Capítulo 29 (Final)

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Cada vez que Liam gritaba el nombre de John en ese gran bosque sentía una fuerte presión en el pecho, no dejaba de mirar a todos lados mientras caminaba detrás de los uniformados, lo único que se escuchaba en el lugar eran las ramas secas quebrándose tras las pisadas y los sonidos que hacían los perros que los acompañaban.

Llevaban varios minutos caminando, esperando a que alguno de los perros pudiera oler algo pero lamentablemente todo estaba muy tranquilo. Liam jamás pensó que estaría tan nervioso al estar tan cerca de encontrar a John, intentaba controlar su respiración sin darse cuenta que era visto por el oficial Daniel y su compañero Bastian.

Ambos no dijeron nada, era normal que ése hombre se encontrara así en un momento como ése, así que no quisieron molestarle con palabras que no ayudarían en nada.

Enseguida los oficiales detuvieron sus pasos para tener una charla, uno de ellos recomendó separarse en grupos de a dos para poder seguir con la búsqueda, cada uno de ellos estaban armados y solo dos grupos tenían perros. Al oficial Daniel eso no le había importado así que se marchó junto con Liam y Bastian mientras observaban como los demás se alejaban.

Los tres hombres siguieron caminando en silencio, prestando atención a cualquier sonido que hubiera pero desafortunadamente no pudieron encontrar siquiera una huella de pisada en el suelo.

Parecía que no iban a poder encontrarlo, los malos pensamientos pasaron por la cabeza de Daniel pero intentaba ignorarlo. No podía rendirse fácilmente así que siguió adelante hasta que notó enseguida como el señor Liam se alejaba de ellos para luego gritar.

– ¡John!

Su grito se había escuchado muy fuerte, creía que tal vez podría recibir alguna respuesta por parte de John pero no fue así.

– ¡¿Qué haces?! – Gritó enojado Daniel para luego sujetarlo del brazo con fuerza. – ¡No vuelvas a hacer éso!

– ¡John podría escucharme! – Contestó enseguida intentando volver a gritar otra vez, pero el oficial a su lado lo detuvo.

– ¡No te atrevas a hacerlo otra vez!, ¿Acaso no te das cuenta que su secuestrador también pudo  escucharte? – Dijo eso para luego soltarlo hasta que su compañero también había hablado.

– Entienda que debemos asegurarnos que no nos descubra, podrías poner en peligro a tu amigo. – Miró a su alrededor para luego continuar. – Se que ésto es difícil para usted, pero debemos seguir en silencio sin perder más tiempo.

Bastian no tardó en sugerirle que siguiera caminando, adelantándose junto a su compañero que intentaba calmar su enojo pero Liam se había quedado en su sitio hasta que luego de unos segundos reaccionó y volvió a seguirlos. Se sentía como un idiota al gritar de esa manera pero la razón por la cuál lo había hecho era por haber recordado lo que el muchacho de la gasolinera dijo.

La descripción que había dado de John lo preocupaba aún más, así que no tardó en seguir los pasos a los oficiales mientras volvía a separarse un poco de ellos pero de la nada el ruido de unos ladrillos a lo lejos llamó la atención de los tres.

Liam no tardó en querer ir hacia ese lugar donde provenía los ruidos pero Daniel lo detuvo enseguida, le ordenó que se mantuviera lejos del peligro y que lo mejor para él era regresar pero de la nada el hombre huyó con rapidez preocupando a ambos.

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El cuerpo de John había caído rendido en el suelo, ya no podía moverse aunque Jack lo intentara arrastrar, solo se esforzó para mantener sus ojos abiertos cuando escucho a lo lejos como alguien parecía llamarlo.

Sus ojos parecían nublarse pero observó perfectamente como el joven Everett se acercaba a él para intentar alzarlo en sus brazos aunque algo parecía asustarlo y se detuvo enseguida. Sus labios parecían moverse pero no supo que había dicho, aunque de la nada había notado como en sus manos estaba el arma que tenía oculto en su ropa.

The Rape of Jonathan BeckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora