Las Desventuras de Gwen

Parte 2: ¿Miseria?

El ente conocido como la Reina Sangrienta se encontraba fuera de la recamara del Rey Arruinado, lugar donde solo se entraba bajo su autorización.

Eso o si era su hija. Fuese como fuese la fantasma esperaba a que la niña saliera cuando vio a un yordle acercándose.

"Oh, tú otra vez..."

"Vieja..."

"Te he dicho que no me llames así, mocosa"

"Cierto, comparada a mí eres una cría"

"........"

"Sombra, cállate..."

Vex fue una de las aliadas del Rey Arruinado durante su búsqueda de Isolde, aunque se retiró a mitad de los eventos.

"¿Qué te trae ahora por aquí?"

"Ya... quería saber por qué sois tan inútiles..."

"¿Disculpa?"

"Se supone que estabais haciendo un Harrowing masivo por toda Runeterra, pero cuando llegué a Bandle ¿sabes qué me encontré?"

"Ni lo sé ni me intere..."

"A mis padres"

"¿Estaban muertos?"

"¡No! ¡Ese es el punto! Ni siquiera estaban muertos, simplemente me recibieron con los brazos abiertos..."

"A no ser que la demencia sea eso que te hace tan especial no entiendo tu punto"

"Chsst..."

"¿Qué esperabas encontrar?"

"Todo destruido, arruinado, sumido en la miseria y la agonía"

La yordle parecía bastante disgustada, siendo que la reina podía ver reflejada en su sombra esa misma actitud.

"¿Qué es lo que pasó para perdieseis?"

"Per... ¿perder?"

"Sí, ¿qué impidió que Viego arrasase con todo?"

"Vex, ¿eres consciente para qué hizo su majestad que la niebla recorriese Runeterra?"

"Para esparcir miseria, ¿no?"

"¡No! ¡Fue por la reina Isolde!"

"Por... ¿quién?"

"Isolde"

"........"

"........"

"No caigo..."

"Su fallecida esposa"

"¡¿Por ella?!" - gritó enojada - "Espera... fue por venganza, ¿no?"

"¡No! ¡Fue por amor!"

"A... ¿amor?"

La cara de la yordle era un poema. Parecía que iba a vomitar en cualquier momento, viéndose más pálida de lo que ya era. 

"Creo que voy a vomitar..."

"Vex, cuando su majestad explicó sus planes, ¿estuviste escuchando?"

"No, estuve pensando en otras cosas como sus abdo... como en la miseria, habló de miseria... y ruina... y oscuridad..."

"¡Y también de traer de vuelta a su majestad Isolde!"

"Me salté esa parte"

"Eres insufrible"

"Ya, bueno, no le resultó al final ¿no?"

"No, al final resultó que uno de los fragmentos era del alma de la hija no nata del rey, que volvió a la vida... más o menos..."

"Emm... ¿qué?"

"Es una especie de niña muñeca viviente..."

"Qué... cutre"

"¿Cómo dices?"

"Una muñeca viviente derrotó al Rey Arruinado"

"No, no fue derrotado, decidió desistir tras haber derrotado a los Centinelas para honrar la memoria y el amor que tenía por su amada"

"........"

"¡El final del mayor romance que hayan visto estas islas!"

"Ya... meh..."

La Reina Sangrienta ardió de ira al ver el comportamiento tan poco gratil de la yordle, que no temía en faltar el respeto a nadie.

Un sonido metálico se escuchó y las puertas que había junto a ellas se abrieron.

"¡Señorita Zorina!"

"Princesa Gwendoline, ¿ya has terminado de hablar con tu padre?"

"Sí, me ha estado hablando sobre..."

"¿Gwendoline? ¿Ocurre algo?"

"Qué... ¡¿qué es eso?!"

"No soy eso" - se quejó la yordle - "Soy Vex"

"Ve... ¿Vex?"

"Es una yordle" - le explicó Zorina - "Como un gato, pero menos listo"

"¿A quién estás llamando..."

La joven niña se lanzó corriendo a levantar a la yordle en sus brazos, agarrándola con toda su ternura.

"¡Es muy linda! ¡Como un peluche!"

"¡Sombra! ¡Me está abrazando!" - gritó conmocionada - "¡Deja de abrazarme!"

"¿........?"

La sombra extendió sus manos, pero parecía que algo en Gwen le repelía.

"Zorina, ¿puedo quedármela?"

"Emm..."

"¡Prometo que la cuidaré y la sacaré a pasear!"

"¡Te he dicho que no soy un gato!"