Capítulo 6

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Los ojos de rivaille se abrieron lentamente, se encontraba tan desorientado que si le preguntaban por su nombre, este no sabtía que responder. Apenas podía ver, su vista era borrosa, y se sentía devil, intento incorporarse, sin embargo solo consiguió sentarse medianamente bien en el tronco del árbol.
-¿Ya estoy muerto?- Pensó.
Intento susurrar unas palabras algo incomprensibles hasta para el, pero no podía hacer ni eso, cuando a su mente bino el recuerdo de aquel zombie, que aparentemente había hablado. Todavía no podía creerselo, y a juzgar por su estado actual, hasta el mismo dudaria de la credibilidad de su mente, era como si tan solo se hubiera tratado de un sueño, un desagradable y desafortunado sueño.
-Sargento.- Escuchó la dulce voz de una conocida. -Sargento.- Repitió.
A los pocos segundos los ojos de rivaille reaccionaron abriendose de par en par e intentaron buscar quien fuera la dueña de dicha voz. -Mía...- Susurro Rivaille con debilidad mirando el rostro de su "pequeña". El aun no sabia de la muerte de hanji, y apenas podía creer ni distinguir cual de sus recuerdos eran ciertos y cuales no.

-Estabamos preocupadas por usted.- Dijo Natasha que a su vez no quitaba ojo de Mike, quien se encontraba serio y callado delante de Rivaille, pero lo suficientemente distanciado como para que este no lo notara.

-Siento haberte dejado solo...- Se diculpo Mía.

-Volviste a por mi...¿No?- Respondio con una sonrisa feliz, y expresamente llena de cariño. -No hace falta que te disculpes, tan solo me haces falta tu.- El tono de voz de Rivaille cambio extrañamente a uno seductor y cariñoso, nie el mismo se reconocia, pero no podia parar de pensar en el milagro de poder estar con Mía. La camisa medio desbrochada y rota de Rivaille se termino de desabrochar dejando ver sus musculos y su hermosa piel clara cuando este volvío a intentar incorporarse, y solto una leve sonrisa al ver el rostro rojizo de Mía, observandola con sus profundos ojos grices.

Las mejillas de Mía estaban sonrojadas como nunca. -¿Que querría decir con que solo me necesitaba a mi?- Se pregunto a si misma. Ella no tenía tiempo para pensar en esas cosas, o al menos eso pensaba, después de todo tenía que darle la mala noticia al sargento, estaba claro que Natasha no se la daría...

-Rivaille...- Dijo Mía en un tono sombrío de voz.

Este al notar que Mía no se encontraba bien volvío a la normalidad y se hacerco a ella agarrandola de las manos.

-...- El silencio se prolongo, y Natasha no quería intervenir, sabía que decirle "eso" al sargento era algo que solo Mía le podía decir, decidió retroceder, y empujo a Mike junto a ella para que este no interfiriera.

-Dime lo que sucede.- Le susurro Rivaille.

-...-

-...-

-Hanji a muerto...- DIjo finalmente.

Rivaille no supo que contestar, sintio como su corazón se encogía y desencogía en dolorosos recuerdos, pero cuando vió el rostro de Mía, supo que a quién realmente le dolería era a Mía, pues Hanji era como una madre, al igual que Natasha, el notaba como por dentro ella estaba destrozada, podía escuchar el llanto y los gritos que pedían humildemente consuelo desde el fondo del corazón de Mía, podía sentir su dolor. Rivaille tomo una bocanada de aire y fruncio el ceño haciendo una de sus tipicas muecas con una sonrisa nostalgica.

-Hanji a de estar alegre al verte aún viva desde el cielo, sin embargo yo recuerdo que la base de su felicidad era cuando tu sonreías ¿Verdad?- Rivaille apego a Mía hacía el, dejando así que sus cuerpos se fundieran en un abrazo. Mía no podía hablar, pensaba que el sargento se lo tomaría peor, sin embargo parecía mas preocupada por ella, y eso de algún modo la hacía sentirse especial, y egoista con el momento, por segundos pasaban, el corazón de mia se desencogía del dolor que amontonaba hacía la muerte de hanji. recordando así lo que dijo Rivaille. Una sonrisa se dibujo en su rostro, y correspondío al abrazo ocultando su rostro en el pecho de Rivaille.

-Gracias.-Susurraron los dos a la vez.

Natasha no queria irrumpir en aquel momento tan... Bello, pero devía hacerlo.

-Creo que deveriamos irnos, esta es una zona roja...-Recomendo Hanji tocando la espalda de Rivaille y Mía.

-Tienes razon.- Dijo Mía reincorporandose al igual que Rivaille.

-Una cosa mas...¿Como es que sigo vivo?- Pregunto Rivaille.

-Hanji...- Respondio Natasha mientras Mía se hacercaba a Mike para que este los acompañara. -Hanji lo consiguió... y se llevo la cura con ella.-

-Entiendo...- Dijo Rivaille mientras giraba su mirada a Mike, quien se encontraba demasiado cerca de Mía, al menos según Rivaille, 5 metros exactamente. -¿Y ese?- Pregunto señalando a Mike.

-El es el que ayudo a salvaros la vida... Se llama Mike.- Respondió Natasha.

-¿Y por ese simple motivo tiene que venir con nosotros?- Añadió Rivaille.

-Mía le insistio personalmente que la acompañara... bueno que nos acompañara.-Estaba claro que Natasha no podía resistir ante la hermosa tentación de provocarle celos a Rivaille.

-¿Que Mía dijo que?- Se quejo.

-Vosotros dos, calláos de una vez... Como Natasha dijo antes esto es una zona Roja.- Interfirio Mike.

Rivaille y Natasha Callaron, y Mía comenzo a caminar direción oeste seguida de Mike que a su vez era seguido por Natasha y Rivaille.

Unos gemidos empezaron a escucharse, cuando de repente apareció un zombie. -Yo me encargo de este.- Dijo Mike, quien en pocos segundos le había volado la cabeza al zombie de un solo puñetazo.

-Si que eres fuerte... Seras de bastante ayuda aquí.-Comento Mía ante la fuerza de Mike.

Este asintió con la cabeza y prosiguieron caminando mientras Rivaille permanecia callado y mal humorado, Mike había pasado el limite de distancía de 5 metros que Rivaille había impuesto entre Mike y Mía. Por no hablar de que Mía lo habia alagado. Mientras Natasha lo miraba divertida.

Varias horas después de seguir caminando lograron llegar a una montaña en la que a lo lejos se veia una casa de campo que no parecía estar plagada, cuando llegaron a ella tocaron la puerta, e intentaron hacer el mayor ruido posible para poder atraer a todos los zombies que se encontraban dentro, si es que habían. Como no se escuchaba ni veia nada fuera de lo normal decidieron entrar, cada uno empuñando un arma. Al entrar vieron que todo estaba impecable, no había ni una mota de polvo, y eso era un problema.

-Esta casa ya tiene dueño.-Dijo Natasha con el ceño fruncido.

-Pero parece que aún no han llegado.- Comento Mía.

-¿Insinuas que quieres que les demos una fieta de bienvenida?- Dijo Mike hacía Mía.

-No... No creo que se arrefiera a eso.- Interfirió Rivaille.

-Lo que digo es que les esperemos aquí, y si nos atacan les atacamos, lo mas probable es que no seán ancianos o mujeres jovenes, deven de ser fuertes para sobrevivir tanto tiempo.- Hiso una pausa para respirar.- Y tampoco pueden ser un grupo grande, no superaran a las tres personas, que digamos en esta casa no es que quepan muchas personas... aunque que este tan bien decorado y que paresca que incluso nunca hubo una epidemia... eso me confunde, me hace pensar que una familia vive aquí...- Mía termino de hablar.

Todos quedaron callados ante las hipotesis de Mía, hasta que Natasha se decanto por hablar. -Si queremos averiguarlo deveriamos quedarnos, pero corremos el peligro de salir heridos si es que todo sale mal.- Comento Natasha.

-Bién, entonces sera mejor que nos sentemos a esperar.- Comento Rivaille, quién se sento seguido de todos los demas.

Los disparos despertaron a todos, quienes se habían quedado dormidos a la espera de sus anfitriones.

dieron un salto y se puesieron en pie, se pudo escuchar un grito, y a juzgar por la voz parecia pertenecer a...

El Inicio De Un Nuevo FinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora