Capítulo 23.

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Día siguiente. 7:30 de la mañana.

Despertar y desayunar sin Jack, ha sido lo primero que he tenido que sobrellevar. Siempre me preparaba el café todas las mañanas y veíamos las noticias juntos. Cálmate. Melanie, no se ha muerto, sólo está en una misión y volverá dentro de 3 días. Después del de hoy, 2 en realidad. No me ha llamado ni me ha escrito nada como me lo esperaba. Y aunque sé perfectamente cuáles son las razones, no dejo de echarlo de menos.

Suena el timbre.

Camino hasta la puerta y abro. Es Junior.

— ¿Cómo amaneció la hermana más hermosa del mundo? — me da un beso en el cachete y entra.

— Un poco adormecida pero muy bien. ¿Y tú? — me siento a su lado.

— De maravilla.

— ¿Cómo van las cosas con Derek?

— Van muy bien. Tenemos algunas diferencias por su horario de trabajo y el mío pero sabemos sobrellevarlo.

— Me alegra que duren y se entiendan.

— ¿Y Jack? Supe que se fue de la ciudad anoche.

— Sí, efectivamente. Y lo extraño un montón.

— Tranquila, es normal. Ustedes dos son como uña y mugre. Siempre están juntos y pocas veces están separados. Que lo extrañes es una reacción normal.

— Sí eso es un consejo pues... muchísimas gracias. — nos reímos.

— ¿Y qué haces por aquí? ¿Ibas de camino a la empresa? — curioseo.

— Sí, sí. Por cierto, ¿quién es ese grandulón que está ahí afuera? ¿Es tu nuevo guardaespaldas? — pensé que se había ido.

— Así es. Órdenes de Jack. Aunque, por una parte, me siento más tranquila de saber de qué alguien me está protegiendo con el mismo nivel de capacidad que él.

— Sí, yo también lo prefiero así. Así que le doy muchas gracias a Jack. — volvemos a reírnos. — ¿Tienes que hacer algo más? ¿O vendrás a la empresa ahora? — se levanta y me pregunta.

— Nos iremos ahora. Todavía tengo muchas cosas que atender.

— La nueva colección ha sido un éxito total. Si las cosas siguen así, tendremos que duplicar nuestros productos para volver a venderlos. — dice mientras salimos de casa y subimos a nuestros coches. El guardaespaldas también hace lo mismo en su jeep y viene detrás de nosotros. Los deseos de decirle que se vaya y nos deje solos no me faltan pero como son órdenes de Jack, lo que menos quiero es hacerlo enojar.

Horas después.

Al menos el trabajo, la mayor parte del tiempo me ha distraído muchísimo. Como todas las prendas de la nueva colección se vendieron tan rápido, tuvimos que poner en marcha una segunda fabricación con los mismos detalles y calidad. En una semana o menos estarán disponibles. Todos en la empresa han estado muy contentos de que la imagen de esta colección sea el rostro de Javi y la verdad es que yo también.

Miro mi teléfono constantemente con la esperanza de que Jack me mande un mensaje o siquiera una llamada pero no pasa. Melodie. Ni Melodie ni Valerie tampoco me han vuelto a escribir ni a llamar después de irse a Francia. ¿Qué les está pasando a todos?

Busco su número de teléfono en mi agenda y le marco. Contesta al tercer timbre.

— ¿Bueno? — es su voz.

— ¿Melodie? — sonrío. — Eres una verdadera imbécil, ¿acaso no te dije que me llamaras cuando llegaran?

¡Perdón, perdón! Tuve que hacer muchas cosas por aquí y lo olvidé. Este lugar es una mierda. Tenía otras expectativas de esta ciudad. Ya quiero volver pronto a Washington. — se oye muy exhausta.

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