Capítulo 9

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Después de lo que ocurrió no hubo ningún rastro de John por varias semanas, algo como éso alegró a Leonard ya que así no tendría que volver a tener más problemas en el futuro.
Pero sus días cada vez eran más peores, empezaba a tener problemas en las noches, solo podía dormir por unas pocas horas dejándolo completamente agotado en la mañana para irse a trabajar.

Se sentía nervioso por alguna extraña razón así que empezó a tomar algunos medicamentos para varias cosas, uno de ellos había sido por el dolor de cabeza que apareció de la nada.
Sin darse cuenta empezaba a comer menos, le pareció extraño pero el mismo creía que se trataba por otras razones tontas.

Se dispuso a ver la televisión mientras estaba solo en la sala y luego de seguir cambiando el canal varias veces se levantó de dónde estaba para irse a la cocina.
Buscó y observó lo que tenía dándose cuenta que se le había antojado algo para comer, ni siquiera sabía lo que quería, obviamente era muy raro viniendo de él.

Leonard terminó con un plato en sus manos, volviendo tranquilo para volver a sentarse mientras sujetaba unos de los sandwiches que se había hecho.
Mientras degustaba la comida observó la hora en la televisión y no tardó en hablar sólo.

– No sé cuánto más soportaré ésto...– Se acomodó en su sofá para luego seguir comiendo aunque sus ojos estaban queriendo cerrarse por el sueño.

No quería volver a dormir, cada vez que lo hacía terminaba por tener algunos que otros sueños horribles en dónde escuchaba perfectamente el llanto de Jonathan.
Horribles gritos de dolor y miedo en la oscuridad, dónde no podía ver absolutamente nada.

Sólo estuvo unos minutos más en la sala así que no tardó en cansarse para irse a su habitación y tratar de descansar, apagó la televisión y subió las escaleras dónde se supone estaría su habitación.
Observó unos segundos el otro cuarto que pertenecía a su hijo y siguió su camino como si nada pasara, solamente se arrojó a la cama y trató de dormir.

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A la mañana siguiente se había levantado tarde, su despertador no había sonado así que no tardó en enojarse por eso.

Cuando salió de su habitación fué enseguida al cuarto de su hijo pero no pudo acercarse lo suficiente, detuvo sus pies al sentirse raro ya que aún ésos recuerdos horribles seguían en su cabeza.

Por ésa misma razón no tardó en llamarlo aunque su hijo no le había contestado, el señor Leonard se preocupó y se retiró a la cocina notando enseguida que había un plato sucio en la mesa.
Éso lo alivió y le hizo darse cuenta de que su hijo ya se había ido a la escuela.

Se tomó su tiempo para poder prepararse algo aunque al final no lo había terminado, solo fueron unos bocados y ya.

No se sentía con energías para irse al trabajo así que estuvo pensando que hacer, tardó un poco y decidió quedarse en casa aunque no había mucho para hacer.
Por eso mismo ya creía que estaría solamente mirando la televisión aunque ya lo aburría.

El padre de Jack estuvo limpiando la casa para pasar el rato y cuando tuvo el tiempo de descansar no dudó en usar su celular.
No tenía ningún mensaje pero empezó a revisar cierto contacto guardado que aún tenía.

Viendo cada mensaje o llamada perdida de hace semanas atrás de Jonathan, aún no entendía por qué era tan imbécil de seguir teniendo su número o se preguntaba porque razón no lo había bloqueado.
No sabía que estaba esperando, después de todo lo que le hizo parecía que aún quería que tuviera contacto con él.

– Maldito estúpido...– Se decía a él mismo mientras dejó caer el celular en el sofá sin dejar de pensar en John.

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La campana había sonado en la escuela así que varios estudiantes salían a los pasillos en la hora del descanso.

Jack no se había movido de su asiento ya que no dejaba de observar su celular, parecía que buscaba cierta localización en una aplicación de mapas así que uno de sus amigos no tardó en acercarse.

– ¿Qué hacés?, ¿No vas a salir? – En el salón ya había pocos estudiantes aunque uno por uno se retiraban.

– En un rato lo hago. – Parecía no estar interesado en charlar aunque su compañero no entendía por qué razón buscaba cierto lugar.

– ¿Buscas un lugar en específico? Pensé que tú padre no te dejaba salir de casa.

– Saldré temprano hoy, quiero visitar a alguien. – No tardó en sonreír aunque su amigo se preocupó.

– Espero no sea el lugar que creo. – Se sentó frente a él y aprovecho en hablar ya que estaban solos. – ¿En serio te acercaras a ése viejo?

– No digas tonterías, no haré tal cosa. – Observó la vista del segundo piso y no tardó en sonreír. – ¿Por qué me acercaría a ése hombre que intentó propasarse conmigo?, Aunque mi padre lo haya perdonado ése tipo ahora se esconde en su casa y al parecer no se lo ve mucho en las calles, así que no tengo de que preocuparme.

Jack no tardó en reírse para luego levantarse de su asiento y salir del salón en compañía de su amigo.

Las horas en el colegio habían pasado algo lentas pero Jack tuvo la oportunidad de salir antes como había querido.
Sabía que el viaje iba a ser largo pero no le importó, sólo tomó su transporte hasta llegar al lugar donde ése hombre vive.

Le pareció agradable que las demás casas estuvieran muy lejos así tendría la posibilidad de espiar de manera tranquila sin que nadie lo interrumpiera.
Caminó por alrededor de la casa en silencio aunque pudo notar que todas las ventanas estaban cerradas, éso lo molestó un poco así que decidió irse para volver otro día.

Antes de marcharse pudo pasar por la puerta principal y al hacerlo algo en el suelo le había llamado la atención, unos sobres de pagos que al parecer no lo había visto aún así que no tardó en llevárselos consigo.

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Las cosas no habían salido muy bien para el joven al volver, su padre estaba muy enojado cuando no había llegado en el autobús que pasaba por su casa.
Empezaba a hacerle varias preguntas aunque obviamente le había mentido para que lo dejara en paz de una buena vez.

– ¡Ya te lo he dicho, estaba con mis amigos!

– ¡Qué sea la última vez que tardas en llegar a casa! – Pudo notar extraño a su padre pero no dijo nada, ya que si lo hiciera solo empeoraría las cosas – ¡Ahora vete a tu habitación!

El joven se encerró en su cuarto y no tardó en poner el seguro, arrojó su mochila en la cama y no espero para empezar a sacar esos sobres que había traído desde la casa de Jonathan.
Al acostarse y empezar a leer se dió cuenta que todos eran boletas para pagar y uno de ellos ya estaba vencido, le pareció extraño pero sonrió al pensar en él.

Había pasado varios días desde la última vez que lo había visto, su cuerpo empezó a sentirse caliente al recordar cuando pudo obtener placer con ése cuerpo.
Si tan solo no hubiera sido interrumpido hubiera llegado hasta el final con él y hubiera durado más horas dentro de ése auto.

Jack no tardó en meter su mano dentro de su pantalón para empezar a acariciarse, lo único que lo ayudaba eran sus recuerdos.
Odiaba no poder tenerlo todos los días, algo como éso sería tan divertido y fantástico para él aunque era un poco difícil poder cumplirlo.

Empezaban a escaparse algunos sonidos de su boca cuando llegó a eyacular en su mano, de la nada no tardó en enojarse.
Realmente deseaba volver a conseguir otra oportunidad de acercarse a él aunque estuviera tan lejos.

– Espero estés listo para nuestro próximo encuentro John...

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Lamento haber tardado, estuve ocupado éstos días.
Disfruten de éste capítulo, en el siguiente veremos como sigue la historia.
Buenas noches ❤️

The Rape of Jonathan BeckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora