Parte 17: Amigas

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Gwen se encontraba castigada en su habitación, mirando al techo y pensando en las palabras que le dijo a la Reina Sangrienta.

Solo recordaba su triste rostro, aunque su atención se desvaneció cuando escuchó cómo golpeaban su ventana.

"Abre... la... ventana..."

"¿Mi ventana está embrujada?"

"¡No! ¡Tonta! ¡Solo abre la ventana!"

La muñeca viviente se acercó, solo para ver afuera a Sabina en su columpio.

"¡Sabina! ¿Cómo has llegado hasta aquí?"

"Mi árbol puede ir muuuuy alto, y su columpio también"

"Qué encanto..."

"Morella dijo que estabas castigada"

"Sí, mi padre se enteró de... todo..."

"¿Tuviste algún problema? Estaba hablando con la yordle cuando..."

"No... bueno, quizás algún inconveniente por no saber nadar, pero más o menos pude regresar..."

"........"

"Pero mi padre se enteró... Vex se lo dijo y..."

"No fue Vex, fui yo quien se lo dijo"

"¿Tú?" - reaccionó sorprendida - "¿Por qué? ¿Por qué se lo dijiste?"

"Desapareciste a través de un agujero que llevaba al mar" - le recordó la bromista - "Estaba preocupada"

"Por si mi padre te reñía, ¿no?"

"No, tonta, preocupada porque eres mi amiga"

"De... ¿de verdad estabas preocupada?"

"Eres una muñeca, dudo que puedas nadar, y desapareciste de la nada... y no sé si tú eres igual de inmortal que un fantasma..."

"........"

"Pero bueno, si crees que te he traicionado mejor me voy a..."

"No, no te vayas..."

"¿No? ¿Seguro?"

"Tengo algo... algo de lo que consultarte..."

"Solo tengo mil doce años"

"Suficientes" - dijo rápidamente - "Cuando llegué apareció Zorina y..."

Mientras ambas niñas... muertas... mantenían su conversación, otra muy distinta estaba ocurriendo en el sombrío Bar Sin Nombre.

Allí estaba la Reina Sangrienta, acompañada de Evelynn y Morella.

"Y entonces me dijo que por qué le decía eso, ni que fuese su madre"

"Uff, le salieron los genes del padre"

"He dado todo lo que tengo para sea feliz... le enseño idiomas, le llevo de paseo, le ayudo a hacer amigas..."

"Como una madre haría..."

"¿Y qué recibo? Solamente que le haga más caso a esa yordle paliducha..."

"Si te sirve de algo no me cae demasiado bien"

"Yo no trato de ser su madre... de hecho el rey ni siquiera se fija en mi... solamente trato de educarla lo mejor que puedo..."

"Ya, referente a verte como la próxima Reina Arruinada..."

"Morella" - ignoró por completo a Evelynn - "Tú eres madre, ¿qué le pasa a Gwen?"

"Es una niña"

"........"

"........"

"Morella... eso ya lo sabía"

"Me refiero a que puede parecer que sea una adolescente, pero es algo así como una adolescente que aún no ha madurado..."

"........"

"No ha tenido tiempo todavía para hacerlo"

"¿Entonces?"

"Tienes que comprender que es un manojo de ternura, nervios, rebeldía... por no hablar de que acaba de reencontrarse con su padre..."

"¿Quieres decir que es una bomba de emociones?"

"Sí, algo por el estilo"

"Oh... genial..."

"En eso también salió a su padre"

"Evelynn, no ayudas..."

"Quizás lo que le venga bien es algo de tiempo para pensar" - dijo Morella - "O hablar con alguien ajeno al problema"

"Para ser un espectro mentalmente inestable das buenos consejos de maternidad"

"Son muchos siglos siendo madre"

"¿Alguna hija rebelde?"

"Mi pequeña Senna, es muy reacia a los abrazos"

"Me puedo imaginar por qué" - comentó Evelynn - "Temir, ¿me puedes traer un poco más de veneno?"

"En seguida, señora..."

"Volviendo al tema que nos ocupa... ¿qué vas a hacer entonces?"

La idea de dejarle un poco de tiempo personal no parecía mala. Quizás aprovechase y visitase las costas de las islas...

Las Desventuras de GwenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora