entornando sus ojos) Ash, bueno. Pero dime, ¿qué pasó?
Patricia: (Hablando bajito) Pues mira Marce, hace un momento que salí de tu oficina, me percaté de que las del cuartel de feas no estaban en sus puestos como siempre; y pues, yo como la secretaria de Presidencia que soy, me preocupo por el bienestar de esta empresa y del trabajo pendiente que hay, así que fui a buscarlas a su famosa sala de juntas, o sea el baño, Marce. ¿Ya sabes eso no?
Marcela: (Queriéndose reír a más no poder) ¿Tú, preocupada por Ecomoda?
Patricia: (Viendo a su amiga) ¡Mira, qué cosas dices! Pues claro, yo no soy tonta, y sé perfectamente que si me corren, me quedo en la calle, yo necesito mucho este trabajo y lo sabes.
Marcela: (Sin poder contener la risa) JAJAJAJAJA, pero Patricia ni tu misma sabes en que día estamos, ¡ya parece que vas a saber del trabajo que se hace a diario aquí en la empresa!
Patricia: (Observando con cara de pocos a migos a la pelinegra) Sin burlas, ya te dije. Sin burlas. Puede que yo no sepa mucho de finanzas, pero no me vas a negar que me visto muy bien.
Marcela: (Entrando en un terreno muy incómodo para Patricia) Pero, te desvistes mejor ¿no es así? Al menos eso dijo Daniel la vez pasada, ¿o ya no recuerdas?
Patricia: (Exasperada) ¡Basta ya, Marcela Valencia! Cálmate y cállate, para que te siga contando.
Marcela: (Enojandose) ¡Mire, Patricia Fernández, usted a mi no me grita, no me calla y no me insulta! ¿Entendió?
Patricia: (Tratando de defenderse) Pues para eso, usted tampoco se mete en donde no la llaman, ¿okey?
Marcela: (Respondiendo de mal modo) ¡Okey! Pero sígueme contando.
Patricia: (Con sarcasmo) Gracias, querida.
Marcela: De nada, peliteñida.
Patricia: (Aclarandose la garganta para continuar con su relato) Bueno, resulta que cuando iba al baño para buscarlas, una conversación entre ellas hizo que me detuviera porque, no sé bien porque pero algo me dijo que me detuviera a escuchar atentamente y... Tu sabes que a mi no me gusta meterme en chismes... Pero este sí que es un notición...
Marcela: Sí, ajá.
Patricia: Y a que no sabes de quién, o más bien de (Haciendo énfasis en esa palabra) QUIÉNES hablaban.
Marcela: (Mientras ordenaba unos documentos) ¿Crees que soy adivina o qué?
Patricia: Desde luego que no.
Marcela: ¿Entonces qué pretendes? Es obvio que no sé.
Patricia: (Inventandose un nuevo apodo para su jefe) Estaban hablando de ti y de don Armando Estúpido Perro Mendoza.
Marcela: (Gritando) ¿Esas brujas estaban hablando mal de mi y Armando, otra vez?
Patricia: (Pensando si decir que sí o no) No tanto, Marce. Y antes de que te pongas de misia pantera, mejor te digo que estaban hablando más que nada de nuestro queridisimo presidente. ¿Sabes por qué?
Marcela: Ya te dije que no.
Patricia: (Volviendo a su relato) Mira, al parecer las chismosas de Bertha y Mariana se pusieron en plan de espías y; primero que nada nos espiaron a nosotras y después espiaron a Armando y a Mario en la oficina de este último.
Marcela: (Enojandose) ¿Cómo así que nos espiaron? ¡Esto ya es el colmo!
Patricia: Así como lo oyes, amiga. Bueno, al parecer cuando los espiaron a ellos, lograron obtener una información muy valiosa para ti.
Marcela: (Cruzandose de brazos) ¿Ah sí? ¿Y qué es?
Patricia: Agarrate bien de tu silla, March. Porque lo que escucharon las del cuartel fue que: ¡Armando le estaba contando a Mario que estaba arrepentido de haberte engañado con la mosca muerta esa de la Claudia Bosch!
Marcela: (Sorprendida a más no poder) ¿¿¿¡¡¡QUÉ!!!???
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Holis gente, pues después de una eternidad verdad, he vuelto a actualizar... Jejeje... Lo siento mucho pero no había podido hacerlo y pido una disculpa por eso, pero bien, los dejo con esta nueva parte de la historia... No se olviden de votar si les gusta y si quieren, pueden pasar a ver mi otra historia titulada ~🥀Mi despido de Ecomoda🌿~, ya que ayer subí capitulo nuevo... Bueno... Me voy... Besos y que disfruten la lectura.
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✨Mi vida después de la tragedia✨
FanfictionNota: Está historia transcurre después de que Betty lee la carta de Mario y empieza a gastar el dinero de Terramoda... Se acuerdan que Betty después de comprar el carro, le pidió a Nicolás que se vistiera bien, acordé a su trabajo y al carro? Pero N...