Dicen que la mafia es despiadada, oscura, enferma, que todo aquel que pertenece a ese mundo está condenado a la desgracia, a que sus manos siempre estén manchadas de sangre, a vivir cada día de su vida con la incertidumbre de si será el último, con...
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Estoy lista-dije cuando él entró a la habitación.
-Por supuesto que no, tienes que peinarte y maquillarte, ¿Qué pensabas? -él dijo -¡Stella! -gritó y ella entró con otra chica la cual tenía en sus manos una caja
-Déjela en nuestras manos-dijo Stella con tanta amabilidad que dude de que fue la misma Stella que nos trata de la patada.
-Hipócrita -susurré -¡ah! -grité cuando ella me tomó del cabello con fuerza.
-diviértanse-dijo con burla Dimitri.
Después es de 300 jalones de cabello y de suplicar que el maquillaje fuera lo más sencillo posible solo para fastidiar al excéntrico de Dimitri.
-Nos vamos ya-él dijo entrando a la habitación.
lo observé, estaba vestido completamente de negro, su particular traje, su perfectamente cabello peinado de lado
-vamos-él dijo
-Espera, déjame quitarme esto-dije poniendo las manos en la cerradura había del collar que él me ha dado.
-Ni te atrevas, lo llevarás y esto también, él puso un brazalete en mi mano-
-¿Qué? -dije con enojo-esto no combina con mi ropa-dije
-No me interesa si combina o no con tu ropa, iremos a una fiesta en donde habrá personas muy importantes y ese collar garantiza tu seguridad y sobre todo ese símbolo que eres de mi maldita propiedad-él dijo.
-¿Y este estúpido brazalete?
-Garantiza que no te escapes-él sonriendo y yo hice lo opuesto
-¿Qué?, ¿acaso esperabas que sería tan estúpido para sacarte de aquí y arriesgarme de que escapara?.
<<¿Era muy estúpido pensar que era posible?>>
-Por eso este brazalete está conectado a mi celular, si intentas escapar solo debo tocar un botón y te dará una sobrecarga eléctrica, morirías en ... 3 segundos-él dijo
-Hijo de perra-escupí mis palabras con repugnancia.
-Yo tú no le hablaría así a la persona de la que depende tu vida-él dijo con una sonrisa burlona.-además si intentas pedir auxilio, puedo escucharte, el mostró un auricular en su oreja- Tiene micrófono integrado dime que no es una maravilla la tecnología. Una vez explicado podemos irnos-él dijo con una amplia sonrisa de victoria.
Salimos del lugar, después de una semana volvía a ver el cielo nocturno, recibía brisa fresca, aire puro-pensé cerrando los ojos para contemplarlo por un segundo.
-¡Oye! -exclamé al sentir una capucha negra en mi rostro
-No te la quites, no puedes ver a dónde vamos-explicó Dimitri y sintió como me subían a la camioneta.-Abre los ojos ya te la quite-dijo él después de un largo rato de camino.
