Mia's pov.
La tarde llego muy lentamente, es extraño, ya que cuando el mundo no se había ido a la mierda y mis padres permanecían vivos, para mi los días eran demasiado cortos, el tiempo en si, pasaba muy rápido, aún recuerdo las calurosas tardes de verano en la que en el jardín trasero, jugaba con mi mejor amiga -Annie- y mis padres al castillo de la reina, mamá hacia de Reina, mientras que Annie y yo eramos las princesas y papá el criado, siempre reía a carcajadas cuando jugábamos a eso, ya que mi padre siempre le rogaba a mi madre por poder ser el rey aunquesea una vez, hay veces, en las que aquellos recuerdos tan felices vuelven a mi, y es cuando me da por tener nostalgia...
Mire el vacío campo desde una silla en el porche, y ví como todo estaba tan solitario y silencioso, en cierto modo me gustaba por que soy una persona bastante tranquila, pero por otra parte... Era como si fuese yo la única humana que queda en el mundo, y ese campo vacío me lo recordara, me sentía sola al verlo, y me desagradaba... Pero de repente, ví una figura correr alegremente, gritando y sonriendo ante el ataque de otra figura mayor, al fijarme de mejor manera, divise que eran Tobías y Mike, jugando cual niños de jardín, agradaba ver como eran, al principio pensaba que Mike era un tipo tan o mas serio que Levi, y bastante gruñón e inteligente, pero pude ver que era lo contrario, al menos cuando no había amenaza alguna de peligro, Levi salió de la casa con una silla y se sentó a mi lado.
Le miré, me miró, nuestras miradas cruzadas y yo hablando cursimente.
-¿Sucede algo? -Le pregunté.
-...Mas o menos
-Tiene que ver con "eso" ¿Verdad?
-Mas o menos... ¿Qué pasaría si por mi culpa alguien sale herido?- Miró al suelo con el ceño fruncido y una posición seria.
-Lo que tu dices no tiene sentido alguno... -Replique.- Tu no tienes la culpa de que esa cota haya hablado... ¿O me equivoco?- El me miro por un momento mas tranquilo pero luego volvió a su postura seria, yo dí un suspiro y le puse mi mano en el hombro en ademán de que estoy con el.
-Creo, que este podría ser un buen hogar para pasar el resto de nuestras vidas...-Dijo de golpe dejándome totalmente sorprendida, yo nunca había estado más de tres meses en un mismo sitio, en el campamento -cuando este no se había ido a la mierda al menos- éramos nómadas, después de todo nuestro objetivo era la frontera, ¿Este podría ser nuestro hogar? ¿Y qué pasa si es verdad lo que dijo el sargento Rivaille? ¿Podremos vivir al fin en paz? Varias preguntas recorrían mi mente traviesas, y me costaba ordenar mis prioridades y pensamientos... Después de todo, ni siquiera se con certeza quién es el lider de este grupo, Natasha y Rivaille podrían ser una opción, ya que Mike y yo tenemos varias desventajas en contra, Mike es nuevo y no confiamos del todo en el, y yo sencillamente soy menor de edad, aunque bueno, nose si se puedan aplicar las leyes del "antiguo mundo" al lo que es ahora, si lo pienso bien suena hasta ridículo.
-¿Nadie dice nada?- Comenta Rivaille.
Todos me miran a mi.
¿Me han elegido? ¿A mí?
Medito un poco antes de dar una respuesta final.
-Puede que, si estas semanas no ocurre nada fuera de lo normal... Si.- Respondí finalmente, echandome para atrás el pelo con mi mano izquierda.
Todos parecieron quedar aliviados ante mi respuesta.
-Como as cambiado mi pequeña.-Dijo mi madre.
-...-Yo no supe que decir, así que simplemente ignoré lo dicho algo avergonzada.
-Es cierto... Cada vez estas mas bella.-Dijo Rivaille apartando su rostro con leves matices de carmín en sus mejillas, y rascándose la nuca.
Las palabras de Levi llamaron mi atención, provocando que un frenesí de emociones amortiguara contra mi estomago.
-...- Nuevamente no respondí, y note como el se sentía mas avergonzado aun.
-Siento como si sobrara aquí... - Dijo Mike y el pequeño asintió.
-¡He, mira! ¡Un zombie!- Dijo Natasha señalando a un zombien para romper tensión y cambiar de tema.
-¡Y-Yo lo mato!- Dijo Mike lanzándole un cuchillo y abriéndole el cráneo en dos.
Levi y yo no hicimos caso de los actos que hacían en un vano intento de aliviar tensiones.
-Bueno, sera mejor que busquemos mas comida, la que tenemos ahora no nos durará ni dos semanas.- Dije al fin.
-Bien, esta vez iré yo.- Dijo Mike.
-Bale, Levi, Natasha, cuiden de Tobías, y asegurados de rematar a todo lo que se mueva sin un corazón latiente.- Ordené. Mi madre parecía estar en desacuerdo, seguramente querría tomar mi lugar e ir de caza ella, para que yo pudiera descanzar. Pero no, me eligieron como líder, y eso mismo aré. No le di tiempo a decir nada, y me despedí de ellos junto con Mike cogiendo mi cuchillo y mi calibre 41 (por si acaso.)
Mike y yo emprendimos camino en la oscuridad de la noche, y sentimos unos pasos seguirnos, no le dimos importancia, pues podría ser una ardilla, y si era un zombie, siempre tendría a lo compañero cubriendome la espalda.
A lo lejos vimos un ciervo, y con sigilo Mike se hacercó a el, parecía un experto, y no pude evitar pensar en el tiempo que tendría que haber pasado solo para ser tan hábil.
¡Rash! Mike le rajo el cuello al ciervo con un corte limpió, propinandole una muerte rápida e indolora.
-Bien echo.- Le felicité, y este asintió colgándose el ciervo en la espalda.
Yo por mi parte, ví un apetecible conejo al lado de otro ciervo a lo lejos, intenté copiar los movimientos de Mike, pero obviamente los mios era mas brutos, para cuando pude alcanzar una distancia perfecta para lanzar mi cuchillo, el conejo escapó, dejándome solo con mi segunda opción, el ciervo.
Los pasos desconocidos eran mas cercanos.
Y este, me miro, y con la intención de correr, dio un paso atrás, pero no tuve tiempo a vacilar, le lancé el cuchillo directo a lo que suponía que seria su cien, y este callo plomo al suelo, yo fui a cogerlo, y mike me cubría las espaldas, lo cargué en mi hombro de la misma manera que Mike, y ya esta, todo se volvió negro, sentí un fuerte golpe en mi cabeza, y sentí mi cuerpo caer, y al ciervo encima. Creo que... Me atacaron...
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El Inicio De Un Nuevo Fin
Mystery / ThrillerUn virus letal bautizado como "E.Z" arrasa la mitad de U.S.A y gran parte del mundo, en Denver, una ciudad tranquila, era el sitio en el que vivía una pequeña llamada Mía de la edad de 12 años, quién tuvo que pasar la perdida de sus padres de una ma...