Regalo ~ OffGun ~

~ EPÍLOGO ~

Off respiró hondo por quinta vez por menos de un minuto. Su corazón latía tan fuerte a causa de los nervios que tenía. Ese día iba a sorprender a Gun, y esperaba que a éste le gustase su sorpresa. "Todo va a salir bien" repitió en su mente, pero aún así seguía sin creerlo. No quería espantar a Gun, no quería presionarlo y mucho menos apresurar su relación, pero en verdad no podía estar ni un segundo más sin tomar su mano, sin tener citas, sin dormir juntos otra vez. Off deseaba pasar su vida entera con Gun si era posible. Ver en la mañana su rostro con las marcas de la almohada, sentir en el aroma a café proveniente de la cocina, observarlo salir con una bata de baño alrededor de su cuerpo y su cabello aún húmedo. Gun era una persona que no eran fáciles de olvidar, esas personas que siempre querrías a tu lado.

Sus pensamientos se borraron al escuchar un automóvil estacionarse. Giró la cabeza y allí lo vio: Gun salía del automóvil acompañado de New. Los dos castaños observaban el lugar, que no era conocido para ellos. Off quedaba impresionado por la belleza que Gun tenía, era inevitable. Si n fuera por el codazo que recibió de Tay, él se habría quedado horas embelesado en el pequeño castaño.

- Vamos Off. – Dijo Tay. Ambos se encontraban apoyado en la pared de la tienda, escondiéndose para poder sorprender al otro par. Él nombrado asintió y los dos salieron de su "escondite."

Gun y New seguían observando el lugar, murmurando cosas entre ellos. A pesar de la poca atención que le prestaban a lo que se encontraba a su alrededor, ambos se voltearon al oír como una persona se aclaraba la garganta. New abrió los ojos con sorpresa, mientras que Gun frunció el celo, sin entender nada en absoluto.

- Yo sabía que ustedes tenían algo que ver.

New soltó una pequeña risita y se acercó a besar los labios de Tay. Pero la situación de los otros dos muchachos era totalmente distinta. Ninguno se miraba a los ojos, se sentían avergonzados. La causa de esto era que luego de San Valentín, ninguno se había tomado el atrevimiento de llamar al otro, por mera timidez o miedo. Para New, ambos eran unas tortugas. Eran súper lentos y ninguno tomaba la iniciativa. Cuando terminó de saludar a Tay, notó que Off y Gun estaban sonrojado y no cruzaban miradas. Para acabar con esa tensión, preguntó:

- ¿Y qué vamos a hacer?

Off reaccionó, tomó el brazo de Gun, y comenzaron a caminar, seguidos por la otra pareja. Luego de un rato caminado, llegaron a un muelle. Gun sabía que estaban cerca del mar, pero no pensó que irían al muelle. Su sorpresa aumentó al ver como los cuatro se dirigían a un yate que estaba atado con una cuerda en el muelle.

- ¿Nos subiremos al yate? – New exclamó casi gritando. Tay rio y asintió, mientras que Off seguía caminando con expresión seria. A Gun ya le estaba molestando que Off no le haya dirigido la palabra en los últimos quince minutos. Sin embargo, se sintió un inútil por no atreverse a iniciar una conversación. Decidió seguir callado ya que no se le ocurría nada para decir. Odiaba el hecho de que parecían dos adolescentes, nunca sabían que hacer. Supuso que se debía a que era la primera vez que ambos sentían tantas cosas por otra persona, pero igual era fastidioso.

El gran yate contaba con dos pisos y apenas subieron, éste empezó a navegar, conducido por un capitán. Off y Tay les hicieron un pequeño tour por el lugar. En el primer piso había una sala de estar, con sillones enormes y una pantalla plana que ocupaba casi toda la pared. A lo último de un pasillo se encontraba el baño y una habitación para dos. Al lado del baño, había unas escaleras, que llevaban a una pequeña sala de juegos, con un bar incluido. Las luces rojas de aquel lugar le trajeron muchos recuerdos a Gun, y sintió las mejillas sonrojadas. Off soltó el brazo de Gun con suavidad, y se dirigió al bar. New lo siguió casi al instante y ambos comenzaron a servir tragos en copas de vidrio.