Capitulo 10

1.2K 111 0
                                    

Su primer heredero. Tony se humedeció los labios. ¿Entonces habría más bebés? ¿Acaso no se conformaría con uno si su única intención fuese la venganza? ¿Y yendo aún más lejos, lo dejaría embarazado si su única motivación fuese vengarse de su padre? De ninguna manera podría imaginarse a Steve Rogers
haciéndole eso a un niño, así que tuvo que admitir que todavía no lo comprendía lo bastante bien para juzgar.

- Mantén las piernas abiertas de par en par - dijo Steve y se arrodilló colocándose entre ellas - Si fuera posible, me gustaría tenerlas así separadas día y noche, con tu entrada siempre visible y preparada para que la penetre.

Tony expulsó el aliento, su excitación crecía a pasos agigantados. Algunos omegas encontrarían repugnantes sus palabras guturales, pero ése no era su caso. Steve era la personificación de la masculinidad con sus modales arrogantes y poco cultivados. Era brusco y tormentoso justo las cualidades que más lo habían atraído tantos años atrás. Cada vez le resultaba más difícil separar el pasado del presente.

Steve pasó una mano posesiva sobre su cuerpo.

- Nunca he visto un cuerpo más perfecto - anunció de forma algo ausente. Algo sólo, porque no había nada ausente en Stev - Debería estar en una revista - Alzó otra vez la ceja de siempre. - A no ser porque yo no comparto.

Tony recobró el aliento por un momento. ¿Por qué le hablaba de esta manera? ¿Por qué elogiaba su cuerpo? ¿Y por qué insistía en revelar sus propias vulnerabilidades?

Steve abarcó su erección y la dirigió hacia su entrada lubricada.

- He esperado mucho, mucho tiempo para esto, por ti Tony Stark.- murmuró mientras cubría su cuerpo con el suyo. Sus ojos castaños se abrieron un poco con la revelación - Demasiado tiempo, maldición.

Su mandibula estaba apretada, sus dientes cerrados con fuerza. Se zambulló en su entrada con un gemido, clavándole el pene hasta el fondo. Tony jadeó con la penetración, capaz de sentir su cuerpo latiendo en su interior. Comenzó a agitarse lentamente adentro y afuera, y el sonido de su entrada envolviendo su pene actuó como afrodisiaco.

-De tu cuerpo al cielo - dijo roncamente, los párpados pesados, y continúo entrando y saliendo suavemente de el.

- Lo siento amor, no quería penetrarte hasta llegar al dormitorio, pero no podía esperar más.

Tony se mojó los labios, esa confesión le había dado el valor que necesitaba.

-Entonces cojeme - susurró, sintiéndose alentado - He fantaseado contigo desde que era un niño. Conviértelo en realidad.

Steve abrió los ojos de par en par. Su cuerpo inmóvil, los músculos tensos.

-Tony...

- Es verdad - dijo, ruborizándose. Apartó la mirada - Por favor no hagas que me arrepienta de haberlo confesado-susurró.

Él permaneció inmóvil un momento más, como si estuviese dándole vueltas a algo en la cabeza. Le habría gustado mirarlo para ver su reacción, pero estaba demasiado avergonzado.
Un poco después ya volvía a estar jadeando mientras él lo destrozaba por dentro, y un poco después gemía mientras él cubría su cuerpo y bombeaba dentro y fuera con embates rápidos y violentos.

-¿Es lo bastante real para ti, Tony Stark? - masculló con la mandíbula apretada. Luego rotó las caderas y golpeó en su interior más rápido y más duro.

- Sí-gimió, ofreciéndole su pecho
mientras arqueaba la espalda - Sí.

El chasquido de carne contra carne
compitió con el sonido húmedo de sus
pezones entrando y saliendo de su boca
mientras continuaba chupándolos sin
descanso.

Tony jadeó y un gemido se escapó de sus labios. Se estiró hacia abajo y le agarró las nalgas.

- ¡Qué bueno! - murmuró con los ojos cerrados mientras una brisa tropical refrescaba sus cuerpos ardiertes-Sí, así, así.

- Sí, así, así, mi Tony - dijo Steve levantando la cara de sus pezones. Apretando los dientes, giró suavemente las caderas y, de repente, clavó otra vez su pene dentro de el, sus caderas
martilleando adelante y atrás mientras entraba y salía de su entrada.

Tony jadeó, podía sentir cada pulgada de su inmenso pene enterrado profundamente en su interior. Abrió los ojos para observar cómo lo penetraba, para mirar como su enorme pene desaparecía dentro de él con un sonido de succión. Más y más. Una y otra vez. Lo penetro más fuerte y más rápido y...

- Oh Dios mío -Tony chilló fuera de sí, cerró los ojos y su cabeza cayó hacia atrás contra la tumbona. Sus piernas se estremecieron encima de sus hombros mientras su cuerpo se convulsionaba con el orgasmo - Sí oh, Dios, Steve.

Steve gruñó y continuó penetrandolo. Escuchar como Tony se corría con su nombre en los labios lo convirtió en un salvaje. Sus dedos se hundieron en la carne de sus muslos mientras seguía su ritmo.

Se derrumbó encima de el, cubriendo su cuerpo por completo y las piernas de Tony se envolvieron instintivamente alrededor de sus caderas.

Su cara parecía dolorida, como si supiera que estaba a punto de correrse y desease que esto no sucediera como si quisiese que este momento durara para siempre.

Steve enterró su pene hasta el fondo, penetrandolo con embestidas duras y profundas. Los ojos cerrados, los músculos tensos, se hundió en su entrada una, dos, tres veces más.

-Tony -Se corrió con un bramido ruidoso, la mandíbula apretada, mientras chorros de semen inundaban prófundamente las entrañas de Tony, y su cuerpo tieso se estremecía contra el suyo.

Su matrimonio había sido consumado por completo. Durante un buen rato, ninguno de los dos movió ni un músculo ni dijo una palabra. Se quedaron allí, saciados y agotados, durante lo que les parecieron horas.

Tony siguió aferrado al cuerpo de Steve, ciñéndole la cintura con los brazos.

Él también lo tenía abrazado, se fijó, y no parecía tener ninguna intención de soltarlo.

Levantó la cabeza y sus ojos vagaron
distraídamente; observó la silueta de una palmera meciéndose bajo la brisa nocturna, la luna creciente proporcionaba un atmósfera mística al que podría ser un momento crucial en sus vidas.

Cerró los ojos y abrazó con fuerza a su marido. Se preguntó qué sería de ellos después de esta noche. ¿Podría Steve olvidar alguna vez lo que le había hecho Howard? ¿Y si no podía, conseguiría verlo a él alguna vez como una persona a parte del hombre que lo había sacrificado en el pasado?

Tony suspiró mientras sus manos acariciaban distraídamente la espalda de Steve. Esperaba que todo saliese bien y que su marido consiguiese apreciarlo por si mismo y no como una prolongación de Howard. Si no, pensó tristemente, no tendrían ninguna esperanza de felicidad.

Y los pecados de su padre habrían destruido con eficacia dos vidas más.

PECADOS PATERNOS (ADAPTACIÓN STONY) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora