𝐂𝐚𝐩10

675 71 60
                                    


Un día después de que terminara la etapa de celo...

   El celo de Nahoya había terminado el día anterior. Un día más agitado de lo normal, pero más tranquilo que el primer día de celo.

   Ran había decidido quedarse ese día también, si bien el celo de Smiley ya terminó, podría tener algún inconveniente o molestia, y Ran quería estar ahí para ayudarlo.

   Haitani ya había despertado hace unos minutos, pero no sé había levantado de la cama, no porqué no quisiera, todo era culpa del Omega que yacía dormido en su pecho. Su suave respirar, y su diminuto cuerpo en comparación con el del alfa, lo tenían hipnotizado viendolo dormir tranquilamente.

"Eres tan lindo." Pensó el alfa, mientras acariciaba delicadamente los traviesos cabellos del Kawata.

— Si me sigues viendo me vas a gastar. — Susurro el Omega con los ojos entre cerrados, y unas voz somnolienta.

   Un relajado suspiro se escuchó de los labios del alfa. — No puedo gastar algo tan hermoso, como lo eres tú. — Responde con sinceridad el mayor. Sabe que el más pequeño lo dijo como un chiste, pero la belleza del menor es algo con lo que él no puede bromear.

— Mmm, dormiste bien? — Murmuró en forma de pregunta el menor. Tenía interés en saber qué tan bien había descansado su pareja.

— Es imposible no tener un buen sueño con un hombre tan hermoso a mi lado. — Respondió con un halago hacía el Kawata.

— Cuando acepté ser tu verdadero esposo, no esperaba que fueras tan cursi. — Confesó con sinceridad el Omega.

— Todos tenemos un lado oculto, que no mostramos con cualquier persona.

— Me estás diciendo que yo era un cualquiera?

— No, pero no eras mi pareja, mi esposo y mucho menos mi amante. — Por cada nombramiento el mayor dió un beso en las mejillas, frente y nariz del Omega, a lo que esté soltó pequeñas risitas.

— Eres un idiota... Mi idiota.

— Solo tuyo... A menos de que me dejes.

— Nunca te voy a dejar, al menos no está vida.

— Ni siquiera en otra, tú no me vas a dejar y si lo haces prometo buscarte, hasta que vuelvas a mis brazos. — Finalizó de decir el Haitani, a la vez que ambos labios se unían en un baile de emociones, un delicado y exquisito baile.

   Ya era el día siguiente, ambos adultos se habían despertado temprano, puesto que tenían diferentes actividades para realizar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

   Ya era el día siguiente, ambos adultos se habían despertado temprano, puesto que tenían diferentes actividades para realizar.

𝘓𝘰𝘷𝘦 𝘍𝘰𝘳 𝘉𝘶𝘴𝘪𝘯𝘦𝘴𝘴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora