-Te voy a matar Severus- Reías pues un estudiante te había hechado una poción para hacer reír. O eso creías, realmente Severus la puso en tu café en la mañana. Y ahora había hecho la poción flotar sobre su cabeza para que no la alcanzarás. Mantenía un rostro neutral pero se hizo una pequeña sonrisa.
-Sabes lo que quiero- Te quejaste y lo abrazaste del cuello.
-Dale chico!- Realmente no podías parar de reír. Pusiste la cabeza en su pecho y le diste algunos besos en la mejilla teniendo que pararte de puntas. Esos días habías estado muy estresada, tanto que no le habías dirigido ni un abrazado.
-Llevo dos semanas sin una molestia- Puso una mano en tu mejilla deslizando la suavemente. -Molestame-
-Te molesto si me das el antídoto-
-Vale vale- deja caer el antídoto y lo toma en la mano que estaba en tu mejilla. -Ten- bebiste la posión, después de varios minutos hizo efecto.
Snape acomodaba unos libros que había usado para algunas posiones en el estante. Lo abrazaste por la espalda y el volteó para tomar tu rostro y vaciar una botella de Filtro de paz en tu boca. Sonreíste después de tragar para ver cómo el bebía lo q quedaba de la poción.
-¿Porqué tienes que ser tan sexy mientras haces cualquier idiotez?- El hombre bajó la mirada a tí para acariciar un mechón de cabello tuyo.
-Soltó quiero que te relajes, y sí, a la vez quiero... relajarme, contigo.- Te abraza de las caderas, tu tomaste su rostro suavemente para ponerte de puntas y besarse. Se sentía realmente mucha paz en el aire aunque fuera por la posión. -Vamos a la habitación no creo que dónde se sientan los estudiantes sea un buen... Lugar.- reíste leve. El joven adulto puso las manos en tus muslos para cargarte.
-¡Severus!- Reíste levemente. -Puede que nos vean fuera.-
-Les echamos un hechizo de olvido.- Se oía despreocupado, efecto igual de la posión. Llegaron a la habitación entre suaves besos. Entraron está vez a tu habitación y te dejó en la cama, bastante grande y blanda. Ambos se quitaron la capa y los zapatos dejando las varitas en la mesilla de noche. El volvió a besarte acorralando te contra la cama. -Me estás haciendo... Cambiar, sabes?- te besó.
-¿Ah sí?- Sonreías. Sus narices rozaban en un beso esquimal mientras ambos se hacían más al centro de la cama. Se quitaron los botones, las camisetas, pantalones.
-Me haces feliz...- Jadea arrimandose contra tu pelvis para volver a besarte pasando una mano debajo de tu sostén. -Me haces sentir paz- Los movimientos de ambos eran lentos y pasivos, la poción tenía gran efecto, nada más se esperaba de algo creado por Severus. Sus besos bajaron a tu cuello, pasando su lengua ligeramente entre los besos haciéndolos mojados y más excitantes para tí. Dabas jadeos y suspiros suaves.
-Igual me haces feliz... Me das pas... Amor y risas... Aunque no lo admita a veces, y seas un idiota insoportable.- Ambos soltaron una risa para darse un beso que los haría a ambos quedar recostados. Se quedaron uno frente al otro entre caricias y besos por varios minutos. Severus tomaba los bordes de tus bragas y jugaba con ellos algunas veces hasta que decidió bajarlos y desnudar tu parte inferior.
Te acercó a él para dejar de besarte y bajar el rostro a tus pechos para dar lamidas y besos sobre la carne que el sostén no tapaba. Era tan lento y excitante, no podías evitar gemir suavemente. Mover tus piernas con lentitud por el placer y la paz enorme del momento. Después de juguetear un rato te quitó el sostén para tomar tus pechos y darles succiones y chupar tus pezones. Severus dió un gruñido suave pues una de tus piernas había tenido un roce con su erección. Tus manos que acariciaban su cabello y espalda tomaron su rostro para besarlo.
Ahora tú querías dominar un poco, lo hiciste quedar boca arriba para bajar los besos a su cuello. Y quitarle los boxers, te sentaste sobre su miembro sin meterlo en tí. El hombre de usual mirada sería dió un ligero temblor placentero y tomó tus caderas para ambos mirarse a los ojos algunos segundos, dando una sonrisa complacida. Comenzaste a mover tus caderas de alante hacia atrás y viceversa. Ambos soltaban suspiros de excitación y volvieron a besarte entre palabras candentes y lindas. Severus pasó su mano por tu espalda a tu intimidad para meter dos dedos lentamente jugando con tu interior. Sus dedos delicados pero grandes hacían maravillas dentro tuyo al ya reconocer algunos puntos aunque no se habían acostado muchas veces. Diste un gemido contra sus labios pasando tus manos por su pecho.
-Idiota... A...amgh~ Un poco más rápido- mordiste su cuello para escuchar un jadeo del mayor y sentir sus dedos acelerar las ligeras embestidas dentro de tí. Tomó tu rostro con la otra mano de manera muy fuerte para besarte, y no admitir que te encantaba era un pecado. -No sabes cómo me gusta que me agarres así- Jadeaste para sentir sus dedos salir de tí y voltear quedando debajo de él.
-Esto te va a gustar aún más- Toma tus caderas para meter su miembro rápidamente en ti haciendo que arquearas la espalda y gimieras fuerte.
-Ah!!!~ Severus!!~... Mi amor~-Pasaste las manos por su pecho para sentir como se agachaba para besarte. No estaba preocupado por nada, los niños, las clases, la hora, aquel-que-no-debe-ser-nombrado, nada le importaba, ni siquiera le importaba dejar salir sus emociones por una noche. De verdad te había extrañado, tanto tu manera de ser como tú cuerpo. Cuando te estresabas demasiado te encerrabas, cosa que ahora que se había acostumbrado a tus cariños, le molestaba. Empezó a embestir lento pero duró y profundo. Tu intimidad podía sentir como el te rellenaba perfectamente tocando puntos variados de placer haciéndote estremecer.
La consistencia y lentitud de sus embestidas eran excitantes, el sexo con el incluso lento era exquisito. Te hacía apretar las sábanas sin necesidad de ser muy duro con tu interior. Sus labios buscaron los tuyos y una mano se entrelazó con la tuya mientras lo que sería simple sexo para ustedes se volvía hacer el amor. Una frase cursi y para ustedes antes, estúpida, pero que ahora cobraba sentido. Sus corazones latiendo a mil, no por el cansancio si no por la presencia del otro. Sus cuerpos vibrando por la respiración nerviosa que se causaban entre ambos. Los excitantes, candentes, y mojados besos demostraban aún más emociones.
-Te amo- Susurró Severus a tu oído haciéndote estremecer y sonrojar. Notó esto y dió una risa ronca. -Ya no estoy confundido, te amo. Mgh~...- Mordió una oreja tuya haciéndote gemir, ahora acelerando sus embestidas un poco. -Quiero que lo escuches de mí, te amo...- Dió un gruñido por el placer.
-Yo también te amo... Ah~- pusiste una mano en su cabello. -Te necesito...- Volvieron a besarse para que las embestidas aumentaran sin previo aviso haciendo que ambos gimotearan entre el beso y por fin ambos se corrieran, Severus sacando su miembro de dentro tuyo mojando tu vientre con sus fluidos para jadear.
Después de una rápida visita al baño y Severus limpiar todo con su magia regresaste a la cama para abrazarlo y recostarse. Besos suaves y caricias dulces eran más que necesarios esa noche. Por fin una noche donde amarse no les era pecado. Dulces "te amo" mezclados con besos y otras frases pequeñas pero significantes era suficiente. La posión empezaría a pasar en un rato. Después de un rato Severus ya estaba cansandose, pues estar recostado en tu pecho, con caricias en el cabello era suficiente para hacerle dormir. Una vez cerró los ojos sentiste la poción sesar.
Acomodabas hilos en tu mente y luego resolviste el acertijo, claro, tan obvio como eso, pero como se llamaba...
-Es un basilisco...- Susurraste para ti misma.
![](https://img.wattpad.com/cover/293253618-288-k255175.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Corazón de roca (Severus X Tn)
Diversos-Ella está malditamente loca -¿Y porqué sonríes?-