Dicen que la mafia es despiadada, oscura, enferma, que todo aquel que pertenece a ese mundo está condenado a la desgracia, a que sus manos siempre estén manchadas de sangre, a vivir cada día de su vida con la incertidumbre de si será el último, con...
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NARRA HARLEY
Después de todo el tiempo que tenía aquí completamente siendo infeliz había reído por un momento olvidándome de las cosas temporalmente.
Ballasare era un hombre alto ,fornido ,de una gran melena dándole un toque de chico malo.
-Tu tatuaje esta increíble -dije cuando él quitó su sudada ramera para cambiarse.
Aquel llamó mi tatuaje atención, cubría toda la piel de su espalda.
-¿El dragón? -él cuestionó y asentí -esta es la razón por la cual todos me conocen por el dragón es mi animal favorito y sobre todo por el significado que tiene- el reproche.
-¿Qué significa? -dije con curiosidad
-sabiduría, fuerza y libertad -él enumeró con sus dedos cada palabra.
-Muy interesante, ¿puedo tocarlo? -dije con entusiasmo y él ascendió.
Me acerqué un poco dudosa y con delicadeza recorrí su tatuaje con las yemas de mis dedos. Sentí como su piel se erizó con mi toque. Sus músculos se tensaron y lo sintieron tragar saliva.
-cof cof-una tos falsa nos interrumpió
-¿Te pago por entrenarla o por dejar que te acaricié? -dijo Dimitri con enojo.
OK, debería admitir que desde la perspectiva de cualquiera que entre al salón de entrenamiento está la situación podría malinterpretarse.
-lo siento Boss-Ballasare dijo avergonzado
pero había más que vergüenza de eso estaba segura.
Él sonaba atemorizado, la forma en la que bajó la cabeza y se colocó firme juntando sus manos por detrás de la espalda demostraba que tenia miedo.
<<¿Qué tanto habría visto hacer a Dimitri como para temerle tanto?>> Sin embargo, no podría dejar que él pagará el precio de mis platos rotos.
-No te disculpes, no has hecho nada malo -respondí y Dimitri me dio una mirada llena de furia.
-No te metas -
su mirada permaneció firme en Ballasare.
-Es injusto que lo regañes cuando él solo estaba cumpliendo con un pedido que le hice -expliqué.
-No tienes derecho a opinar que es justo o no aquí, soy yo quien da las órdenes -él dijo con prepotencia
- ¿Por qué no te ordenas matarte? -Dije con rabia.
-Puedes irte Ballasare, tengo que resolver algo con Harley -él dijo y trague saliva.
-Me matará, fue un gusto conocerte -dije estrechándole la mano con exageración. -reza por mi alma -pedí.
<<Si probablemente no era el momento de hacerme la dramática, pero traía de ocultar que estaba aterrada>>
