Respiré hondo y respondí la llamada- Hola Lulu
-Dorina, hola. Lamento llamar tan repentinamente. Debo acompañar a Diavolo a una reunión urgente en una cuidad a unas horas de Devildom. Saldremos de inmediato.Cuando vuelva podremos hablar sobre el resultado del hechizo ¿está bien?
-No hay problema- en verdad era un alivio que no venga hoy.
-Perdón por cancelar a último momento. Deseaba encontrarnos hoy, pero como mencione antes, nos debemos ir ahora y volveremos en tres días. Te avisare cuando vuelva al castillo así podemos pasar tiempo juntos y me cuentas todo.
-Está bien, que tengas un muy buen viaje
-Te llamare cuando tenga un momento libre. Adiós, mi amor.
La llamada se había acabado, pero podía escuchar su voz resonar en mi mente. Sentía que sería la ultima vez que me trataría con cariño y con razón.
A obscuras caminé hacia la cama y me acosté, estaba exhausta, quería dejar de pensar al menos por unas horas. Cerré los ojos y me acurruqué en las mantas, pero parece que la nueva llamada entrante tenia nuevos planes para mí. Tomé el celular de la mesita de luz y atendí.
-Isaaa!- era la voz emocionada de Asmo. Su gritito agudo me dio dolor de cabeza.
-Es tarde, llama después- dije son muchos ánimos
-¿Tarde? Son las diez de la mañana
- ¿Qué día es? - ya no entiendo ni siquiera donde estoy acostada.
- ¿viernes?
-Entonces ya es mañana. No dormí anoche, estoy muy cansada
- ¿Por qué no? Es raro que eso pase cuando no está Luci cerca~
-Sin comentarios- rio un poco y continúo hablando.
-Bueno, para lo que llamaba, ya que tenemos la casa de los lamentos para solo nosotros decidimos hacer una fiesta. Quiero que vengas y no acepto un no como respuesta. Va a empezar a la tarde.
-No. Nada de fiestas, no quiero ir- dije mientras me tapaba con las mantas.
-Es un placer que, SI quieras venir a nuestra gran fiesta, hace tanto tiempo que no pasamos tiempo juntos que rompería mi hermoso corazón que no quieras venir. Muchas gracias, Isadora querida- solo suspire.
-No me siento del todo bien. No voy a ir a la fiesta.
-Oh, es en serio ¿Ocurrió algo? - se escuchaba genuinamente preocupado.
- Recupere el pasado y estoy por entrar en crisis...
- En ese caso es mejor que te deje dormir y mas tarde vamos a ir a verte
-Está bien, pero ¿vamos?
-Yo y Solomon. Ahora descansa y no pienses mucho en eso. Nos vemos luego-
Termine la llamada y quede mirando la pantalla del celular. Era viernes por la mañana... ¡me olvide de ir a abrir Hocus Pocus! Ya era demasiado tarde para abrir y los empleados seguramente llegaron y volvieron a casa al ver que estaba cerrado. Entre al chat en el que estaban todos y avise que hasta el lunes íbamos a estar cerrados y me disculpe por no haber avisado antes. Afortunadamente no estaban enojados porque era la primera vez que esto pasaba desde que estoy a cargo. Estaban más preocupados que otra cosa.
Una vez me aseguré de que no me estaba olvidando nada más, me pude dormir.
Al cabo de unas horas un golpe proveniente de la puerta principal me despertó. Ya habían pasado alrededor de seis horas y ya no me sentía como un zombie, al menos no tanto. Me puse unas pantuflas y la bata de seda bordo que uso para andar en la casa, pero al pasar frente a uno de los espejos y ver mi reflejo se me llenaron los ojos de lágrimas. Había sido un regalo de Lucifer hace un tiempo ya, no recuerdo la ocasión, pero había sido una hermosa sorpresa. Pensándolo bien si recuerdo la ocasión, para uno de nuestros aniversarios decidimos regalarnos pijamas y resulto que elegimos un par que hacía conjunto. Tenían los mismos colores, detalles y la tela, aunque no era igual era liviana y cómoda.
Llegue a la puerta y antes de abrir parpadee unas cuantas veces en un intento de ahuyentar las lágrimas. En el segundo que abrí Asmo se abalanzó sobre mi abrazándome excesivamente fuerte.
-Asmo... no puedo... no puedo respirar- parecía que se olvido que mi cuerpo es el de un humano y se puede romper- ...Solomon ayuda- el hechicero sonrió levemente e hizo que Asmo me suelte.
-Disculpa Isadora, Asmo estaba muy preocupado
-Me doy cuenta... pasen -me hice a un lado para que entren a casa.
Los tres nos sentamos en la sala, Asmo a mi lado y frente de nosotros Solomon. Al principio no sabia que decir, pero fue alguien más quien rompió el silencio.
-Según un demonio me conto hiciste algo extremadamente estúpido- me miro con su sonrisita sabelotodo- algo que es una falta de respeto a tu inteligencia y además de eso, no me escuchaste cuando te advertí- sonaba como un hermano mayor decepcionado.
-Tal vez si, talvez no...- suspire
-¿Fue lo que esperabas? ¿Cumplió tus expectativas?
-Las sobrepaso y quisiera que no hubiera sido así. Jamás me podría haber imaginado que en el pasado fui una... una-
-Una gran bruja trabajando entre súcubos- completo Solomon
-Si, eso y también les causé a ambos muchos problemas y dolor- dije avergonzada mirándolos- ambos fueron muy buenos conmigo y yo solo los hice pasar por malos momentos. Perdón y gracias por todo lo que hicieron por mí.
-Isa, no tienes que dar las gracias. Estuvimos y estamos a tu lado porque te queremos... bueno, Solomon es el que te quiere, yo te amo- dijo abrazándome de lado. Me escondí en su hombro y empezó a acariciar suavemente mi espalda.
-Perdón, te voy a mojar la campera...-dije tratando de llorar lo menos posible. A pesar de estar hablando con ambos las palabras de Solomon se escucharon como una versión diluida de lo que me podría decir Lucifer. Cientos de frases y hasta insultos cruzaron mi cabeza haciendo que llore aún más.
-Ya, ya, tranquila. Todo está en el pasado y no volverá a ocurrir.
-No lloro por eso, es Lucifer
- ¿Por qué él? ¿Qué hizo?
-Cuando le diga, porque si no se lo digo yo se va a enterar de alguna otra forma, me va a dejar... ya no me va a ver como la mujer que jamás se equivoca, puede lidiar con todo y camina con aires de grandeza. Siento que me va a ver como una mancha en su reputación y una vergüenza.
-No será así querida.
-Asmo tiene razón, Lucifer no va a dejarte por tu pasado. En el presente sigues siendo una mujer ejemplar y respetada.
-Además ya casi nadie recuerda ese tipo de cosas
-Muy pocas lo recuerdan y prefieren no decir nada para no dar explicaciones- Solomon tenía un buen punto, para acusarme de algo primero tienen que decir como es que se enteraron y no quedarían bien parados.
-...si ustedes dicen que no va a pasar nada, supongo que puedo creerlo hasta que pase lo contrario- El demonio que me abrazaba se alejó unos centímetros y poniendo sus manos en mis mejillas me miro a los ojos.
-Isadora, prestame atención. La forma en la que Lucifer te trata es muy especial, muy pocas veces en miles de años vi que se interese tanto en alguien. Va a tomar mucho más que esto para que deje de amarte ¿Entendido? – asentí y me acomodé en el sofá.
-¿Pero cómo le digo esto? Ahora está de viaje con Diavolo.
-Fácil, por mensaje. Si no puedes decírselo cara a cara lo haces por mensaje.
-Esta bien pero no lo hare ahora, esperare unos días para arruinarle el viaje- los mire a ambos pensando que hacer ahora.
-Como veo que no tienes nada más que hacer, vayamos a la casa de los lamentos para que te despejes ¿qué te parece cariño?
-Está bien- Suspire- ¿me elijes la ropa? Nada revelador si es posible.
-Déjamelo todo a mí. Te vas a ver casi tan hermosa como yo- con eso dicho se dirigió a mi habitación como un niño yendo a una juguetería.
N/A: Volvimos!
Nos extrañaron todos estos meses? casi un año sin publicar capitulo
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Souvenirs de Devildom/ Obey Me!
FanficDos personas unieron fuerzas para escribir esta historia MCxSatan. Se lo dedicamos a todas las y todos los Satanista que hay en el Fandom.