Capítulo 11

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Dime que es lo que tienes a tu lado nada mas despertar.

Y ahora, yo te diré lo que yo tengo.

Tengo un grupo de personas que pasan hambre diariamente, que siempre duermen con un ojo abierto, y que cada día trabajan mas de lo que una persona puede soportar... Por favor, ¿Me puedes repetir qué es lo que tienes a tu lado?

En el pasado, veía las tiendas de chuches o dulces, como una mina de oro, entraba, y me compraban todo lo que quería, e incluso tenía algún kilo de mas.

Hoy, si veo una tienda de dulces y joyas por maravilla del regalo que me ofrece el universo, y al lado de estas una tienda con comida insípida pero nutritiva y suficiente para mantenernos, juro que escojo esa, las joyas ya no balen un duro, y los dulces no son mas que basura, a veces, pienso que incluso teniendo una pared de hormigón, o siquiera una pared resistente, en vez de la de madera poco resistente que es la que nos cubre, créo que nos bastaría para sobrevivir, siempre encontraríamos comida y agua, cazando, y potabilizando, abrían días en los que pasaríamos sin comer, pero las paredes resistentes nos protegerían del peligro que acecha fuera.

-No servirá de nada quedarse aquí si las vallas no pueden protegernos de los zombies.- Dijo Mike dando vueltas por el salón.

-Tienes razón, pero no encuentro ninguna idea con la que podamos reforzar esto... ¿Sugerencias?- Pregunté.

Todos se miraron unos a otros, menos Tobías, que como siempre andaba a su bola.

Alba abrió la boca para decir algo, pero después pareció arrepentirse.

-¿Qué ibas a decir?- Le pregunté con mi semblante serio.

-Nada... Era algo estúpido...- Respondió sin atreverse a mirarme a la car...¡Ç

Tanto miedo doy? No... Ni siquiera llegué a hacerle daño...

-Dilo, no estoy para perder el tiempo, mejor dicho, no estamos para perder el tiempo. Somos un equipo, y mientras tu te acobardas para decir una misera idea, hay mas de 1000 zombies a kilómetros de nuestra casa esperando a entrar.- Ella guardo un momento de silencio.

-Mi idea... Era que quizá podríamos talar algunos arboles de tronco ancho y por los extremos, darles forma de lanzas, para formar así una barrera, pero... Tardaríamos bastante... Y que digamos, un niño, un emo, un hombre herido y tan solo dos mujeres sanas, no podremos hacer mucho, por no hablar de que tenerme esposada a ti ralentizaría tu y mi paso.

Me vino una idea a la mente, ¡Qué demonios! Era una idea magnifica.

-Lo que tu as dicho no es tan estúpido como parece, que tu estés esposada a mi es un pro, y Mike puede encargarse de cortar los troncos en punta, Natasha creara un plano con lo que encuentre o tenga a mano, y Rivaille el menos "sano", se ocupará de cuidarnos las espaladas.- Todos asintieron, y noté un leve tono de hostilidad hacía mi persona, y era obvio que le pertenecía a Alba, su mirada fusilante era como un claro de luz penetrante y ardiente en pleno desierto.

Nos fuimos a hacer nuestras "obligaciones" por así decirlo, y esposada a mi, ni mas ni menos Alba, quién permanecía aun con el con fruncido.

Nos pusimos a seleccionar los troncos mas largos y resistentes, y con una sierra, cada una se puso a un extremo, y empezamos a cortar los troncos, cuando teníamos ya unos 15 aproximadamente, oímos un disparo, nada de lo que preocuparse, era Rivaille cubriéndonos las espaldas.

-¿Por qué demonios estas de tan mal humor?- Pregunté limpiándome el sudor y tirando la sierra al suelo.

Ella no me quizo ni mirar, y yo volví a mis antiguos abitos, la cogí por el cuello, amenazante y la levanté unos centimetros sobre el suelo, esta pataleó, y yo sonreí con crueldad bajándola poco a poco.

El Inicio De Un Nuevo FinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora