PECADOS PATERNOS (ADAPTACIÓN STONY)

Capítulo 6

Lo deseaba y no lo deseaba.
Lo amaba y lo odiaba.

No, pensó pestañeando. Eso no era exactamente correcto. No lo odiaba- era Steve quien lo odiaba a el.

Tony jadeó cuando sintió unas manos húmedas y calientes que ceñían sus nalgas por detrás y las estrujaban. No lo había oído salir de la bañera.

- Siempre me ha gustado tu trasero - dijo Steve con voz ronca, sorprendiéndolo mientras acercaba su cintura hasta que el sintió su pene excitado empujando en la carne de su trasero.

- N-no sabía que te habías fijado antes - exhaló.

- Oh, me he fijado mucho - murmuró. Rotó sus caderas, el pene excitado empujando de nuevo- Tienes un trasero maravilloso.

Se le entrecortó la respiración. Se encontraba dividido entre el miedo a lo desconocido y la excitación de saber que a él le gustaba esa parte de su cuerpo. Con sus emociones en conflicto,
no se resistió cuando él lo empujó hacia abajo hasta que su cuerpo se dobló sobre el estante de las toallas.

-... tan redondeado y dulce. Y tan... virginal.

Tony tragó con brusquedad. Eso sí que
era cierto.

-No soportó la idea de que otro te folle, Eres tan sexy- ronroneó en su oído- El omega más atractivo que he visto nunca

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- No puedo creer que no permitas que me vista - siseó Tony a su marido. Sonrió tímidamente al criado que le estaba sirviendo la cena, luego se volvió de nuevo hacia Steve mientras el sirviente desaparecía tan discretamente comò había llegado.

El comedor en que se encontraban era
enorme y espacioso, decorado en estilo
español.

Los pensamientos de Tony volvieron a centrarse en su desnudez. Éste era el tercer día que pasaba en la isla y todavía no se había podido ponerse ni una sola prenda de ropa. La buena disposición que había empezado a experimentar hacia su marido la noche de bodas se había disuelto, y la irritación había ocupado su lugar.

- De saber que iba a ser tratado de esta
manera..

- ¿Qué habrías hecho? - murmuró Steve y sus ojos penetrantes se clavaron en los de el.

Sus aletas de la nariz se ensancharon. Se habría casado con él igual y los dos lo sabían. Era eso o observar impotente como ponía en la calle a su madre y a sus amigos de la empresa.

- Espero que estés disfrutando...

-Muchísimo.

-..porque no va a durar siempre.

Él arqueó una ceja.

- ¿No piensas cumplir tu parte del
acuerdo? - Él acercó su vaso de Pinot Grigio a los labios. - Qué poca deportividad por tu parte, amor.

- Encontraré la manera de recuperar Industrias Stark- masculló el - Ya lo verás-Silencio.

Tony se preguntó inútilmente por qué había estado atacándolo todo el día. Su desnudez no le había molestado tanto los dos primeros días de su luna de miel, ¿entonces por qué ahora?

Frunció el ceño. Se negaba a aceptar que quizás se sintiese rechazado porque, hasta el momento, Steve no hubiese intentado consumar el matrimonio. De hecho, no lo había tocado después del baño juntos. Ahora se sentía absurdo por haber albergado semejantes ideas románticas sobre él después de que eso hubiera pasado. Su orgullo, reconoció, se resentía al sentir su rechazo evidente.

Steve posó el vaso de vino blanco y chasqueó las yemas de los dedos.

- No tienes ninguna posibilidad de recuperar la compañía y ambos lo sabemos. Ahora quiero ver como desaparece tu enfado y te comes el
pescado.

Bufó, poniendo los ojos en blanco.

-Querer es poder. Además soy alérgico al pescado.

Juraría que sus amenazas no lo habían
preocupado ni lo más mínimo, sin embargo, curiosamente, el comentario sobre su alergia sí que pareció molestarle.

- Lo siento, amor. No lo sabía. Te pediré otra cosa.

Tony movió rápidamente una mano para posarla sobre la de Steve.

- Por favor, no toques el timbre - dijo
tímidamente - Casi prefiero comer el pescado antes de que alguien más me vea desnudo.

Le pareció que su mirada se suavizaba, pero no podía estar seguro.

- ¿Tuviste algo que ver con eso?- preguntó suavemente, poniéndose en guardia.

Tony parpadeó arrugando la frente.

- ¿Algo que ver con qué?

- Con que me despidiesen hace años- Su mandíbula se endureció - Con robar mis ideas y fingir ante la junta que eran de Howard.

Suspiró.

- Stev... me siento mal por lo que hizo mi padre, pero...

- Nada más responde a mi pregunta - murmuró - Con un si o un no será suficiente.

Lo miró directamente a los ojos.

- No - dijo firmemente -No me enteré de que te habían despedido hasta una semana después de que sucediera. Pasaron otros dos meses antes de que descubriese lo que te había hecho.

Su espalda se enderezó.

-Puede que no me creas, porque está claro que soy un Stark, pero es la verdad -Silencio.