PECADOS PATERNOS (ADAPTACIÓN STONY)

Capitulo 8

Steve no tenía ninguna intención de conformarse con una relación fría y cortes con su esposo como sucedía en muchos matrimonios de la alta sociedad. Cuando le había dicho que sería su dueño, quería decir justo eso. Con todas las palabras Howard resopló ante su confusión. "Se que no es políticamente correcto hablar de un omega así, pero créeme, hijo, los matrimonios de los ricos y poderosos siempre son concertados. Un alfa de mi posición no puede permitirse que su heredero se valla con cualquiera"

Howard lo había convencido de que su origen humilde no importaba. Y estaba en lo cierto. Steve Rogers tenía el valor y el empuje necesarios para llegar a la cima.

Su cuerpo reacción cuando vio a Tony trabajar con sus inventos. El inalcanzable hijo de Howard le había sido ofrecido en bandeja de plata. Al hijo de un ama de casa y de un portero con salario mínimo, parecía demasiado bueno para ser verdad.

Se le veía tan dulce e inocente allí sentado, con su cabello castaño alborotado enmarcando esa carita de ángel.

Parecía un cordero que no sabe que está a punto de ser comido por un león. Pero ahora solo tiene dieciocho años, se recordó, y está trabajando en Industrias Stark a media jornada mientras acababa sus estudios universitarios. Howard le daría unos años más para madurar y entonces le entregaría su mano en matrimonio a Steve.

"Me sentiría muy honrado de aceptar su mano," decía en voz baja Steve, mirándolo hipnotizado, "Muy honrado..."

Steve lo había idealizado todos estos años, lo coloca en un pedestal que ningún otro omega,beta o alfa podría alcanzar, por eso sus relaciones terminaron invariablemente cuando las omegas de su vida palidecían en comparación con él.

Dos años más tarde cuando Howard lo había puesto de patitas en la calle, no era la perdida de trabajo lo que había lamentado. Ni tampoco el rojo de su proyecto, un proyecto que había supuesto millones para industrias Stark. No. Fue la pérdida de Tony lo que lo había convertido en alguien más despiadado y peligroso de lo que había sido jamás. Se lo habían colocado delante como un espejismo en el desierto, y luego se lo habían arrebatado sin remordimientos.

Los pecados de Howard habían completado el círculo....

Steve arrojó la corbata en el vestidor, preparándose para acostarse esta noche y solamente esta noche sin su espejismo en el desierto. Sabía que su esposo pensaba que indigno de él. También sabía que esto le tenía sin cuidado. Había ganado. Había asumido el control de Industrias Stark y Tony no había tenido otra opción que aceptarlo como marido. Eso o su familia lo perdería todo. En realidad, el no tenía intención de apoderarse de nada que perteneciese a su familia, pero un hombre de negocios astuto sabía jugar sus cartas. Y Steve era más astuto.

Y ahora Tony Stark era suyo.