𝑳𝒂 𝑪𝒂𝒋𝒂 𝑴𝒖𝒔𝒊𝒄𝒂𝒍 (Remione)

51. Voz Angelical

Fabián fue el primero en abandonar el denso bosque

Su apariencia estaba roida, razguños por todas partes, estaba increíblemente agitado y tenso

Miró en frente, encontrándose a Lev y a un hombre albino de ropas blancas, de brazos cruzados y cara de pocos amigos, mirarlo fijamente

Fabián jadeo al no ver a su gemelo

—¡¿Gideon?!.- preguntó en voz alta volteando para mirar el bosque

No supo en qué momento, el musculoso guardián puso gentilmente una mano en su hombro

—Tu hermano está bien, ahora mismo volvió con tus otros amigos en la entrada...- Lev lo tranquilizó

—Pero tu dijiste que...-

Lev negó con la cabeza

—Lo dije, pero era parte de la prueba, ustedes debían entrar en el bosque por voluntad propia haciendo acoplo de su valentía, pues es algo que no todo el mundo posee, pero creeme cuando te digo muchacho, tu hermano y tú, no están en peligro...- Lev le sonrió

Fabián suspiró con alivio al encontrar en los ojos del imponente hombre, sinceridad

Luego posó sus ojos azules en el hombre de blanco, un poco más lejos de ellos, y se sorprendió

—¿Severus?.- preguntó reconociendo ligeramente el rostro del joven amigo de la líder de su escuadrón, en el hombre que claramente era mayor y con más aura de amargado...

Este negó con la cabeza y se acercó lentamente

—Mi nombre es Pergamenum, tú y yo no nos conocemos.- respondió con su voz barítono

Fabián lo analizó con la mirada y luego asintió

La rareza de la situación, de alguna manera, ya no lo sorprendía.

—¿He pasado la prueba?.- preguntó el pelirrojo a ambos hombres

—Eso debemos verlo.- Lev le sonrió

Fabián lo miró sin comprender

El hombre musculoso lo guió hasta un lugar rocoso, y frente a ellos, había una fuente con la cara de un león, que escupía agua, como si fuera una cascada, a una tinaja de piedras

Fabián estaba sorprendido y a la vez sonreía maravillado por lo hermoso que se veía

—Debes meter tu mano y recoger la piedra de Magdalena, si realmente eres digno de ella, podrás sacarla sin problemas.- Lev le indicó con una sonrisa

Fabián lo miró

—¿Así sin más? ¿No me dirás si hay una piraña o algo así, que me va a morder los dedos cuando meta mi mano allí?.- preguntó ligeramente divertido

Lev se carcajeó

—Acepto la sugerencia para la próxima.- se limpio las lagrimitas de haberse reído tanto

Pergamenum solo rodó los ojos

Fabián le dio una sonrisa y luego metió la mano dentro de la tinaja

Revolvió entre algunas piedras, pues no podía ver dentro, y consiguió tomar una...

La sacó y se le quedó viendo

Una hermosa gema de color esmeralda brillaba intensamente y sus ojos azules parecian brillar con ella

Con un movimiento de muñeca Pergamenum le agrego a la piedra una delgada cadenita de acero fundido, con pequeñas runas, que eran ínfimamente notables, y esta flotó para quedar colgando en su cuello