~ DOCE ~

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Gun abrió los ojos con lentitud, sin ganas de despertar aún. Su estómago vacío había comenzado a hacer ruido, causando que no pudiera dormir más. Observo el reloj que estaba en la mesa de luz.

11:05 a.m.

Suspiró con cansancio, era demasiado temprano para despertarse un domingo. Se restregó los ojos suavemente, y se levantó de la cama. Se estiró durante unos momentos, para luego ir al baño. De repente recordó que Off había dormido a su lado. Miró la cama, pero nadie estaba allí. Su lado de la cama, en dónde estuvo durmiendo hasta recién, estaba hecho un desastre. Mientras que el otro lado, estaba impecable, sintió una punzada de decepción al pensar en que Off se fue sin más. Negó con la cabeza intentando no pensar en eso y entro al baño.

Salió del baño y se detuvo en el medio de la habitación cuando escuchó un ruido en la cocina, se acercó lentamente hasta que sus fosas nasales se inundaron de un aroma exquisito. Aceleró el paso y se encontró con Off de espaldas a la puerta preparando el desayuno. Su corazón dio un salto dentro de su pecho y no pudo evitar sonreír. Off no se había ido, estaba allí cocinando para él. Una parte de él se sintió especial y deseo abrazar al musculo por la cintura. Sin embargo, no se animó a hacerlo.

- Buenos día. – Saludó Off sonriendo, estaba un poco despeinado, pero estaba perfectamente hermoso. En sus manos llevaba un plato de wafles y una taza de café. Los dejó sobre la mesa y se sentó en uno de los taburetes.

- Buenos días. – Respondió Gun, sin vacilación se acercó a Off y planto un beso en la mejilla. Se sonrojó mientras se sentaba en otro de los taburetes. Se sorprendió al ver que Off sabía lo que le gustaba desayunar, y la forma en que tomaba el café.

- Gracias por todo esto, yo realmente creí que te habías ido.

- Nunca te dejaría así y menos con lo que pasó anoche. – Agregó casi en un susurro al final.

- Gracias por eso también, no sé qué habría pasado si tú no hubieras estado allí.

Gun comenzó a cohibirse cuando los recuerdos de la noche anterior lo atacaron. Volvió a sentir pánico a flor de pie y sus manos temblaron otra vez. Off estiró su mano y la colocó sobre una de las manos temblorosas del castaño.

- Yo estoy aquí contigo, nada te pasará Gunnie.

Una risita salió de los labios del nombrado por el dulce apodo. No estaba acostumbrado a que lo trataran así, a excepción de New, pero podría acostumbrarse a la imagen de Off desayunando con él y llamándolo de esa manera. Parecían una joven pareja recién casada y estaba encantado cuando esa idea cruzó por su mente. Asintió con la cabeza y comenzó a desayunar.

- Esto está riquísimo. – Exclamó con la boca llena, provocando que Off lanzará una carcajada sonora. Le causaba mucha ternura ver a Gun con los cachecitos llenos y con los ojos brillosos de felicidad. Se veía totalmente pleno y deseó verlo así durante toda su vida.

Siguieron desayunando en un cómodo silencio, que Gun rompía comentado lo delicioso que era el desayuno. - Me encantaría desayunar esto todos los días.

- Puedo hacerlo. – Respondió Off, y Gun se dio cuenta de las palabras que escaparon de su boca. Sonrió con timidez y dejó de hablar avergonzado. El celular de Off vibró por una llamada entrante y éste lo tomó.

- Debo atender. – Dijo levantándose para dirigirse a la sala.

Gun terminó de tomar el café y dejó los platos en el lavavajillas. Acomodó un poco la cocina, cuando Off entró de repente. Su rostro estaba transformado totalmente, parecía otra persona. Se veía asustado y enojado al mismo tiempo, sus labios estaban fruncidos y sus puños estaban apretados. Sus hombros se hallaban tensos y su mandíbula se apretaba con fuerza. A pesar de su imagen le habló a Gun con tranquilidad.

Regalo ~ OffGun ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora