❝Aether se ha dado cuenta que el adepus que admira es mas que estupor en lo que ve a simple vista. Mientras tanto Xiao esta seguro de lo que siente por el viajero pero no esta dispuesto a compartirlo cuando Liyue esta antes que su sentimiento❞.
...
Todo comenzó tranquilo, donde un cielo menguante se asomaba al norte proveniente de una lejanía casi inaudita.
Aether se estiro, después de ayudar a Zhongli con algunos encargos pronto se encontró sin dinero en sus bolsillos, quizás el arconde no lo sabia pero la mora le costaba días de trabajo conseguirlas. Ni siquiera Venti le había hecho gastar tal cantidad incluso cuando se tomo medio barril de cerveza.
Sonreía sin siquiera pensarlo, Hu Tao se encontraba agradeciendo a aquel viajero mientras una mirada fija se posaba en su nuca.
—¿Viajero te encuentras bien?— Hu Tao lo miro interesada en lo que de pronto había distraído al chico rubio este negó con la cabeza para volver a la conversación establecida.
Xiao solo podía preguntarse que era de eso que tanto hablaban, tomo una distancia prudente donde solo el ojos más agudo podía alcanzar a divisarlo. Observo los aretes y detalles de chico, y estaba seguro que habían cambiando de color.
Quizás era solo preocupación, intento decirse eso la primera vez que pensó el Aether, luego de casi haber muerto era normal estar preocupado.
—Que idiotez— Pero Xiao no era ningún retrasado. Muy pronto supo lo que sentía por Aether y no molesto en negárselo a si mismo porque era inevitable.
—¿Xiao?— Aether ahora lo estaba viendo. El recordó como de pronto un día el viajero lo llamo y no se lo pensó dos veces en acudir a su llamado.
—hm— Observo el detalle de los ojos y las personas que lo rodeaban, no estaba interesado verdaderamente en el motivos de su llamado, si de quién lo había hecho.
Luego de probar algún platillo y dar su opinión salió cortante de aquel lugar pero parecía que ese chico estaba enfocado en chocarse con el.
—¡Xiao! Que gusto verte— Aether se acercó sonriendo, si hubiera sido cualquier otra persona la habría ignorado. Hoy haría una excepción.
—Hola—
—¡Paimon también está aquí!—
-Hmm- Quizás debería empezar a cambiar de rutas, el de rubio aun estaba sonriendo.
-Vamos a explorar un poco ¿Te gustaría acompañarnos?-
-¡Excelente idea! Paimon esta segura de que la pasaremos bien!-
-No-
Pronto ambos, viajero y acompañante se voltearon a mirar al chico. Xiao no se molesto en seguir ahí para salir huyendo. Temía que pasar mas tiempo con ese chico lo volvería loco al grado de querer tocarlo directamente. Pasaron los días y no volvieron a cruzarse, ninguno en el camino del otro. ¿Lo habría olvidado?
Entonces el festival llego, todos adornando y comprando. Ver a Liyue de esa manera tan animada le habían subido el animo luego de no haber visto al viajero, pronto se dio cuenta que Morax tenia razón al haber hecho esa ciudad en ese lugar especifico.
-XIao- Su visión se volvió tenue cuando esa voz lo llamo, reconocería ese acento en donde quiera que fuera como una sintonía pasmosa.
-Hola- Algo no le agrado, y eso era la chica que estaba detrás de el. No tenia una mala relacion ni mucha opinión sobre Kenching pero la llegada de ella y el viajero juntos lo estaba perturbando un poco.
-Te hemos traído un presente- Aether le sonrió.
-¿Te gustaría ver las linternas con nosotros?- El viajero seguía insistiendo.
-No aun hay peligros, ten cuidado- El chico lo había invitado pero el había desaparecido, estaba mejor así. Criaturas se asomaban a las puertas y lejanías de Liyue, su deber era protegerlos a todos incluso a el .
La tarde cayo junto a un sol y las estrellas se posaron alumbrantes en el cielo. Recordó los hermosos ojos de Aether y sonrió para si mismo, el espectáculo estaba por comenzar y todos se volvió extraordinario a los ojos de cualquiera.
El se sentó en la hierba y aunque no podía ver al chico que robaba sus suspiros sabia que estaban mirando el mismo paisaje, las mismas luces y ambos compartían el mismo corazón latiente por el asombro de lo esplendoroso que Liyue podría lograr. Se permitió disfrutar aquello.
-Quizás el próximo año lo podamos ver ambos- Estaba convencido de aquello y tenia esperanzas de el cielo sobre ellos fuera igual de benevolente permitiéndoles estar cercanos. Lo amaba, quizás eso le estaba comenzando a dar cobardía.
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𝐍𝐎𝐓𝐀 𝐃𝐄𝐋 𝐀𝐔𝐓𝐎𝐑
✧Algunos corazones son para estar juntos no unidos
