Capítulo 31 - Pilar

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"Estoy enamorado de tus besos mariposa
De tus logros, tus sueños, de todo lo que tocas
Estoy enamorado de las cosas que no veo
Tus secretos, tu historia, lo que guardas dentro."

Axel.

Finalmente lo besé tomando la iniciativa por primera vez. Me sentí rara por un lado, sin embargo algo en mi interior se rompió, dando paso a una sensación de calma y paz que había estado ausente durante mucho tiempo.

Sabía a la perfección que todas las miradas estaban puestas en nosotros, pero poco me importó.
Tampoco es como si buscara recrear una escena no apta para menores, por el contrario, fui consciente de que necesitaba demostrarle con aquel beso que le quería tanto o igual que él a mí.
Así que fui dulce en aquel gesto, como quién besa por primera vez, buscando no perderme ningún detalle.

Pocos segundos después me separé de él, lo justo como para mirarle y devolverle una sonrisa de tranquilidad después de semejante impulso. Muy de la Pilar adolescente, pero poco usual en mi personalidad actual.

- No sé si quiero mirar para los costados, hacer como si nada hubiera pasado o salir corriendo. - Respondí cerca de su boca para que me escuchara a pesar de la música.

- Hagas lo que hagas, te seguiré - dejó un beso sobre mi nariz y me miró - me dejaste sin palabras, preciosa.

- Me quedé sin palabras también, al parecer funciono bajo rigor, me temblaron las piernas cuando quisiste alejarte recién.

Fui sincera con mis sentimientos por primera vez en mucho tiempo. De pronto me había vuelto demasiado verborragica.

- ¡Por fin blanquean, hermanos! - Las palabras de Gael nos tomó por sorpresa a ambos.

- Pensábamos decirles sobre...esto, de otra manera, pero...la situación se complicó. - Los nervios en la voz de Isaías casi logran hacerme estallar en una carcajada.

- Sí, nosotros... - quise excusarme pero las palabras no me salieron.

- Ya lo sabíamos. - dijo Lina apareciendo en la escena familiar épica que se había creado.

- Lo sabemos desde hace un par de semanas cuando los vi besándose en la cocina a hurtadillas.

¿Qué carajos? Saber eso de la nada me hizo sentir avergonzada con mi propio hermano.

- Gael, lo sentimos tanto, pensábamos hablar con ustedes pronto, solo buscábamos estar seguros.

Que Isaías no me atribuyera toda la culpa de no haber sido sinceros con ellos me resultaba tierno. Porque estaba segura que de haber sido por él, esto hubiese salido a la luz mucho antes y de otra manera.

- No debes explicarnos nada, Isaías. Respetamos sus tiempos por eso no dijimos nada. - Joder con mi hermano, parecía otra persona.

- ¿Entonces no están molestos? - Hablé por primera vez sin tartamudear tanto.

- Para nada, estamos contentos. - Respondió Lina con su sonrisa característica y Gael asintió abrazando a su esposa por los hombros.

- Así es. Además lo de ustedes viene de años...

Nos miramos y sonreímos en respuesta. De seguro nuestra complicidad confirmaba el pensamiento de Gael.

- Lo importante ahora es que no tienen que esconderse más. - Afirmó Lina buscando no indagar más en el pasado.

- Tita, tita, los vi, los vi. ¡Yo sabía! - La voz chillona de mi sobrina mayor de siete años interrumpió la conversación.

- ¿Qué cosa sabías tú, pequeña? - Respondí bajando lo suficiente para quedar a su altura.

Si Me Dejas Amarte (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora