Sweet Desire

Capítulo 24

¡Buenas buenas!

Disclaimer: los personajes no me pertenecen, pertenecen a Marvel/ Mr. Lee / y demás creadores de estos increíbles súper seres. Esta es solo una idea mía convertida en letras.

OBS.

*Los personajes pueden tener un cambio en sus formas de ser.

*Es un fanfiction, una historia que sale de mi cabeza con estos personajes que amo.

Gracias por leer y espero lo disfruten!

Capítulo 24

Steve se frotó la mano adolorida. Apretó los labios al ver sus nudillos rojos y pelados, el labio partió también le lanzó un agijonazo, inhalo y con seguridad tenia una o dos rotas. Además de algunos cortes en el interior de la boca y las mejillas. La mandíbula le dolía a horrores, pero eso era solo condimento para su furia.

El hombre inconsciente junto a él era el cuarto tipo que metían en su celda con ganas de pelear y su intuición le decía que aún había una larga lista de espera.

Si no se equivocaba habían pasado al menos doce horas desde que lo encerraron. Esperaba que su madre estuviera bien y que Tony no se hubiera enterado de ello. Era un maldito consuelo pensar que al menos lo habían mandado a las rejas a él y no a su madre por aquello estúpidos cargos.

Steve volvió a suspirar cuando él mismo guardia de seguridad pasó por su celda y miró con un gesto de fastidio al hombre en el piso.

- Debilucho inútil - susurro el hombre. Steve sonrió y escupió saliva y sangre a sus pies. - Veamos cuánto te dura la arrogancia Rogers. Realmente nos importa poco. Mientras en peor estado estés más dolor causaras.

Steve entrecerró los ojos pensando en ello. ¿A quién le causaría dolor?

A su madre evidentemente.

Según los cargos no dudaba que se referían al experimento que le salvó la vida hace tiempo cuando era un adolescente escuálido y a punto de pasar a mejor vida. Definitivamente era aquel donde estuvieron metidos el Dr. Erskine y Howard, además de su madre. No mucha gente sabía de ello, las personas eran contadas con las manos, más aún ahora tras el fallecimiento de Doctor Abraham y Howard Stark.

Definitivamente no podía dejar que Tony se enterarse de esto. El sufriría de tan sólo verlo en ese estado y lo último que quería Steve era traer más dolor a la vida del gatito.

Esperaba que James pudiera hacer una buena jugada para sacarlo de allí cuanto antes. Preferentemente antes de que los golpes fueran aumentando y su condición empeorando.

- Aquí tienes otro amigo para jugar Rogers - dijo el celador metiendo a un hombre bastante fornido en la deprimente jaula donde estaba. - Puedes gritar lo que quieras amigo, estás en la celda de castigo, aquí nadie escuchara tus llantos de súplica.

El nuevo hombre sonrió dejando ver dientes torcidos y amarillos. Steve suspiró y apretó sus nudillos cuando el hombre tiró el primer golpe y él lo bloqueo con sus antebrazos.

- ¿Es todo lo que tienes?- Steve sonrió incitándolo dentro de la sonrisa que desprendía sangre del labio partido en la anterior pelea.

El puño del hombre conecto contra su frente partiendo la fina capa de piel que lo recubría. Estrellas y manchas oscuras nublaron su vista mientras la sangre caía sobre su ojo.

-Deberías aprender a callarte estúpido niño arrogante- musito el hombre tratando de parecer duro.

- Porque mejor no me dices ¿quién les paga para hacer esto?- pregunto torciendo la boca en una mueca sarcástica.