Capítulo 10

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¡Buenas buenas!


Disclaimer: los personajes no me pertenecen, pertenecen a Marvel/ Mr. Lee / y demás creadores de estos increíbles súper seres. Esta es solo una idea mía convertida en letras.

OBS.

*Los personajes pueden tener un cambio en sus formas de ser.

*Es un fanfiction, una historia que sale de mi cabeza con estos personajes que amo.

Gracias por leer y espero lo disfruten!

Capítulo 10

Cuando Tony abrió los ojos se sentía agradablemente adolorido, de la misma manera de cuando sales de una sesión de masajes descontracturantes.

El brazo de Steve aún estaba apretado alrededor de su cintura pegándolo a su cuerpo como si no quisiera que el chico se fugara durante la noche.

Tony observó al capitán que aún dormía, con rostro pacífico y sereno, era la primera vez que despertaba antes de Steve. Admiró el cabello ligeramente despeinado, los músculos del pecho subiendo y bajando suavemente, los labios separados por donde el aire entraba y salía de manera acompasada. El maldito chico era tan perfecto que ni siquiera roncaba o tenía cara de tonto cuando dormía.

Tony se liberó lentamente del posesivo abrazo intentando no despertar a Steve. El chico debía estar exhausto. Tony se preguntaba ¿Cómo podía aguantar tanto? Para la tercera ronda, Tony ya estaba a punto de dormirse, exhausto y drenado pero el capitán lo estiró a dos sesiones más de sexo, en la última fue tan suave y cariñoso que Tony casi se durmió con los besos y caricias de Steve en su cuerpo.

Casi podía decir que hicieron el amor.

Tony se rio de sus propios pensamientos de princesa ridícula.

Se acercó a Steve y depositó un beso en su mejilla y algo en el pecho de Tony se apretó. Su respiración se agitó y prefirió alejarse del chico. No cometería el error de la noche anterior.

Él había dicho esa palabra de cuatro letras luego de que éxtasis lo golpeó con tanta fuerza, sintiéndose contenido y adorado por Steve, de manera somnolienta las palabras habían salido de su boca. Afortunadamente el orgasmo del capitán había sido tan fuerte que lo había llevado a un fortuito sueño momentáneo. No lo había oído y si lo hizo no dio indicios de haberlo registrado o tomado en cuenta.

Tony se enfundo en su ropa diaria y salió sin hacer ruido.

Se miró en el espejo del pasillo. Estaba relativamente presentable. Una camiseta sin mangas negras que se pegaba a su torso y un buzo deportivo de algodón, era lo único que había traído en el bolso de fin de semana. Sus ojos aún estaban algo contorneados aún por el lápiz de ojos del maquillaje de la noche anterior. Tony se había frotado y frotado, pero no podía retirar la totalidad sin que sus ojos se volvieran rojos.

Se encogió los hombros, al menos no tenía más labial ni mejillas rojas. Y el lápiz de ojos era el menor de sus problemas, su cuello y hombros estaban vergonzosamente cubiertos de marcas de mordiscos y chupones, al más puro estilo del Cap. Suspiro al saber que nada podría hacer con ellas. Rápidamente se movió del lugar donde estaba y llegó a las escaleras.

Cuando bajó a planta baja vio a centenar de personas con uniformes en color gris, todos ellos encargándose de arreglar y limpiar el desastre que dejó atrás la fiesta de la noche anterior.

– Buen día Joven.

– ¿Jarvis? – Tony miro sorprendido – ¿Qué haces aquí?

– El joven Rogers está aquí, entonces yo también–Tony le sonrió, si, así de fiel era Jarvis.

Sweet DesireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora