Parte 12: Apaciguado

106 12 0
                                    

Nada más poner un pie en las Islas de las Sombras, la Reina Sangrienta y Gwen se vieron envueltas en un mareo bastante notable.

Cuando recobraron el sentido se percataron que habían sido transportadas frente al Rey Arruinado, que les esperaba amenazante.

"Su... su alteza..."

"Hola... papá..."

"Gwendoline... Zorina... ¿sabéis un dato muy interesante de la niebla negra?"

"........"

"La niebla negra está bajo mi absoluto control... y en parte también es la que da a los espectros parte de su poder..."

"........"

"Eso también me da cierta omnisciencia sobre los entes... si lo deseo puedo saber dónde están en cada momento..."

"¿Eso no es invasión a la privaci..."

Zorina rápidamente le tapó la boca a Gwen, siendo que no quería hacer enojar aún más al gobernante sombrío.

"No obstante, hay un espectro que escapa a mi control"

"¿Kindred?"

"Gwendoline... tu madre te otorgó el don de la niebla bendecida, la cual me impide saber dónde te encuentras..."

"........"

"Es por ello que esta etapa temprana de tu vida te confié a la Reina Sangrienta, pensando que podría encargarse de que te adaptaras"

"Mi señor..."

"Veo que cometí un error"

"Papá, fue un accidente, de verdad..."

"Lo sé"

"Lo... ¿lo sabe?"

Karthus, que se encontraba al lado del Rey Arruinado, dio un paso al frente.

"La Matrona Espectral nos contó lo sucedido en cuanto el Rey percibió que un espectro había dejado las islas..."

"........."

"Específicamente cuando tú saliste de las islas, Zorina"

"Ya... eso..."

"Y también nos dijo que fue un mero accidente"

"Un accidente lo tiene cualquiera" - admitió Viego - "Pero no hubiese sucedido si tu atención hubiese estado en tus prioridades"

"Majestad, fue esa yordle..."

"Esa yordle tendrá su reprimenda, pero la encargada de vigilar a Gwendoline eras tú..."

"Papá... la señorita Zorina no pretendía que esto pasase..."

"Gwendoline, eres la princesa de las Islas de las Sombras y la hija del Rey Arruinado, ¿acaso sabes lo que supone eso para Runeterra?"

"Pues..."

"No, no lo entiendes, y hasta que lo hagas permanecerás en estas islas..."

"........"

"En cuanto a ti, Zorina..."

"¿Sí? Su alteza..."

"Consideraré en las próximas horas si es adecuado que sigas siendo su institutriz"

"Sí... mi señor..."

"Pero papá..."

"He terminado con vosotras dos"

El Rey Arruinado apretó su puño, haciendo que en un destello verde Gwen apareciese de nuevo en su habitación real.

La Reina Sangrienta fue llevada afuera de la sala donde únicamente quedaron Karthus y Viego.

"Señor, si se me permite..."

"No estoy de humor, así que sé breve"

"La Reina Sangrienta ha demostrado ser una institutriz notable"

"........"

"Y si bien es cierto que ha tenido... un ligero desliz..."

"¿Ligero desliz?"

"Desafortunado incidente... creo que se ha merecido una segunda oportunidad"

"........"

"O podría someterla a un Juicio de las Sombras... pero lo veo excesivo..."

"Perdió a Gwendoline cuando debió vigilarla"

"Incidente en el que la tristóloga también tuvo participación..."

"........"

"Veo bien que se tome algunas horas... mortales... para tomar dicha decisión, solo espero tenga en cuenta mis palabras"

"Siempre las tengo"

"Mientras tanto, la joven princesa..."

"Estará bajo tu cargo"

Al liche no pareció importarle esto. Serían apenas unas cuantas horas, y ya se le había alguna que otra manera de mantenerla entretenida.

"Una última cosa... su alteza..."

"¿De qué se trata?"

"Tal parece que la joven aún no se ha percatado de cómo el resto del mundo nos percibe"

"Lo sé..."

"¿Cuándo hablará con ella sobre ese tema?"

"Primero que conozca su nación... después a sus enemigos..."

Las Desventuras de GwenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora