((HISTORIA EN EDICIÓN))
Parecía ser tan solo otro normal día
de trabajo; las personas discutían, el
café ya estaba frío y empleados como
usted simplemente se dedicaban a lo
suyo, o al menos así era hasta que
repentinamente un apuesto hombre
apar...
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-Hogar, dulce hogar- Murmuraste para ti mismo suspirando con satisfacción.
Te encontrabas descansando en tu nuevo sofá al lado de tus colegas celebrando la fiesta de inauguración en su nuevo hogar.
Después de la fuga de hace unas semanas, usted y sus compañeros decidieron quedarse en una propiedad que le pertenecía a Mitch. El hombre nunca había planeado usarla debido a su falta de muebles y que se localizaba demasiado lejos de su trabajo.
Sin embargo, con el repentino cambio de identidad hubo una oportunidad conveniente de usarla. Pero esto ya lo sabías, ¿no?
Las cosas eran justo como deberían ser.
-Me alegra que consiguiéramos ese sofá por 20 billetes. No todos los días se consigue una preciosura como ésta- Alardeó Holly bebiendo de su soda. Ben tarareó de acuerdo comiendo de su sopa instantánea.
-Ya no tendré que seguir durmiendo en el suelo- Agregó el macho con alegría.
-Propongo que brindemos por Holly- Dijiste levantando tu bebida favorita. Mitch gruñó desviando su mirada ofendido. Usted sonrió con burla -Y también por Mitch, de no ser por él ahora mismo no tendríamos un bonito techo donde vivir-.
-Por Mitch- vitoriaron los demás.
El recién mencionado infló su pecho con orgullo. -Ah, no es nada. Solo me dio lástima dejarlos en la calle- Bromeó el azabache.
-Claro, Mitch. Eso suena muy creíble- Farfulló Holly apoyando su cabeza en su mano. -En el fondo nos amas-.
-No es verdad. Tan sólo los odio menos que al resto-
-Oh, eso fue lindo...- Comentó Ben limpiando una lágrima imaginaria. -Los quiero chicos-.
-No te pongas cursi, Ben- Pidió Holly negando con la cabeza. -Oh..- El hombre formó un puchero entristecido.
Reíste para ti mismo, permitiéndote cerrar tus ojos para caer en un profundo sueño.
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