A veces son tres tercios [BajiToraFuyu]

Capítulo 16: Percepción alterada

A pesar de salir con el paraguas listo, no llega a llover en lo que va del día. De todos modos, considera que fue buena idea aprovechar la primera tarde despejada que tuvo disponible para iniciar las lecciones de moto y dejar el cine para hoy; el piso mojado no afectaría a la película, mas sí a la conducción.

Al final, sí había elegido el filme con su actriz favorita en él, aunque se llevó la sorpresa de que solo apareció durante un flashback en el tramo final, ¡y eso que duraba casi dos horas! Se siente un poco defraudado, pero no estuvo mal.

—Parecía que iba a ser comedia, pero acabó siendo muy dramática para mi gusto. —Resopla Kazutora, ya fuera del cinema—. Tendrás que pagarme también por adivinar que veríamos esa... solo por una escena —masculla al final.

—No me recuerdes eso. —Le da un leve codazo en las costillas—. No fue mala para mí, aunque lo último fue muy rápido, ¿no crees?

—Y repentino.

—Sí, quizás se entienda mejor en el manga.

—¿Piensas leerlo? —Arquea una ceja. Suena como si no pudiera creerlo.

—No... Bueno, es un romance, así que puede que Chifuyu lo tenga o lo haya leído... —dice con un ligero tono interrogativo—. Creo que le encantaría la película.

—¿Habría sido mejor traerlo a él, dices?

—¿Qué? —Inclina la cabeza a un lado con el ceño fruncido—. ¿No? Solo digo que es más de su tipo, no que haya sido malo verla contigo.

—¿Para qué mencionarlo?

La expresión de Baji no cambia. ¿Por qué Kazutora luce y suena tan fastidiado? ¿A qué viene el reclamo? No es su culpa que lo malinterpretara. De hecho, ¿por qué siquiera lo tomó mal?

—Agh —Kazutora resopla—, me está llegando el olor a quemado de tu cerebro.

—Hey-...

—No entiendes por qué me quejo, ¿verdad? —Baji se queda en silencio como afirmación—. Fíjate en cuánto mencionas a otros a ver si notas algo.

Se queja de su razonamiento lento y lo manda a sacar cuentas.

—Si no quieres que mencione a otros en medio de citas, solo tienes que decírmelo.

Kazutora solo suspira, no sabe si interpretarlo como decepción o alivio. Más vale que sea la segunda. En estos días, ha notado que muchas de sus quejas son indirectas, como si esperara que él mismo descifrase el origen de la molestia. A veces logra entenderlas o sacarle la información más clara, pero con otras le quedan dudas, como ahora.

—Ah, acabo de recordar que me debes darte un paseo en moto también. —Entonces, sin chance de analizarlo lo suficiente, siempre sigue un cambio de humor que lo lleva a concluir que todo estará bien, así que deja de darle vueltas al asunto.

—Pero ha estado nublado todo el día...

—Eso no nos detuvo el día que empezamos a salir. —Pasa un brazo por sobre sus hombros. Baji ríe por lo bajo, reanimado por esa memoria.

—Vayamos a tu casa.

La lluvia nunca llega ese día, al igual que el paseo en moto.