Capitulo 115: Conquista y La disculpa.

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Cualquier ser viviente que ha tocado la faz de la tierra en algún momento de su vida siente esta emoción...


Pero dicha emoción es una que ha estado desde el principio del todo...


Aquella que siempre está presente de manera pasiva dentro de nuestra mente como un mecanismo de defensa para nuestra supervivencia.


Es el botón de alerta máxima cada vez que nos encontramos en extremo peligro, y ese es...


Miedo.


...


La definición clara del miedo se hizo presente cuando la puerta de madera se abrió de golpe.


[Ameli: ...]


La chica hábilmente estaba colgada del marco superior de la puerta evitando a su perseguidor, pero era evidente que su cara estaba mas pálida de lo normal.


En el pasado cuando se dedicaba meramente a la caza se encontró con muchísimos enemigos que podrían arrebatar la vida de cualquiera en menos de un instante.


Uno de sus miedos eran hacia las serpientes, pues era un trauma muy horrible que tenía desde niña, pero eso ya era un caso por aparte. Ya que "eso" estaba siendo superado de por creces por la situación que experimentaba en este preciso momento.


En su habitación casi a oscuras siendo iluminada apenas por los rayos del atardecer que penetraban a través de la cortina, el depredador emergió a pasos lentos entre las penumbras de la casa.


El nerviosismo era evidente, sus latidos intensificados no eran para nada sanos y correspondiendo a esto el sudor de su frente chorreaba como un manantial.


Rezaba sobre toda la existencia de que esa presencia quien se coló en su cuarto no la encontrara y la arrastrara hacia un infierno interminable donde lo único que le esperaría serian lamentos y penurias.


La silueta revisó cada centímetro del cuarto en busca de la chica, desde la cama hasta el closet quien estaba abierto por unos escasos milímetros.


Como para poner a prueba sus capacidades olfateó un poco las pertenencias de la chica para dar con su olor de manera precisa.


Su arco preferido estaba en manos de esa sombra, su capa que era un conjunto con sus shorts y camisa blanca era profanada y manoseada por su depredador.


Eso claramente la molestó bastante, pero por su bien tenía que aguantar cuanto podia para evitar desatar el infierno.


Al menos, hasta que Darkness y Megumin volvieran junto con las 3 niñas que salieron a quien sabe dónde.


No dando con su objetivo, fracasó en su localización captando gracias a sus sentidos aumentados un suspiro de frustración la silueta dejó los objetos en su ubicación y salió del cuarto en búsqueda de ella.

Konosuba:  Mímica empaticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora