Parte 27: Familia

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El Rey Arruinado se encontraba en su trono, meditando mientras esperaba una reunión que había postergado por mucho tiempo.

Zorina apareció para presentar sus respetos y anunciar la llegada de Gwen, a quien dejó a solas con el poderoso ente.

"Gwendoline..."

"Padre..."

"¿Sabes por qué estás aquí?"

"Puede ser..."

"Llevo unos días viéndote... deprimida..."

"........"

"¿Es culpa mía?"

"........"

"¿Sabes? Yo jamás pedí convertirme en esto..."

Gwen no vio enojo o frustración en el rostro de su padre. Se le veía tranquilo, calmado... recordando aquellos tiempos...

"Nunca pedí convertirme en rey..."

"........"

"Pero tu tío falleció y tuve que tomar el trono..."

"Ya me lo contó Kalista..."

"Éramos muy cercanos, pero tras coronarme todo se hizo muy difícil..."

"........"

"Quería un Camavor tranquilo... pero los nobles no, debía ser un reino conquistador..."

"Y entonces..."

"Entonces conocí a tu madre... una doncella tan bella... capaz de eclipsar a las estrellas..."

"........"

"Una campesina... que me habló de la forma más dulce posible sin saber quién era..."

"¿No lo sabía?"

"No... creí que si le decía que era rey me querría por obligación..."

¿Rey? Qué gracioso eres, Viego... ¿si eso fuese verdad entonces yo sería tu rein...

La sonrisa del rey se desvaneció y Gwen se acercó un poco más a él, agarrándole con fuerza de la mano al sentir lástima.

"Cuando murió... estaba... perdido..."

"Ella lo era todo para ti, ¿verdad?"

"Ella era todo mi mundo... y cuando la perdí..."

"........"

"No hizo falta la niebla negra para perderme en la oscuridad..."

"........"

"Solo pensaba en traerla de vuelta... y me atreví a soñar... pensé que podría hacerlo... que tendríamos un final feliz..."

Los recuerdos de la explosión que provocó la ruina vinieron a la mente de Viego, con toda Helia pudriéndose en el proceso.

Cuando abrió los ojos gritó al sentir lo que sentían cada una de esas almas... dolor... agonía... muerte... y se convirtió en un demonio...

"Quería devolver a este mundo ese dolor..."

"........"

"No me quedaba nada... salvo este purgatorio... mi nuevo reino..."

"........"

"Pensé castigar almas corruptas... hacer de este lugar el infierno en la tierra... pero incluso en eso fracasé..."

"........"

"Perduró el resentimiento..."

"........"

"Solo creé monstruos que causaban más y más muerte... y lo peor es que con los siglos perdí ese pensamiento y solo..."

"Quedó el dolor..."

"Sufrir dolor y causar dolor..."

"No puedes seguir así, padre"

"Gwendoline... he pasado por mucho como para alcanzar la redención... soy uno de los males más grande de Runeterra..."

"........"

"No puedo borrar ese odio..."

"No todo está perdido..."

"........"

"Te llevó cientos de años convertirte en ese villano... pero..."

"Me llevaría miles compensar una fracción de lo que hice..."

"Pues que sean miles"

La muñeca viviente dijo esto con firmeza, cosa que sorprendió a su padre, que nunca le había visto de esa manera.

"Sean cientos... miles... yo estaré contigo..."

"........"

"Y la señorita Zorina... y Karthus... y todos los demás..."

"........"

"Ellos te aprecian y te apoyan, papá... no por ser el villano... por ser tú..."

"Para Runeterra soy el enemigo... tú eres el enemigo... o les mientes o.."

"No"

"¿No?"

"Soy Gwendoline de Camavor..." - dijo con una sonrisa - "Para lo bueno y para lo malo..."

Lo siento, mi rey, pero ahora soy reina... para lo bueno y para lo malo...

"Condené a miles de almas... Gwendoline... ¿cómo no puedes odiarme?"

"Porque somos familia... y además..."

"........"

"Nací de tu amor, no te tu odio..."

Viego la abrazó con fuerza, hundiendo su rostro en el hombro de la chica mientras pensaba en dónde había estado todos estos años...

Ya no se sentía tan perdido...

Las Desventuras de GwenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora