Capítulo 5: Lo hecho está hecho

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—Uh, ¿Baji-san?

—¿Qué?

—¿Te pasó algo?

—Eh, tuve una pelea que acabó en empate.

—¿Empate? Debió ser un gran contrincante.

—Sí...

—¿No tienes práctica de Educación Física hoy?

—Sí... pero he estado peor y me ha ido bien.

—No lo dudo. Por si quieres mi opinión, debiste ganar tú.

—A-ah, ¿gracias? Claro que debí ganar yo.

¡¡Es muy obvio!! Probablemente, habría caído en semejante mentira —con sus dudas, mas no habría tenido motivos para sospechar la realidad— si esto hubiese sucedido hace justo una semana, en su último día de no estar actualizado con la situación sentimental de Baji; pero no hay forma de que se trague ese cuento hoy, que sabe más de lo que quisiera en tan poco tiempo. ¡Más le vale estar consciente de que solo le ha seguido el juego, porque él no es tan idiota!

El que sí debe ser un idiota es Kazutora. No es que quiera pensar en esas cosas, sin embargo, es inevitable mirar sus pasos incómodos si es su acompañante del camino. De acuerdo, las primeras veces se dan para descuidos de principiantes, ¡pero dejar a Baji así el día siguiente...! ¿Cómo es eso un empate?, es visible que ha salido perdiendo, a menos que le haya gustado esa rudeza...

—¡No! —Se golpea ambos cachetes a la vez con las palmas abiertas.

—¿Qué? —Baji voltea en su dirección con una cara que debe estar llamándolo loco.

—Ah, um... —Al menos, si se pone rojo, su autocachetada doble es una buena excusa—. No me hagas caso, solo... pensaba.

—No entiendo cómo eso te lleva a golpearte mientras niegas.

—Por eso, no me hagas caso —insiste.

—Hmm... —¿Y por qué le parece que sigue tratando de hallarle sentido?—. Si te está haciendo falta una pelea, podríamos buscarla otro día.

Parpadea. Ah, por supuesto que haría esa asociación. Será mejor aprovecharla.

—No quiero perder la forma, sí.

—Bien. —Sonríe y cubre un puño con la otra mano en un gesto que no combina en absoluto con su apariencia estudiantil—. También me está haciendo falta lanzar golpes... —Chifuyu lo mira con los ojos grandes y las cejas un tanto fruncidas. Baji acaba con una expresión similar, pero con las cejas en alto—. ¡Contigo!

—Ya pensaba que la pelea de ayer no te había bastado.

—¡La de ayer fue buena, solo que habría sido mejor tener una total victoria! —La reacción obtenida de su respuesta completamente intencional es justo la que quería sacarle, aun si le origina sentimientos encontrados.

En general, es bueno que todo indique que lo ha disfrutado, a pesar de que no fuera como había previsto. Si pudiese ser objetivo, lo único malo es la molestia que le irregulariza el andar —no es demasiado, pero está ahí, cada tantos pasos y en ciertos movimientos—, el problema es que Chifuyu no está en condiciones de permanecer imparcial. Su mente lo tortura analizando lo que preferiría jamás tomar en cuenta.

El chico al que menos le interesaba el amor y apenas entendía las bromas con doble sentido ahora se ha entregado, lo que no siempre implica que haya grandes emociones tras el acto, pero las cosas ganan peso si considera que cedió a lo que deseaba. Aunque ya se haya rendido —o sea consciente de que tiene todas las de perder, como mínimo—, confirmar cuán enamorado está Baji sigue doliendo.

A veces son tres tercios [BajiToraFuyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora