Capítulo 8 - Pilar

90 24 12
                                    

"𝑊𝑒 𝑎𝑟𝑒 𝑠𝑡𝑖𝑙𝑙 𝑘𝑖𝑑𝑠, 𝑏𝑢𝑡 𝑤𝑒'𝑟𝑒 𝑠𝑜 𝑖𝑛 𝑙𝑜𝑣𝑒
𝐹𝑖𝑔𝒉𝑡𝑖𝑛𝑔 𝑎𝑔𝑎𝑖𝑛𝑠𝑡 𝑎𝑙𝑙 𝑜𝑑𝑑𝑠
𝐼 𝑘𝑛𝑜𝑤 𝑤𝑒'𝑙𝑙 𝑏𝑒 𝑎𝑙𝑟𝑖𝑔𝒉𝑡 𝑡𝒉𝑖𝑠 𝑡𝑖𝑚𝑒
𝐷𝑎𝑟𝑙𝑖𝑛𝑔, 𝑗𝑢𝑠𝑡 𝒉𝑜𝑙𝑑 𝑚𝑦 𝒉𝑎𝑛𝑑
𝐵𝑒 𝑚𝑦 𝑔𝑖𝑟𝑙, 𝐼'𝑙𝑙 𝑏𝑒 𝑦𝑜𝑢𝑟 𝑚𝑎𝑛
𝐼 𝑠𝑒𝑒 𝑚𝑦 𝑓𝑢𝑡𝑢𝑟𝑒 𝑖𝑛 𝑦𝑜𝑢𝑟 𝑒𝑦𝑒𝑠"

𝐸𝑑 𝑆𝒉𝑒𝑒𝑟𝑎𝑛.

Me miré en el espejo y sonreí. Realmente me veía como una dama de honor. Una primera vez para mí en este mundo de las bodas.
Los novios habían elegido que fuéramos todas en color champagne, pero para mí se veía más como un rosa oro. En fin, me encantaba lo que veía. Llevaba el cabello semirecogido y estaba maquillada. Mucho más de lo que acostumbraba pero de todos modos no dejaba de verse delicado y la ocasión ameritaba llevar aquel look.

Estaba nerviosa, debía admitir. La noche anterior casi no había podido pegar ojo. Hoy temprano a la mañana ya estaba dando vueltas por la casa y ahora restaban todavía dos horas para que la boda comenzara y ya estaba lista.

Sujeté con la mano el largo del vestido sobrante y salí de mi habitación. Todo estaba en silencio. Seguramente porque todos se encontraban en sus habitaciones en plenos aprontes. A excepción mía, que la ansiedad había logrado que esté lista antes que nadie.

Caminé con cuidado de no tropezar con nada y estamparme contra el suelo, algo que no sería extraño en mí ya que pocas veces usaba zapatos tan altos. Teniendo en cuenta que tenía 17 años, tampoco tenía demasiadas ocasiones para usar unos.

El día estaba ideal. No era uno de esos mediodías de calor insoportable y el cielo estaba completamente despejado. Se pronosticaba un hermoso atardecer.

Salí al exterior y de lejos pude visualizar la zona donde tendría lugar la ceremonia. Estaba de ensueño. Todo iluminado con bombitas de luz, rodeadas por unas pequeñas florcitas que daban un toque vintage a la estancia. Las sillas blancas a los costados de la alfombra por donde caminaría la novia tenían cada una un girasol como adorno, perfectamente colocado. Y ni que hablar del altar que se había montado la noche anterior, algo fundamental para la ceremonia religiosa que habían preparado con mucho detalle los novios.

- No puedo creer que finalmente Lina vaya a convertirse en mi esposa. - La voz de mi hermano me hizo girar en su dirección.

- Pero mírate nada más...yo no puedo creer verte así - comenté señalando su espectacular atuendo- estás muy guapo, hermano. - La emoción en mi voz fue notoria.

Iba en traje negro, con una fina corbata del mismo color y debajo, una camisa blanca sencilla pero podía notarse en su tela lo refinada que era. La única vez que le había visto tan formal fue en la celebración de aniversario de nuestros padres, pero por lo general, Gael iba más de un estilo deportivo.

- No me digas que al fin seré testigo de ver emocionada a mi hermana pequeña... - dijo con algo de gracia acercándose para rodear mi cintura con su mano y dejarme un tierno beso en la frente.

- Sabes que junto a papá eres el hombre en el que más confío.

- Lo sé. Y tú sabes que esto de pasar al equipo de casados no cambia en nada las cosas, ¿verdad? - No tenía duda de eso.

- Lo sé perfectamente. Además, que sigas cerca es un alivio. En algún punto temí que te fueras del todo a Uruguay.

- Bueno, era una opción pero finalmente todo se dio para que nos instalemos aquí. Joder, estoy nervioso a morir...

Si Me Dejas Amarte (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora