Inestable—No puedo creer que me haya hecho esto... – murmuró otra voz, sacándolo de su trance. Inmediatamente, usted guardó el celular dentro del bolsillo de su chaqueta sentándose intranquilo frente la barra.
Allen entró a la habitación tallando su frente con cansancio. Al verte, relajó su ceño fruncido, permitiéndose soltar un suspiro fatigado. —Espero que te hayas divertido– dijo manteniendo un rostro neutro.
Formaste una sonrisa forzada intentando parecer relajado ante los ojos ajenos; cosa que no le pasó desapercibida.
—Supongo... – Contestó recordando la llamada de hace unos segundos. El azabache se mantuvo en silencio esperando a que usted prosiguiera, cosa que nunca ocurrió. Darzi levantó una ceja impasible colocándose frente usted —¿Y bien? ¿No tienes algo que decirme?— interrogó el macho analizando tus rasgos.
"Diablos, ¡ya lo sabe! Ahí te voy San Pedro.... "
—No, para nada– Contestas comenzando a transpirar.
El pianista gruñó dando un duro golpe a la barra, haciéndole saltar de su asiento.
—¡¿Por qué no me dices la verdad?! ¿Acaso quieres hacerme enfadar?– Cuestionó Darzi perdiendo la paciencia.
Para este punto, casi te orinas en tus pantalones; después de todo, acabas de descubrir que Allen había intentado asesinar a tus amigos ¿qué lo evitaba a matarte ahora mismo?
—No sé... de que hablas...— fue lo único que respondiste.
El pianista notó tu estado causando que una punzada de culpa invadiera su pecho; pasó la mano por su delicada cabellera oscura dando una profunda aspiración relajando sus emociones.
Estando a punto de abandonar la cocina, Allen te atrajo a un abrazo aspirando tu aroma como si temiera olvidarlo.
—Pido perdón, amor mío. Estaba cegado por un ataque de rabia– murmuró depositando un beso en el ángulo de tu cuello. —Verte con ese asqueroso hombre de antes me llenó de celos; odio verte sonreír con cualquiera que no sea yo– explicó llevando sus manos hacia tus pómulos dando lentas caricias.
"Entonces... ¿No hablábamos de la llamada? Genial" pensaste conteniendo un suspiro aliviado.
—Dejame disculparme con un obsequio– Allen dio un chasquido permitiendo que uno de sus guardias entre con una pequeña caja rectangular envuelta de un bello papel de tu color favorito y un lazo blanco. Sin siquiera mirar al hombre, el pianista arrebató el regalo de sus manos haciendo un ademán incitándolo a irse.
"Grosero... "
Cuando quedaron en completa soledad, el azabache sonrió con dulzura prosiguiendo con su perorata —Este regalo lo elegí especialmente para ti. Espero que cumpla tus expectativas y si no es así entonces dímelo para cambiarlo; sólo lo mejor para mi cariño— Sin más, te entregó la pequeña caja manteniendo su brillante sonrisa.
"Amigo, señor Hollywood es más bipolar de lo que recordaba" pensó abatido comenzando a rasgar el papel. Al abrir la caja se encontró con un moderno celular de pantalla táctil. Algo totalmente diferente a tu viejo Nokia.
—Que... – Allen esperó expectante tu respuesta. —Sorpresa—.
Un silencio incómodo llenó la habitación.
—¿Eso es todo? ¿No te gusta? ¿Esperabas otra cosa? Debí traer la maldita televisión ¿cierto?... — Cuestionó alarmado contrayendo su rostro en confusión. Le das una suave sacudida deteniendo sus pensamientos. —Está bien, está bien; el teléfono es bonito– Comentas desganado.
Volvió a sonreír reconfortado.
—Me alegra escucharte decirlo– Besó tu frente con ternura. —Te amo—.Estabas harto; ya no deseabas seguir lidiando con la inestabilidad emocional de Allen, ni de su excesiva atención, ni de su abrumadora obsesión.
Era obvio que el pianista no había recibido los cuidados ni afectos adecuados de joven, creando a un delirante adulto psicótico. Esto no justificaba el hecho de que te tenía retenido en contra de tu voluntad y mucho menos de haber intentado asesinar a tus amigos. Lo que Allen necesitaba no era tu amor, sino unos largos años de terapia (... y en prisión).
Lo mejor sería tomar caminos separados, pero viendo que el pianista no te dejará ir tan fácil lo mejor será planear un escape; no sabes cuando ni como, pero planeabas escapar.
—Entonces, ¿me prometes que nunca volverás a hablar con el jardinero?– interrogó el hombre de repente.
—¿Hmm?
—Bueno, yo ya me disculpe. Es tu turno cumplir tu parte del trato, mi sol– arrullo el pianista dándole un corto beso en la nariz.
"Estúpido bastardo-"
—¿Por qué debería disculparme?– Preguntas, manteniendo los ojos entrecerrados.
—¿Por qué?– Imitó tu pregunta genuinamente ofendido. —¿Qué no es obvio? Solamente yo puedo hablar contigo, solo yo puedo tocarte, ¡solo yo puedo amarte!— explicó pareciendo cada vez más desesperado.
Es suficiente.
—Necesito ir al baño—.
Allen abrió los ojos sorprendido.
—De acuerdo– respondió intranquilo, rascando sus brazos con ansiedad. –Por favor no tardes, te amo... —.Sin molestarse en responder, salió de la cocina dirigiéndose a su habitación.
"Me voy mañana si o si"__________________
¡Perdón por no actualizar! :(
Me gusta actualizar una vez por mes, pero el mes pasado no pude, por ende prometo traer el próximo capítulo en unos días. De todas formas, la historia ya casi termina así que ya no habrá tanta espera.También otra disculpa por el mal capítulo ಥ_ಥ
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❝Freak┇yandere❞
Fanfic((HISTORIA EN EDICIÓN)) Parecía ser tan solo otro normal día de trabajo; las personas discutían, el café ya estaba frío y empleados como usted simplemente se dedicaban a lo suyo, o al menos así era hasta que repentinamente un apuesto hombre apar...