Ella estaba rodeada por cuatro chicos y dos chicas, todos la miraban con deseo, era como si ella fuese un ciervecillo y ellos los cazadores, uno de ellos, el que aparentaba ser el mayor dió un paso al frente y le quito su trozo de pan con una sonrisa de superioridad, ella no le prestó importancia y dejó su plato de comida a un lado, poniendose unos apuntes en su cuaderno, los chicos al ver que ella no les hacia caso enfurecieron, esta ves, una de las chicas, la rubia, le tiro el cuaderno de un manotazo y la empujo con un gesto frío y de desprecio.
-¿Que me dices ahora mocosa?-
Mia solo dijo -No toques mi cuaderno- Un aura oscura la rodeo, agachó la mirada y se levanto, los chicos de su alrededor se extremecieron, sintieron como un escalofrio les recorria la columna vertebral, era como si ella les huviese clavado un cuchillo en la espalda con tan solo una mirada, ellos dieron un paso hacía adelante, para dejar claro quíen mandaba.
Ella casi sin ser vista movió su mano hacia delante agarrando a la rubia del cuello echandole una mirada fría mientras que con su mano diestra le pegaba un golpe en el pecho a la chica haciendo que esta se quedara si respiración, y entonces Mia empezo a ablar mientras la rubia se retorcia de dolor tirada en el suelo.
-Un golpe fuerte en un sitio concreto en el pecho puede provocar la muerte, primero te quedas sin respiración, luego sientes un dolor agudo en la parte central del pecho, después lo ves todo borroso, y finalmente, mueres.
Esas palabras se hicieron realidad, la chica que recibio el golpe termino viviendo cada palabra que decía Mía segun las iba narrando.
Todos los que estaban al rededor acudieron a ayudarla pensando que aun estaba viva, y Mía aprovecho para escabullirse con todas sus cosas a uno de sus escondites, esta ves escogio la tuberia que quedaba detras del centro farmaceutico del campamento, ella se sentia mal por haber, lo que se dice... "asesinado" a aquella chica, pero muy en el fondo pensaba que se lo merecía, pero no solo por lo que habia echo hoy, sino también por las veces que aquella había vuelto de una misión, diciendo que su "compañera" se había "sacrificado" por ella, pero Mia sabia que no era así, ella vió como la usaba de carnada, después de todo la misión de la rubia no quedaba lejos de donde habituaba a estar Mía, poco tiempo despues de meditar y pensar un rato entre si ahora era peor que los zombies o mejor, se quedo dormida.
Cuando despertó ya era de noche, tocaba la hora de la cena, ella pensaba saltarsela como solía hacer, pero las palabras de su nueva "madre" Natasha le hicieron caminar involuntariamente hacía el comedor mientras las iba pensando.
-Tienes que comer algo, si me prometes hacerlo te enseñaré algunas tecnicas secretas que solo yó se...-
Sin haberse dado cuenta Mía ya estaba en el comedor, los chicos que antes la miraban con desprecio ahora la miraban con temor segun iba caminando, a ella no le gustaba ese sentimiento, pero se lo habia ganado, tampoco pretendia agradar a nadie que no fueran su madre y el general Erwin.
Cuando por fín divisó a su madre al final del pasillo, fue caminando lo mas rapido posible, y cuando llego solamente se sento seria en uno de los asientos delante de su madre, ella la miraba casi sin pestañear, sabía que algo le habia pasado a su hijastra, ella no dudo en preguntarle, pero la respuesta que recibio por parte de Mía hizo que su mirada se llenara de tristesa.
-¿Que te pasa?
-Nada que te interese, tampoco eres nadie que merezca la pena como para que te lo cuente...-
Esas palabras destrozaron de manera psicológica a Natasha, ella pensaba que por fín se habia ganado el cariño de Mía, pero no sabía que Mía le respondió de una manera tan brutal por que pensaba que si decía la verdad Natasha la odiaria, y si encambio no le contaba nada y ella le dava una respuesta hiriente, Natasha solo se pondria triste y se alejaria de Mía, La pequeña pensaba que no tenía derecho a tener una madre como Natasha despues de lo que hizo, sin embargo, Natasha no se alejo de ella, simplemente guardo silencio y le dió un fuerte abrazo, las lagrimas luchaban por salir, pero Mía las contenia, ella luchaba por no abrazar a Natasha, pero esta no le soltaría hasta que Mía le correspondiera el abrazo, varios minutos despues Mía no se pudo contener mas y le correspondió el abrazo a Natasha, haciendo que el resto del comedor enterneciera con aquella poco habitual imagen, Natasha no prestó mucha atención a su alrededor, a ella no le importaba nada mas que Mía, y cuando ella le correspondió al abrazo ella sintió como su corazón se fundía con rapidez, pocos minutos después el cabo Connie entro por la puerta asustado, anunciando algo.
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El Inicio De Un Nuevo Fin
Misterio / SuspensoUn virus letal bautizado como "E.Z" arrasa la mitad de U.S.A y gran parte del mundo, en Denver, una ciudad tranquila, era el sitio en el que vivía una pequeña llamada Mía de la edad de 12 años, quién tuvo que pasar la perdida de sus padres de una ma...