Dicen que la mafia es despiadada, oscura, enferma, que todo aquel que pertenece a ese mundo está condenado a la desgracia, a que sus manos siempre estén manchadas de sangre, a vivir cada día de su vida con la incertidumbre de si será el último, con...
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Bodega De Alessio
-Escúchame bien bonita entrarás a la bodega como buena chica ¿entiendes? -dijo Massimo y ella solo asintió porque era lo único que la atadura y la cinta en su boca le permitía hacer.
-¡Abajo! -exclamó Carlo.
-Espero que eso le enseñe a tu jefe quien manda-dijo Massimo
La chica bajó con cuidado y corrió hasta la bodega con la esperanza de que la bomba en su cuerpo pudiera ser desactivada antes de que explotara.
-boom-dijo Massimo antes de apretar el botón y con eso no solo había borrado de la faz de la tierra a la chica sino que acababa de destruir la bodega de los de Alessio.
Mansión De Alessio.
-¡Qué carajos! -exclamó Enzo de Alessio. -¡Luciano! -
-¿Qué está pasando? -cuestionó Antonella.
-¿Dónde está Luciano? -él dijo con ojo
-Aquí estoy, ¿Qué sucede padre? -
-¿Qué sucede?, que han volado a pedazos nuestra bodega por tu chistecito
-¿Mi chistecito?, he asesinado a un asqueroso de Santis-el sospechoso orgulloso
-¿Qué ¿Qué ha dicho? -Natasha respondió con clara preocupación.
-Que tu hermanito ha eliminado a uno de los De Santis -él repitió
-¿A quién? -ella cuestionó desesperada.
-nada más y nada menos que al Boss -dijo y ella suspiró.
-Me importa una mierda han destruido nuestra bodega, nuestra mercancía, ¿cómo nos vamos a recuperar de tanto? Los diamantes ahora esto. ¿Qué sigue? -dijo Enzo con enojo
-Tranquilo cielo -dijo Antonella
-No puedo tranquilizarme cuando tengo un hijo inepto y me enferma pensar que algún día le dejaré mi imperio.
-No deberías ser tan duro con el Enzo-habló Irina
-Cállate, no he pedido su opinión -respondió Enzo.
-Deberías agradecerme, con Dimitri muerto tenemos todas las de ganar. Massimo se está consumiendo por su propio vicio-él dijo.
El ruido del timbre de la Mansión de Alessio y unos murmullos se escucharon antes de que Adelaide entrara al lugar como una compañía inesperada.
-Enzo cariño te buscan -Adelaide informó con esa dulzura característica.
-¿Quién es? -cuestionó él con fastidio
-Yelena Demidov-ella se presentó allí con ese porte y elegancia provocando fastidio en las tres esposas de Enzo, pero él en cambio tenía una expresión de sorpresa pues nunca pensó en volver a ver a esa hermosa mujer rusa que lo había enloquecido 18 años atrás y de la cual nunca supo desde entonces.
