Desde antes de conocerse, Chifuyu había pensado que coincidir los tres sería desastroso, suposición que tomó fuerza después de sus primeros encuentros y de notar que Kazutora sospechaba de él; sin embargo, luego de la reincorporación de Baji a la escuela, tiene la sensación de que la hostilidad va en declive. Agradece a cuál sea el motivo, aun si no es capaz de inferirlo.
Todavía se tensa un poco si se cruzan por los pasillos o a los alrededores del edificio en las horas libres, pero se relaja en cuanto percibe la falta de malas intenciones. Si llega a sentir algo negativo, es el pellizco en el pecho si se le acerca demasiado a Baji —que no es mucho, ventajas de que estén en la escuela—. Aunque no llegaría tan lejos como llamarlo un amigo, ciertamente ya no considera a Kazutora una amenaza. Ojalá estar en mejores términos con él le ayude a superar con más facilidad.
Por ahora, los avances incluyen que lo busque en el receso para invitarlo a él —y a Baji— a la tarde de películas en casa de Pah el sábado. Le ha escrito la dirección en un papel que mete en el bolsillo de la chaqueta del uniforme con mucho sigilo, lo que interpreta como una indirecta de no vayas a compartir la moto con Baji y, por lo tanto, es un remanente de los celos iniciales. Está bien, de todos modos; sería raro que su relación fuera buena de un día para el otro.
También ha notado a Baji más relajado esta semana, así que se pregunta si habrá hablado con Kazutora acerca de lo que le consultó el otro día. De ser ese el caso, es obvio que ha salido de maravilla... y quizás tenga que ver con que el otro ahora se les acerque sin tanto recelo. Eso le da escalofríos, de cierta forma. Aunque no parece que haya ocurrido, es posible que algo sobre los celos hacia su persona haya sido mencionado.
Si no se equivoca, sería su primer conflicto como pareja, y haberlo solucionado con éxito es un gran hito. Cada vez se consolidan más como relación. Pensarlo le saca un suspiro, solo ahí recuerda que está en plena lección con Baji; debería evitar esos signos de pesadez.
—Ah, Chifuyu. —Mierda, ¿lo vio?—. Olvidaba agradecerte por escucharme el otro día.
Ah, solo quiere hablar. No quita que preferiría otros temas, claro está.
—¿Solo escucharte? —Opta por fingir exigencia.
—Y aconsejarme —agrega con una sonrisa, quizás entretenido por su pequeño reclamo—. Al final, decidí hablarlo con él, y creo que ha sido de las mejores decisiones que he tomado estos meses.
—Ah, ¿sí?
—Ahora entiendo mejor algunas cosas y podré evitarlas. —Chifuyu se muerde las ansias por averiguar qué cosas; si se lo está diciendo tan casualmente, no pueden ser los celos que le tiene Kazutora ni, por encima de todo, sus motivos, ¿verdad? Además, indagar sería demasiado entrometido de parte de cualquier tercero—. ¿También lo has visto más animado?
—Creo que se está acostumbrando a mí.
—¡Sí! —Lo señala un segundo—. Normalmente, me habría dejado a mí avisarte que estabas invitado a lo del sábado. Que nos lo dijera a la vez fue una sorpresa y una buena señal.
—Está siendo más rápido de lo que pensé. —«Si supiera que lo hizo para darme la dirección escrita...».
—Mejor. —Sonríe. Qué fácil sería todo si fuera como lo imagina Baji—. Por cierto, sobre eso, Kazutora me invitó a comer antes de ir a donde Pah, así que no voy a poder llevarte esta vez. ¿Te doy la dirección? Es fácil ir en metro.
El muy listo planificó todo, ¿eh? Hasta se ha encargado de ocupar a Baji justo antes de la reunión para eliminar la más mínima posibilidad de ir juntos. Le toca disimular la amargura con cada gramo de voluntad en su sistema mientras le contesta que, aunque Kazutora le dio la dirección ese día, le serviría mucho una explicación de la ruta porque desconoce la zona.
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A veces son tres tercios [BajiToraFuyu]
FanficDarse cuenta de que le gusta Baji solo después de enterarse de que ya tiene novio no es lo que Chifuyu hubiese imaginado para su primer flechazo, pero las sorpresas no se detienen después de conocer a Kazutora, el chico en el puesto que desearía ocu...