Capítulo 20

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Tal vez era estúpido y extraño pero John odió despertar luego de ser atacado brutalmente, lo primero que sintió era un enorme dolor que no podía describir.

Todo su cuerpo y rostro dolía tan fuerte que apenas le costó abrir uno de sus ojos, sabía que estaba muy mal herido cuando se dió cuenta que solo podía soltar unos que otros quejidos cortos mientras de a poco intentaba observar a su alrededor.

Esperaba que todo haya sido solo una maldita pesadilla, rezaba con todas sus fuerzas para que eso no terminara siendo real aunque si había pasado y eso lo asustó un montón aunque no podía demostrarlo, solamente dejó caer unas lágrimas estando aún recostado en el suelo.
John ni siquiera se daba cuenta que aún tenía sus manos y pies atados con cinta, ni siquiera podía notar lo grave de las heridas que fueron causados por los disparos que recibió.

Verlo a él en ésa condición podría destrozar el corazón de cualquiera, pero de ésos jóvenes no. Ésos tipos parecían no tener sentimientos por ningún ser humano, parecía que no les importaba hacer sufrir a los demás.

Lamentablemente cosas horribles estaban por empezar, primero fué escuchar como el sonido de una puerta se había abierto. Algo que dejó a John helado del miedo y dejando su cuerpo temblar como si se tratara de un pobre niño con miedo a la oscuridad.

Ni siquiera podía moverse de dónde estaba, solo tuvo que esperar como los pasos se escuchaban cada vez más cerca para terminar viendo a alguien deteniéndose frente a él.
Apenas intentó observar ésa persona se arrodilló a su lado mostrando una sonrisa extraña, actuando tan tranquilamente.

John tardó unos segundos pero enseguida recordó que se trataba del joven que lo había atacado primero, realmente quería suplicar que lo dejara libre pero sus labios quedaron cerrados mientras más lágrimas caían por sus mejillas.

– Wow, tu cara empezó a inflamarse muy rápido. – Empezó a reírse hasta que acercó sus manos a la herida que tenía en su pierna. – Tuviste suerte de que no haya sido tan grave, Jack me pidió que revisara tus heridas, al parecer te quiere si o si vivo...pobre de ti.

Al escuchar éso John no tardó en llorar un poco más fuerte, sabía lo que podría pasarle de ahora en adelante y ni siquiera tenía las fuerzas necesarias al menos para poder defenderse.
Parecía un pedazo de basura estando quieto sin poder mover sus dedos, realmente deseaba haber muerto que tener que despertar ahí en ése lugar extraño con ellos.

– Espero me deje usaste unos minutos después de que juegue contigo. – James no tardó en agarrar el rostro de John con fuerza para poder juntar sus labios, aunque rápidamente había aparecido Jack interrumpiendo por completo lo que quería hacer.

– ¡Ni se te ocurra tocarlo! – Terminó gritando furioso aunque James solo sonreía, soltando el rostro del pobre hombre.

– Recuerda que tienes que pagarme Jack, ¿Acaso crees que te ayudé gratis? – Se puso de pie notándose la cara de seriedad por primera vez.

– Te pagaré, solo tienes que esperarme unos días.

– ¿Y si te digo que ahora no quiero dinero? – Jack no parecía estar de buen humor, aunque enseguida James empezó a reírse. – Jaja mira esa cara que pones, no te preocupes solo estaba bromeando.

– Cierra la puerta, estaré ocupado aquí. – Miraba con atención al hombre mayor sin disimular la excitación que sentía por él.

El señor Beck no pudo hacer nada cuando el otro tipo se había marchado, solo se quedó esperando con miedo como Jack empezaba a quitarse el cinturón que tenía puesto. Esos ruidos le daban mucho miedo y más ahora que no podía hacer nada para impedir lo que iba a ocurrir.

The Rape of Jonathan BeckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora