✨Mi vida después de la tragedia✨

Capitulo 11:

Mario: (Soltando la estocada final del plan) Vea, llévele serenata a Marcela.

Armando: (Sorprendidísimo y gritándole al vicepresidente comercial) ¿¿¿¡¡¡Qué!!!????

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Ahora veamos, o bueno leamos que hace nuestra Betty...

Betty seguía llorando silenciosamente, preguntándose una vez más, ¿Por qué? ¿Por qué le habían echo eso a ella? Si ella desde el principio había sido incondicional con él, si él. Ya ni podía pronunciar su nombre porque tan solo el hecho de hacerlo le dolía. En ese momento, tuvo una idea, sacó el celular que apenas hacía un par de horas había comprado. Recuerda como fue que adquirió ese teléfono, y eso le causa una sonrisa en su rostros, pero no sólo ella, sino que su mejor amigo, su hermano, una persona que jamás la traicionaría también lo hizo. Si, hablamos de Nicolás Mora.

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**Inicio del flashback**

Acababan de salir de la óptica que Hernán les dijo que visitaran, y la verdad es que Nicolás tuvo un buen cambio, en otras palabras, quedó todo un triplepapito. Y en eso, el economista tuvo una idea y se la planteó tal cual a su amiga.

Nicolás: (Buscando la atención de Beatriz) Oiga, Betty.

Betty: (Volteando a ver a Nicolás) ¿Sí?

Nicolás: (Dándose una vuelta) ¿Qué tal quedé ah?

Betty: (Recalcando la palabra) MUY BIEN Nicolás, MUY BIEN.

Nicolás: (Medio sonrojado) Verdad que si, Betty.

Betty: (Media extrañada por la actitud de su hermano) Si, Nicolás. ¿Por qué la pregunta?

Nicolás: (Titubeando) Pues es que... Que... Yo...

Betty: (Extrañada) A ver, Nicolás. Al grano, por favor.

Nicolás: (Armandose de valor) Ay, Betty. Es que, con esta pinta que deslumbra a cualquier mujer...

Pero lamentablemente no lo dejan continuar porque unas señoritas pasan y le tiran piropos a Nicolás.

Mujer 1: (Silbando en un tono pícaro) Uy, papito. ¿A qué hora sales por el pan?

Mujer 2: (Insinuandose) Te puedo dar mi número de teléfono y quedamos para una cita, papacito.

El economista que se quedó extrañado por ese tipo de comentarios respecto a su persona, no tuvo más remedio que contestar.

Nicolás: (Sonrojado) Eh, gracias, gracias.

Mujer 1 y 2: (Mandandole unos besos a Nicolás) Cuando quieras, chiquito. (Y se fueron, perdiéndose entre la gente)

Después de esa situación poco común para nuestro gerente general de Terramoda; éste procede a continuar, pero Betty lo interrumpe por segunda vez.

Betty: (Con voz burlona y remedando a las muchachas) Adiós, papito.

Nicolás: (Hinchándose como un pavo real) Ay, Betty. No sea envidiosa, mire que es el primer piropo que una mujer me tira.

Betty: No pues, eso ya lo ví, (Recalcando la palabra) NOVIO MÍO. Jojojojo.

Nicolás: (Señalándose a si mismo) Bueno, lo que le estaba diciendo era que, pues que con esta pinta que me cargo, (Haciendo con sus manos un teléfono que se pega en la oreja) nos hace falta un teléfono jefa. ¿No lo cree?

Betty: (Pillando la onda pero haciéndose la desentendida) Nicolás y ¿Yo para qué quiero un celular?

Nicolás: (Mirando extrañado a la economista) ¿Cómo que para qué? Betty, un celular es un aparato muy útil en estos tiempos. Vea, con uno de esos puede llamar a su papá desde dónde sea y a la hora que quiera.